¿A cuántas les ha pasado muchas veces tener el deseo de comprar algo en alguna tienda que, en realidad, está destinada para un público mucho más joven? Al parecer el fenómeno es bastante común en mujeres entre 35 y 50 años.
Un estudio realizado por la Universidad de Temple reveló que algunas mamás se están volviendo “consumer dopelgängers” (consumidores de imitación) de sus hijas y buscan imitar la identidad de las adolescentes.
La profesora Ayalla Ruvio explicó que estos resultados se dieron por dos motivos principales. La primera es porque para las mujeres la edad cognitiva (edad como se sienten) es más importante que la edad real. Si una fémina se siente joven, intentará proyectar eso en su forma de vestir. La segunda es porque las madres no tienen tiempo de estar al tanto de las últimas tendencias del mundo de la moda. “Vivimos en una sociedad en la que uno de los principales valores es verse más joven”, dijo Ruvio. “La mayoría de estas mujeres tienen hijos, trabajan y no tienen tiempo para revisar el mercado y ver lo que está de moda, así que básicamente toman un atajo a través de sus hijas adolescentes. Saben que es una apuesta segura”, agregó la profesora.
Pero la preocupación de este fenómeno es la consecuencia que puede tener en el desarrollo de las jóvenes. La psicóloga Roni Cohen-Sandler explicó en CNN en Español que este fenómeno puede inspirar un sentimiento de competencia entre madre e hija, y en verdad debería haber una relación de apoyo. “Le da a las chicas adolescentes un mensaje inoportuno sobre cómo se sienten las mamás acerca de ellas, de su edad, de sus propias inseguridades y sobre su apariencia”, explicó.
La apariencia es un elemento fundamental de esta competencia, y una de las maneras de resolver este conflicto es adaptando tu clóset a tu edad. Te sugerimos algunos consejos de moda.
De 20 a 30 años
Es, sin duda, la mejor etapa para experimentar y definir tu estilo personal. Colores, cortes de ropa, modelos, piezas, etc. Está totalmente permitido variar los estilos, un día puedes ser osada y al otro la más romántica. Juega con los escotes, capas y piezas distintas. ¡De esta manera, encontrarás tus aliados!
De los 30 a los 40
Es hora de definir ese guardarropa. En esta etapa deberías tener definido un estilo propio y conocer a la perfección las piezas que realzan tus virtudes, y aquellas también con las que te sientes cómoda. Además, es la edad ideal para invertir en piezas de calidad. Es la hora de comenzar a construir el guardarropa. Cuando compres algo, hazlo pensando en el largo plazo. La combinación de las prendas en esta etapa también varía un poco. Necesitas mantener la frescura y la jovialidad, pero debes armar “looks” un poco más seguros y no tan arriesgados como los de antes.
En los 40
Es una etapa complicada. Las propuestas en el mercado parecen ser para jóvenes o para señoras mayores. Así que lo que valdrá aquí es que conozcas tu cuerpo y las piezas que lo favorecen. Es una edad que requiere de creatividad y de mucho autoconocimiento. Las piezas básicas pueden ser una buena opción, los accesorios te ayudarán a darles originalidad. Por otro lado, es necesario que tengas confianza y seguridad en ti misma. Puede ser que tu cuerpo haya sufrido cambios por tus embarazos o por el paso del tiempo. ¡La actitud será tu arma esencial!
De los 50 en adelante
Ser mayor no significa perder el estilo y la elegancia. El color y los estampados pueden ser llamativos si los combinas de manera adecuada. ¡Cuidado con los escotes; si son muy pronunciados, solo lograrás verte vulgar!
- Etiquetas:
- Maternidad
- Moda