- Nutrición
4 aspectos que tienes que tener en cuenta para maridar un vino con un alimento
¿Te has dado cuenta que el maridaje se puso de moda? De repente comenzamos a escuchar esta palabra con más frecuencia. Nos invitan a cenas maridaje o nos ofrecen mayor información al momento de elegir un vino. Y es que gracias a la curiosidad de los panameños, estamos abiertos a conocer y experimentar el mundo de los vinos, desconocido y apetecido por muchos.
“Pero qué agobio! Yo no se de vinos, eso dejémoselo a los expertos”. Maridaje a veces suena como una palabra aterradora, pero esto no debe ser así. Se refiere a la correcta combinación entre un alimento y un vino. También se han incorporado a esta práctica las cervezas y; para los más osados, los destilados; ya sea puros o en cocteles.
Siendo el gusto algo tan personal, hay una regla de oro: "el mejor vino es el que más me gusta". Sin embargo, para aumentar el disfrute de una buena comida, existen ciertos lineamientos básicos que nos ayudan a mezclar mejor los sabores y texturas, además combinar alimentos y vinos puede ser una actividad súper divertida.
El vino debe ser considerado un alimento más sobre la mesa y como tal debe disfrutarse. Maridar un vino con un alimento debe tener en cuenta ciertos aspectos como por ejemplo:
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El momento del día: no es lo mismo pensar en un vino para el día que para la noche. Esto aplica además para el clima. Si vamos a ofrecer un brunch en clima cálido, podemos pensar en un espumante bien frío ya sea sólo o como coctél. La selección irá subiendo el color de vino de blanco a rosado y a tinto, en la medida que pasen las horas del día.
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El tipo de reunión: dependiendo de con quién nos vamos a reunir, podemos elegir un vino más o menos encorpado. Son sólo mujeres? Reunión familiar? de negocios?
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El tipo de comida: tradicionalmente se ha asociado el vino blanco a las carnes blancas y el tinto a las carnes rojas. Sin embargo, todo depende de los ingredientes y texturas con que están elaborados los alimentos. Así pues, un filete de pollo al limón queda delicioso con un Sauvignon Blanc o un Pinot Grigio, pero si es una milanesa de pollo, mejor la maridamos con un Chardonnay. Ahora, si la opción es un pastel de pollo con maíz, vámonos con un Carmenere, pero si la salsa es especiada o picante, deberíamos seleccionar un Riesling.
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El presupuesto para el vino: elegir un buen vino no depende del precio. Hay muy buenos vinos en todas las categorías de precios. Si deseamos servir un sólo vino y el menú es de un sólo plato, la selección es muy sencilla (remítete al punto anterior). Pero si el menú es de 3 tiempos y sólo quiero poner un tipo de vino, la mejor recomendación es que los ingredientes de la entrada y el plato principal tengan ciertas similitudes, de manera que el vino seleccionado cuadre con ambos platos. O puedes optar por elegir maridar sólo el plato fuerte. Cuánto estoy dispuesto a invertir en el vino? Debería ser coherente con el valor de la comida.
Mucho del éxito del maridaje está en la experiencia personal: ensayo y error. Se pueden seguir recomendaciones y sugerencias, pero al final, el gusto es subjetivo y será cada persona quien defina el éxito de la combinación de sabores. Lo importante es que el mundo de los vinos es tan amplio y versátil que vale la pena explorarlo y conocerlo. Anímate a elegir el perfecto compañero de los alimentos por siglos. Date la oportunidad de disfrutarlo sin complicaciones. Prueba algo nuevo cada vez. Existen variedad de aplicaciones que ayudan a la selección de un vino, asesórate con el especialista de la tienda o simplemente, déjate llevar. ¡De seguro lo vas a disfrutar!
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