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Muchos de ustedes habrán escuchado estas dos palabras en el gimnasio, revistas, charlas deportivas, etc. Pero no sabemos en verdad qué significan y lo primero que debemos conocer sobre estos dos términos es que hacen referencia a la manera que tiene el organismo de obtener la energía: Con necesidad de oxigeno (aeróbico) y sin necesidad de oxigeno (anaeróbicos), debemos tener claro que siempre intervienen los dos, pero uno de ellos predomina.
Por ello decimos, que un ejercicio es predominantemente aeróbico o anaeróbico.
Ejercicios aeróbicos: son ejercicios de media o baja intensidad y de larga duración, donde el organismo necesita quemar hidratos y grasas para obtener energía y para ello necesita oxígeno. Ejemplo de estos ejercicios son: correr, nadar, ir en bici, caminar, etc., se suelen utilizar a menudo para bajar de peso ya que como hemos dicho, con este tipo de ejercicios se quema grasa. También necesita mucho oxigeno, el sistema cardiovascular se ejercita y resulta muy beneficioso.
Ejercicios Anaeróbicos: son ejercicios de alta intensidad y poca duración. Aquí no se necesita oxígeno, pues la energía proviene de fuentes inmediatas que no necesitan ser oxigenadas por el oxígeno, como lo son el ATP muscular, la PC o fosfacreatina y la glucosa. Ejemplo de estos ejercicios anaeróbicos son: hacer pesas, carreras de velocidad y ejercicios que requieran gran esfuerzo en poco tiempo. Este tipo de ejercicio es bueno para el fortalecimiento del sistema musculoesquelético (tonificación).
La elección de algún tipo de entrenamiento depende de cada individuo y de los objetivos y metas que se tracen, mi recomendación personal es combinarlos para así mantener un nivel bajo de grasa y una tonificación muscular excelente.