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Una alternativa muy utilizada por padres frente a los llantos inexplicables de sus bebés. Sin embargo, ¿es la mejor opción?
También conocido como pacificador (porque tranquiliza y calma), el uso del chupete para controlar el deseo de succionar del bebé es una práctica muy habitual en la sociedad y se considera que son más las consecuencias negativas que pueda crear a las ventajas que nos proporcione su uso. La historia del uso del chupete lo ha convertido en un elemento habitual entre los objetos que se consideran necesarios para un bebé, sin embargo, la experiencia y los datos médicos y científicos analizados señalan que es mejor no usarlo de manera extendida. Se sabe que el método de succión del chupete es diferente al de la succión del pezón, de modo que el uso del primero puede dificultar la adquisición de la técnica para la lactancia materna. Además, el niño que satisface parte de sus necesidades de succión con métodos no nutritivos estimula durante menos tiempo el pezón materno disminuyendo la producción de leche teniendo un niño más hambriento e irritable, lo que obliga a los padres a introducir la lactancia artificial obligada. Muchos padres consideran que es mejor que tenga chupete a que se chupe el dedo y es una creencia totalmente incorrecta ya que ninguna de las dos opciones es mejor que la otra, muy por el contrario. “El chupete es un método de relajación o calmante que utilizan los padres pensando que solo van a obtener resultados beneficiosos pero ignorando que todo instrumento artificial que decidimos usar en la vida diaria del bebé puede transformar de manera negativa el comportamiento bucal y emocional de los mismos”, aclaró la Dra. Adriana Somoza.
Si llega a ser necesario para la estabilidad emocional del bebé, debe usarse con moderación, de otro modo puede dificultar el crecimiento. También se debe tener extremo cuidado con asfixias y estrangulamientos por los cordones o cadenitas de donde cuelgan.
IDENTIFICAR EL LLANTO
Hasta el 90% de los lactantes se calman cuando se le ofrece un método de succión no nutritiva. El chupete puede usarse como método tranquilizador, sin olvidar que el llanto es una actividad normal del niño e inclusive una forma de comunicación. Debe limitarse su uso cada vez que el niño llore, ya que existen otros medios de relajar como son la alimentación, el contacto y las caricias.
¿Cómo se lo quito?
Es muy posible que los primeros días se encuentre molesto y reclame pidiendo de vuelta su chupete, sobre todo en los momentos en los que más lo disfruta como a la hora de dormir o tomar la siesta. Los padres deben ser fuertes y decididos tratando sobre todo de ignorar las protestas. Se deben tomar todos los chupetes y eliminarlos desechándolos a la basura inmediatamente. Es una decisión determinante para no caer en la tentación de dárselo nuevamente en un llanto incontrolable que presenten. Pasados unos días es completamente seguro que ya se habrán olvidado de él ya que como toda costumbre, mala o buena, después de cierto tiempo se supera.
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