- Entrevistas
La cantautora panameña comparte con nuestras lectoras sus ideales a la hora de componer música para todo el mundo.
Traducir emociones es una de sus pasiones. Cantar y componer música responsable, que una, que construya y respete, alimenta su alma. Ella ha demostrado con su talento que siempre se puede hacer buena música sin cruzar las líneas del respeto. Hablamos de Erika Ender, cantautora panameña que ha logrado importantes distinciones a lo largo de su carrera siendo una mujer fiel a sus propósitos e ideales dentro y fuera del mundo de la música.
Ender, que este año cumple 30 años de carrera, conversó con Revista Mujer sobre su desarrollo en el ámbito musical, su crecimiento como cantautora, la forma en la que trabaja para hacer música responsable con la mujer, la evolución de la música durante su tiempo de carrera, entre otros temas.
-¿Qué siente Erika al mirar atrás y ver todo lo que ha cosechado durante estos 30 años de carrera?
Alegría y agradecimiento. Hay un nivel importante de satisfacción cuando uno hace todo por la vía correcta; llámese la vía correcta: valores, esfuerzo, trabajo talento, no pisar a nadie, no ensuciarse, no corromperse y, sobre todo, encarnando algo que puede aparentemente tener todo en contra. Porque siendo mujer, siendo latina, habiendo venido muy jovencita (a Miami en busca de un espacio en la música-1998), es muy difícil que te respeten cuando dices 'tengo 22 años y me quiero comer el mundo' y vienes de un lugar que no tiene una plataforma para grandes ligas, porque es muy distinto llegar de México, de Puerto Rico, que, de Panamá, sobre todo hace 30 años.
Conlleva mucho esfuerzo, mucha perseverancia, resiliencia. El transformar las caídas y los dolores en algo positivo, ese ha sido el mayor de mis aprendizajes en estos 30 años.
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-¿Qué siente al saber que encontró el éxito en un ámbito dominado por hombres?
Una gran satisfacción y una responsabilidad. Hay mucho aprendizaje detrás de ser mujer en una industria que está mayormente llevada por hombres. Creo que lo primero era demostrar que el usar tacón o ponerse labial no te hace menos a la hora de escribir una canción o no te hace incapaz de entender a un hombre, cuando por tantas décadas tantos hombres les han escrito a mujeres. Los más grandes éxitos de todos los tiempos han sido hombres sensibles escribiéndoles a hombres y mujeres. Mi reto, mi desafío era enseñar que nosotras también podemos escribir a hombres.
Ser mujer en un mundo de hombres me enseñó a decodificar al hombre, aprender de él, de lo bueno, tal vez de lo no tan buen, pero como siempre me fijo en lo bueno, aprendí a simplificarme, porque me gustó la simpleza de los varones. ¡Pero me encanta ser mujer, no cambiará en una próxima vida a ser hombre! Sobre todo, cuando hemos demostrado en esta (vida) que podemos lograr las cosas por nuestras propias capacidades.
Aprendí también a colaborar mucho. Aprendí que ser feminista no es ser menos femenina, yo no quiero ocupar el lugar de un hombre, quiero ocupar el lugar que me corresponde con la remuneración, el valor y el reconocimiento que me corresponde por mis capacidades intelectuales y desempeño profesional. No le quiero quitar el espacio a nadie, simplemente quiero tener el mío. El mío resulta que tengo que tengo que ganarlo en medio de una gran cantidad de hombres.
-Música responsable para la mujer, un sello de Erika Ender. ¿En algún momento de su carrera ha recibido sugerencias para modificar sus letras a algo más explícito?
Trato de no sentarme (a componer) para hacer nada irresponsablemente. Si hay algo que, en alguna canción mía, en algún momento haya pasado la línea del buen gusto, no estoy yo en la sesión. ¿A qué me refiero yo con buen gusto? Para podernos expresar está la creatividad, no necesitamos la vulgaridad, y mucho menos en un mundo tan falto de amor, como el de hoy en día donde la salud mental está a la orden del día por la falta de valores, de esencia, por hogares rotos, por la superficialidad en la que vivimos. Mi responsabilidad es poner algo allí (musicalmente)- que el día que yo no esté- cuando alguien lo escuche diga: 'mira, estábamos hablando de sexo, pero se estaba hablando de sexo con buen gusto'.
Yo no tengo ningún problema en hablar de sexo, no tengo ningún problema en hablar de nada. A mí lo que me gusta es hablar de una manera que construya, que una y que respete. Entonces, puede darse que en algún momento alguien, en un futuro de pronto decida grabar algo y quiera colaborar y alguien pues meta alguna palabra (que no sea de mi agrado), me toca parar a mí la canción y decir: 'no, yo tengo coautoría ahí y no me interesa que mi nombre se mezcle con lo que no va con mis propias creencias. Siempre trato de cuidar el papel del ser humano y, sobre todo, el de la mujer. No necesitas cruzar la línea de la vulgaridad.
'Despacito' (Canción de Daddy Yankee y Luis Fonsi, escrita por la propia Ender) es una canción súper sensual que ha demostrado romper barreras, que realmente ha sido un fenómeno y se convirtió en un clásico. La pueden cantar tanto en reggaetón como en clásico con una orquesta detrás y a nadie se le está faltando el respeto (con su letra). Entonces (te das cuenta) que sí hay formas de decir las cosas que el público quiere escuchar, bailar, dedicar, sin rayar en el mal gusto.
-¿En algún momento pensó abandonar su carrera?
¡UFFFF. Me dura 24 horas! Pero, sí me ha pasado. 'Cueste lo que cueste' es una canción que habla de eso. (Sí quise abandonar mi carrera) Sobre todo al principio, cuando pierdes todo, bueno en mi caso. A mi me robaron en Panamá mientras estaba en Miami buscando mi sueño, hubo gente que no me pagó regalías, me pasaron muchas cosas. El principio para mí fue muy difícil. ¡Lloraba tanto! Pero con los años te vas calmando, entiendes que todo tiene su tiempo y que a lo mejor la vida te está preparando para cosas mayores. ¡El que llega no se rinde nunca!
-En este tiempo de carrera musical... ¿qué cambios ha notado en la música?
Un montón, empezando por la tecnología. Es muy importante tomar en cuenta que la tecnología nos acercó al público. El hecho de tener todo al alcance en la palma de la mano es una gran ventaja. Pero lo que tal vez deberíamos intentar balancear un poco más es que la tecnología también ha traído muchos programas, aplicaciones, que son positivas para quien quiera aprender a programar, a grabarse, lo que sea, pero se ha dejado de lado el sentarse y dedicarle tiempo a un instrumento y la magia que eso trae. ¡Nos hemos ido por el lado más rápido! Yo creo que debemos un poco de todo. Si hay algo que tecnológicamente y programado puede sonar ¡qué chévere!, pero no por eso menospreciar lo que por tantos años ha llegado directo al corazón, como un instrumento, la voz natural de alguien que no tenga tanto tratamiento y que realmente esté en tono.
Siempre lo he dicho: la música es un reflejo de la sociedad y, al contrario. Lo que está pasando en la música es simplemente un reflejo de lo que está pasando en el día a día allá afuera.
-¿Qué mensaje le podría dar a las personas que hoy persiguen un sueño y no ven resultados?
Desde mi experiencia puedo decir que todo tiene su tiempo. La sabiduría de dejar la ansiedad solo el tiempo te la da. Todo va dependiendo de cómo vas transformando las experiencias en lecciones y no en fracasos. Yo nunca en mi vida, nada de lo que me ha pasado lo he visto como un fracaso y eso sí se lo debo a mi mamá porque en casa me decían: 'todo tiene un lado bueno'. Yo no me dejo derrumbar, pero esa soy yo. Pero yo diría que es sumamente importante entender que todo tiene su tiempo. ¡Haz las cosas bien que todo llega!
Erika Ender: 30 Años de Trayectoria
El próximo 30 de junio Ender brindará un gran concierto celebrando los 30 años de carrera musical. Será en el Teatro Anayansi, Atlapa, a las 8:00 p.m.
Este evento será beneficio de su Fundación Puertas Abiertas.