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La tasa de supervivencia a cinco años de este cáncer es de un 99%, si se detecta y trata antes de que se disemine a otras partes del cuerpo.
La excesiva exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol y el uso de cámaras de bronceado artificial incrementan el riesgo de padecer un melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel.
Específicamente, experimentar cinco o más quemaduras solares duplica el riesgo de tener este cáncer, el cual surge por el crecimiento descontrolado de las células (melanocitos) productoras del pigmento que le da color a la piel.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 324.000 personas reciben un diagnóstico de melanoma, por año, a nivel global, de las cuales 42 corresponden a Panamá. Cabe destacar que, para el año 2040, se espera que el número de casos de esta enfermedad incremente en más de un 50% en el mundo.
Cualquier persona puede padecer un melanoma; sin embargo, el riesgo acrecienta en individuos menores de 40 años, especialmente en las mujeres. Quienes tengan una tez clara y, además, cabello rubio o pelirrojo, ojos azules o verdes y pecas, e inclusive, se queman más fácil con el sol, también son más propensos a desarrollar este tipo de cáncer.
Para la doctora Rebeca Mora, líder médico de Oncología de Pfizer Centroamérica y el Caribe (CAC), resulta valioso concientizar a la población sobre las señales de un cáncer de piel, para lograr un diagnóstico y tratamiento oportunos, antes de que se disemine a otras partes del cuerpo. El melanoma es de esos tumores que, si se detectan a tiempo, se pueden tratar con éxito.
“Reconocer los cambios en la piel es la mejor manera de sospechar de un melanoma; específicamente, pueden surgir en un lunar existente o más bien, aparecer como un nuevo bulto pigmentado y de aspecto inusual. Desde Pfizer, los incentivamos a consultar con su médico tratante, ante cualquier signo dudoso, mientras nosotros seguimos trabajando en el desarrollo de una nueva generación de fármacos e iniciativas para este y otros tipos de cáncer en el mundo”, continuó la Dra. Mora.
Lugares de aparición de un melanoma
Si bien los melanomas pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, son más comunes en aquellas áreas expuestas al sol, como el rostro y cuello, la espalda, los brazos y las piernas. También, pueden surgir en las palmas de las manos, plantas de los pies y a lo interno de las uñas; a estos se les conoce como melanomas ocultos.
Las pruebas que el médico usa para diagnosticar un melanoma incluyen el examen físico del paciente y la obtención de una muestra de tejido o biopsia de la lesión observada en la piel. En caso arroje un resultado positivo, es importante conocer la fase en la que se encuentra el cáncer y si se diseminó o no hacia los ganglios linfáticos u otros órganos.
Dependiendo del tamaño y de la etapa en la que se encuentre el melanoma, del estado de salud de la persona y hasta de sus preferencias, así será el tratamiento a brindar. Usualmente, se utiliza la cirugía -para extirpar el melanoma y, en caso de haberse expandido, también los ganglios linfáticos afectados-, así como la radioterapia.
“Las terapias dirigidas resultan una opción importante para tratar el melanoma cuando el cáncer se ha propagado a otras áreas del cuerpo y presenta ciertas alteraciones moleculares específicas. Estas se enfocan en atacar las debilidades de las células cancerosas para luego destruirlas. En Pfizer, comprendemos que no solo cada paciente es diferente, sino que los tumores también lo son, y este tipo de terapias se usan a la medida, para aumentar la eficacia y probabilidad de supervivencia de un paciente”, señaló la doctora Mora.
Cabe destacar que la tasa de supervivencia promedio a cinco años, en quienes el melanoma se detecta y trata antes de que se disemine a los ganglios linfáticos, es de un 99%.
Acciones de prevención durante el año
La mejor forma de prevenir el melanoma y cualquier otro cáncer de piel es protegerse contra los rayos UV. Específicamente, evitar la exposición al sol en las horas más fuertes, que suelen ser entre las 10 a.m. y 2 p.m., así como tener especial cuidado en áreas cercanas al agua, nieve o arena, porque estas reflejan e intensifican los rayos UV, lo que incrementa las posibilidades de alguna quemadura.
Otras de las recomendaciones son usar protector solar todo el año, con un factor de protección de 30 o más, así como evitar el uso de lámparas de bronceado y cámaras solares. Además, cubrir la piel con prendas oscuras para proteger brazos y piernas, y utilizar sombreros de ala ancha, gorras o viseras.
“El compromiso de cada persona está en conocer su piel y examinarla con frecuencia, como apoyo ante un posible diagnóstico de melanoma. El nuestro, en Pfizer, es adaptarnos a los cambios que presenta constantemente la enfermedad del cáncer, para poder tratarla, y cambiar la vida de miles de pacientes alrededor del mundo”, concluyó la doctora Mora.
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