Un dolor de cabeza repentino puede estropear todo tu día, y aunque son muchos los factores que influyen a su aparición en un momento dado, es importante conocer qué hábitos nutricionales podríamos modificar para disminuirlos en alguna medida.
La ciencia ha asociado múltiples veces los dolores crónicos de cabeza con sustancias como la cafeína y el alcohol; sin embargo, información reciente ha indicado que la deficiencia de Vitamina D puede estar relacionada a la afección.
Un estudio de seguimiento realizado en 2017 por la Universidad de Eastern en Finlandia Finland con 2600 hombres entre 42 y 60 años de edad, detectó que aquellos que tenían niveles de Vitamina D por debajo de lo requerido, mostraban con mayor frecuencia dolores crónicos de cabeza; además, existen otros estudios con muestras más pequeñas que respaldan este hallazgo.
La Vitamina D es conocida como una vitamina condicional o una pro hormona, ya que el cuerpo puede sintetizar del 80% al 100% de lo que el necesita a través de mecanismos que se activan en la piel al recibir luz solar. A pesar de esto, su producción puede verse condicionada debido a que no existe una recomendación exacta de cuanta exposición al sol se debe tener: esta puede variar según la hora del día, el país donde se encuentre y la estación del año.
Por otro lado, el color de la piel oscura puede impedir una síntesis adecuada de la vitamina D. La edad también juega un papel determinante, debido a que a partir de los 50 años se puede disminuir la capacidad de formación de esta vitamina. La utilización de protectores solares disminuye el riesgo de cáncer de piel, pero a la vez limita la síntesis de esta prohormona.
Muchas personas hoy en día se dirigen de su casa hacia el trabajo cuando el sol aún no ha salido y regresan de noche, a la vez que permanecen herméticos en oficinas, esto puede ser un factor limitante en el proceso de formación de vitamina D, y a la vez aumentar la posibilidad de dolores de cabeza en hombres.
La deficiencia de Vitamina D debe tratarse principalmente con una buena exposición a la luz solar. Expertos dan recomendaciones generales de exponerse a la luz del día entre 10 a 15 minutos (se puede llegar hasta 30 minutos en el caso de personas con tez más oscura). Es suficiente exponer las manos, brazos y cara, idealmente en horas de la mañana o en la tarde, además de apoyar el tratamiento con alimentos que contengan esta vitamina y suplementos como cápsulas de Vitamina D3.
La alimentación también es fundamental para lograr los niveles óptimos. Los alimentos con mejor contenido de esta vitamina son los pescados grasosos tipo salmón. También podemos encontrarla, en menor proporción, en el hígado de res y el huevo, al igual que en algunos productos fortificados como los cereales, la leche y sus derivados como la mantequilla.
La migraña y la obesidad
Otros estudios relacionan la obesidad con la aparición de dolores de cabeza a idario e incluso desarrollo de migraña en mujeres en comparación con aquellas que mantienen un peso saludable. Aunque aún no están muy claras las razones específicas, podemos decir que la obesidad es una condición que crea cierto desequilibrio en varios sistemas corporales.
El cuerpo tiene muchas formas de reaccionar a las deficiencias o excesos que llevamos de ciertos nutrientes, lo más importante es aprender cada día más sobre cómo alimentarse sanamente y procurar llegar a un equilibrio.