- Cultura
Atrás va quedando el mito de que el "congo se pone lo que encuentre". Más allá de la pollera de parches, existe una tipografía que cada vez toma más relevancia tanto en la etnia negra como en el país
La pollera congo ha tomado protagonismo en los últimos años. El vestuario que utilizaban en sus faenas diarias las esclavas negras (provenientes de África) desde la época colonial, hoy día es ampliamente usado en los festejos y celebraciones especiales de la cultura congo.
La popularización del vestuario femenino congo se debe, en gran parte, al aporte de promotores culturales; uno de ellos, el profesor Ernesto Polanco Muñoz, director del Centro de Estudios Superiores de Bellas Artes y Folklore (CESBAF) del INAC en Colón y rey congo del palenque de San Sebastián de Pueblo Nuevo de Cativá.
Polanco, quien es técnico de folclor, realizó una clasificación de la pollera congo en base a un proceso de observación. Su motivación, hacer un aporte a la cultura y sacar del anonimato al colorido vestuario.
El interés del profesor por mostrar y categorizar la pollera congo se despertó cuando, al realizar sus estudios, se encontraba con los aportes en los libros de las polleras de Dora P. De Zárate y Edgardo De León Madariaga, pero había una realidad: no estaban clasificadas las polleras de Colón.
"Yo escuchaba desde pequeño, y aún hoy en día, que el congo se pone lo que sea. Llegó un momento que dije '¡no puede ser!'. Desde que estoy pequeño yo he visto más de una pollera congo, más de un vestido, entonces, ¿cuáles son?", rememora.
Entonces, se dio inicio a un proceso de investigación. "Empezamos a conversar con los mayores viendo qué encontrabamos". Fue así como detectó cinco tipos de pollera congo, unas más antiguas que otras.
En general, el traje está conformado por dos piezas: una camisa con arandela y un pollerón; además, adornan su cabeza con coloridas flores.
"En el proceso de observación veíamos que la más popular es la pollera congo de flores o estampados; casi todas las abuelas tenían una pollera congo de este tipo en los baúles", reconoce. El traje se caracteriza por estar confeccionado con tela de flores grandes o estampados de diversos tipos, según el gusto de la mujer.
Después, el profesor se encontró con la pollera congo de retazos, aquella que está en el ideario colectivo como la más representativa de las polleras de la etnia negra, pero que según Polanco, realmente comenzó a confeccionarse a finales de la década de los 60, cuando la profesora Felicia de Santizo armó el grupo de congo de la Calle Cuarta.
"Ahí empieza a dársele promoción a esta pollera porque habla de una situación social; pero cuando nos vamos a la formalidad, tú no encuentras ningún baúl con una pollera de retazos de 80 años, lo que te indica que no había. Esto te lleva a un momento en el que se le estaba dando mayor proyección a esto, los primeros congresos, las primeras actividades de la cultura negra", detalla.
La pollera congo de retazos se elabora a partir de pedazos de colchas o de diferentes telas contrastantes.
Luego se introdujo en la organización la pollera congo de tramos combinados. "Es otra forma de usar sobras de tela", aegura Polanco. Narra que al principio se realizaban de tres tramos iguales o dos cortes, y se utilizaban de dos a tres tipos de tela (los restos que le quedaban a las abuelas). En la actualidad, con el poder adquisitivo y el acceso a materiales, le han incluido picarona, es decir, la última rucha o ruedo de tres, e incluso se usa la misma tela en tres colores diferentes.
Posteriormente, apareció la pollera congo de metidos. Según el profesor, se trata de un vestuario similar al de los palenques colombianos. La falda consta de un tramo liso en cada extremo y otro estampado en el centro, y a la inversa.
La pollera congo de parches también hace parte de la tipología. Los grupos congo empezaron a usarlas en colores lisos y les iban metiendo los parches de manera artística y creativa.
Por último, complementa la clasificación la pollera congo pilón portobeleño. Está conformada por una especie de chambra o pilón, que es una camisa femenina de cuello redondo y con los botones diferentes, ya que las abuelas reciclaban los botones que le quedaban de las camisas viejas. Se lleva con una falda estampada de flores pequeñas o zarazas.
"Ahí nos fundamentamos e hicimos la clasificación, y empezó el uso. La gente empezó a preguntar cómo se llamaba cada pollera y las comenzaron a usar en las diferentes celebraciones", subraya.
Una pollera, un festival, una ley sin aprobar
Para reforzar la conservación, el desarrollo y la divulgación de la pollera congo y otras tradiciones de la cultura negra, se instauró, hace casi una década, el Festival de la Pollera Conga (que en 2018 tomó el nombre de Festival de Pollera Congo).
El evento bienal fue creado por la Fundación Portobelo y el Grupo Realce Histórico, en alianza con la Autoridad de Turismo de Panamá y el Patronato Portobelo y San Lorenzo. Se enfoca especialmente en el invaluable aporte que ha tenido la mujer negra y cimarrona en la historia de estas poblaciones y en la supervivencia y preservación de todas las manifestaciones que componen la llamada cultura congo, desde la época de la esclavitud.
El festival incluye entre sus actividades un desfile de polleras congo por las calles de la población de Portobelo, dada la importancia del traje tradicional. También se realiza venta de bebidas y comidas propias de la costa colonense, una exposición fotográfica, desfile acuático de barcas de cada población participante, el gran encuentro de grupos congos con delegaciones invitadas en el escenario principal y un cierre con una rueda de tambores en la plaza central .
Dada la importancia de la cultura congo, el diputado de Cambio Democrático Nelson Jackson presentó el proyecto de ley 624, ‘por el cual se instituye el Festival de la Pollera Congo y de Bailes de Diablos', con el apoyo de líderes y gestores de la cultura congo.
El pasado 23 de abril el pleno de la Asamblea Nacional aprobó en tercer debate el proyecto de ley que causó una gran polémica, debido a que Janelle Davidson, directora del Instituto Nacional de Cultura (Inac), pidió que la institución fuera excluida del nuevo Patronato del Festival de la Pollera Congo y de Bailes de Diablos.
En una misiva, la directora del Inac solicitaba que la entidad cultural no fuera incluida en la propuesta ‘ni como patronato ni como institución obligada a aportar recursos económicos para este festival', que se realiza en Portobelo, Colón, debido a la falta de capacidad presupuestaria del ente que rige la cultura en el país.
El proyecto de ley establece que a partir del año 2019 el INAC tendrá la obligación de aportar $25 mil anuales al Patronato. La Autoridad de Turismo de Panamá dará $60 mil y $20 mil la Zona Libre de Colón.
Así, el diputado Jackson acusó a Davidson de "estar discriminando nuestra cultura negra".
Por su parte, Sandra Eleta, presidenta de la Fundación Portobelo e impulsora del Festival de la Pollera Conga y de Bailes de Diablos, expresó que los argumentos de la funcionaria van en detrimento del evento. "Hay un énfasis en las culturas blancas y no hay un balance que refleje la situaciones étnicas del país", recalcó.
La promotora cultural considera que Portobelo se merece una ley que reconozca su festival. "Se lo ha ganado desde el 89, con los espectaculares festivales de diablos que han llevado a miles de personas al lugar. Eso significa un gran aporte a la cultura colonense, que ha estado marginada".
Lo cierto es que el proyecto de ley que puede darle un impulso aún mayor a la pollera congo y las manifestaciones de la cultura, aún no ha sido sancionado por el presidente de la República, Juan Carlos Varela.