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La Dra. Jakubowicz notó que lo que causa problemas de salud no siempre es qué y cuánto comemos, sino también el momento del día en que lo hacemos.
Es posible que hayas escuchado que el desayuno es "el alimento más importante del día", y diveros estudios ayudan a respaldar esta declaración.
Por ejemplo, a finales de 2018 un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Tel Aviv en Israel, señaló que comer un buen desayuno y reducir el tamaño de las porciones en la comida y la cena puede ser la clave para la gente que busca bajar de peso y mejorar sus niveles de azúcar en la sangre.
El estudio halló que los adultos que eran obesos y tenían diabetes tipo 2 perdieron más kilos y tuvieron mejores niveles de glucosa sanguínea después de 3 meses de comer diariamente un desayuno energético.
La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para la diabetes tipo 2; el exceso de peso hace difícil para el cuerpo usar de forma efectiva la insulina, que es la hormona que regula los niveles de glucosa en la sangre. En términos de tratar la obesidad y diabetes tipo 2, cambiar a una dieta más saludable es por lo general el primer llamado de acción. Sin embargo, la Dra. Jakubowicz notó que lo que causa problemas no siempre es qué y cuánto comemos, sino también el momento del día en que lo hacemos.
"El metabolismo de nuestro cuerpo cambia durante el día. Una rebanada de pan en el desayuno brinda una menor respuesta de glucosa y engorda menos que una rebanada de pan idéntica que se consume por la tarde", explica la Dra. Jakubowicz.
Teniendo esto en cuenta, la Dra. Jakubowicz y sus colegas buscaron encontrar cómo los horarios en que se consumen alimentos influyen en la pérdida de peso y los niveles de glucosa en la sangre.
La hora de las comidas ofrece beneficios
El estudio también reveló que en los participantes que siguieron la “dieta del desayuno” disminuyeron significativamente los niveles generales de azúcar sanguínea en tan solo 14 días, incluso cuando las personas no bajaron de peso.
Según los investigadores, este hallazgo indica que la hora de las comidas puede ayudar a controlar la glucosa sanguínea, aunque la pérdida de peso permite mejorar los beneficios.
En general, el equipo concluye que consumir 3 comidas al día—donde el desayuno es la comida más grande—puede ser muy benéfico para la gente con obesidad y diabetes tipo 2.
"Este estudio muestra que, en pacientes obesos con diabetes tipo 2 que se tratan con insulina, una dieta con tres alimentos al día—que consista en un desayuno fuerte, una comida regular y una cena pequeña—puede tener muchos efectos rápidos y positivos en comparación con la dieta tradicional de 6 comidas pequeñas distribuidas uniformemente durante todo el día", indicó la Dra. Jakubowicz.
Estos "efectos positivos" incluyeron "más facilidad para bajar de peso, menos hambre y mejor control de la diabetes al tiempo que se usa menos insulina".
"Una dieta con frecuencias y horarios de comida adecuados desempeña un papel importantísimo en el control de glucosa y la pérdida de peso", indicó la Dra. Daniela Jakubowicz.
La líder del estudio, Dra. Daniela Jakubowicz, catedrática de medicina en la Universidad de Tel Aviv, y sus colegas presentaron recientemente los resultados en el marco de ENDO 2018, la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología, que se llevó a cabo en Chicago, Illinois.
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