- Sexo y Pareja
Una disminución del deseo sexual puede ser un indicador de estrés orgánico o psíquico. Descubre algunas claves para reactivar el deseo sexual.
Una disminución del deseo sexual puede ser un indicador de estrés orgánico o psíquico. El acto sexual regular, los juegos eróticos y la estimulación pueden disminuir los niveles de estrés, además de ser un protector orgánico para incentivar la longevidad y la calidad de vida.
No es un secreto que detrás del sexo se encuentran muchas variables para que un organismo se encuentre sano y fuerte para soportar los estímulos nocivos del medio externo. Y no podemos hablar de sexo sin mencionar a la testosterona como principal protagonista del deseo sexual.
Sus niveles pueden fluctuar a lo largo de la vida, pero hay que preocuparse si descienden peligrosamente de los valores mínimos. La testosterona es imprescindible para que el organismo mantenga la capacidad metabólica de fabricar células nuevas. Garantiza además un sistema inmunitario fuerte para defendernos de las agresiones externas. Y esto es lo que sucede cuando estamos sometidos al estrés orgánico, ambiental o psíquico.
¿Por qué disminuye la testosterona cuando hay estrés? En situaciones de alerta y escape, el organismo secreta adrenalina, fundamentalmente, que sirve para darnos fuerza, agilidad y estimulación cerebral y así resolver los problemas cotidianos.
Sin embargo, si los problemas se mantienen de forma cíclica y la producción de adrenalina decae, el cuerpo secreta el cortisol, la muy bien llamada "hormona del estrés". Esta frena el metabolismo y disminuye la activación, llevándonos a un estado de stand by. Una vez superado el estrés, el cortisol debe ser eliminado. Aquí entra a trabajar la testosterona, que ocupa los sitios activos donde se encuentra el cortisol y hace que se elimine.
Pero si la cantidad de cortisol también crece, aumentarán las necesidades de testosterona. Es decir, un ciclo vicioso en el que necesitaremos más y más testosterona. El sexo puede cortar ese ciclo, resetear al organismo, activar el metabolismo y aportar nueva testosterona para contrarrestar el estrés.
Claves para activar el deseo sexual:
- Ejercicio físico de fuerza, 3-4 veces por semana
- Caminar de 5 a 10 kilómetros en días alternos
- Beber abundante agua mineral
- Tomar el sol razonablemente
- Estimularse eróticamente
- Dormir al menos entre 6-8 horas diarias
- Comer verduras, frutas frescas, pescado y algas
- Disminuir las grasas trans y la carne roja
- Disminuir el consumo de refinados
Y si finalmente fuera necesaria la suplementación con testosterona, habla con tu médico personal. No lo dejes para mañana.
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