- Mente y Cuerpo
Lo sagrado está relacionado con lo real y verdadero, con personas, objetos, vivencias y sitios. Solo tú sabes aquello que traerás como sagrado a tu vida en estos tiempos de fragilidad.
- Cristina Raquel
- www.cristinaraquel.net
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Saludos y buenos días. Mi deseo para ti es que puedas elegir tus actos de poder y bienestar cada mañana con una intencion clara de vivirlo en cada momento de tu día.
Si es la primera vez que me lees, te inivito a revisar los artículos anteriores donde hemos compartido varios “Actos de Poder” para tu bienestar.
Leer más: Actos de poder: la importancia de hacer pausas para renovarte
Hoy quiero invitarte a un ejercicio sencillo refrescante y divertido: tiene que ver con la palabra “sagrado” y lo que eso significa para ti.
Primero veamos su significado etimológico:
1. Que está dedicado a una divinidad o a su culto o que está relacionado con esta divinidad, con la religión o con sus misterios. "Imagen sagrada"
2. Que merece un respeto excepcional y no puede ser ofendido. "La sagrada memoria de nuestros antepasados".
Mi intención es traer la palabra “sagrado” y su significado a un sitio accesible y cotidiano en tu vida, tenerlo como recurso de protección y refugio en momentos donde no hay mucho afuera que nos consuele y aporte fortaleza. Tal vez en tu experiencia lo sagrado tiene una connotación mística, religiosa o espiritual.
Debido a nuestra realidad en Panamá donde se nos ha extendido el confinamiento, supe que tenía que buscar algo en el botiquÍn de las herramientas de bienestar que fuera más allá de lo que hasta ahora estabamos practicando y aplicando.
Es evidente que nos toca tener una mejor relación con la incertidumbre que nos visita, y por eso despues de varios días de reflexión en la búsqueda de aquello que nos puede sostener, dar algún tipo de quietud y calma, pensé en ir a lo sagrado. Me encontré con lo sagrado escuchando un video de Carolyn Myss, una de mis maestras, y supe que ese era el espacio y el sostén que estaba buscando.
A manera de agregar valor a tu vida, hoy te invito a conectarte con lo sagrado dentro de ti, tus memorias y vivencias por la sencilla razón de que lo de afuera en estos momentos no tiene mucho que ofrecer.
Todo aquello dentro de ti sí puedes manejar y decidir transformar. Considera que puede ser el momento preciso para afinar y practicar el uso de ese estado o espacio “sagrado” para descansar la mente y recuperar las fuerzas.
¿¡Qué mejor sostén que lo que aprecias y valoras!? ¿¡Qué mejor consuelo que lo que respetas y admiras!? ¿¡Qué mejor bálsamo que lo que consideras intacto, perdurable y sagrado!?
Lo sagrado es personal, único e íntimo. Lo sagrado está relacionado con lo real y verdadero, con personas, objetos, vivencias y sitios. Lo sagrado no tiene que ver necesariamente con religión o espiritualidad, y a la vez puede que sí lo sea. Solo tú sabes aquello que traerás como sagrado a tu vida en estos tiempos de fragilidad.
Vamos en busca de lo sagrado en tu vida:
Ese espacio sencillo y cercano a ti.
¿Qué es lo sagrado para ti en este momento?
¿Cómo te beneficias si lo traes cada día a tu realidad?
Vamos en busca de objetos sagrados:
¿Cuáles son los objetos sagrados en tu entorno?
¿Tienes alguno cerca? Revisa, mira alrededor.
¿Por qué es sagrado, qué representa?
Un regalo, una herencia, una imagen…
Antes de cerrar, me gustaría invitarte a que le asignes una emoción de alta frecuencia a ese espacio u objeto que has reconocido como sagrado en tu vida. Una emoción de alta frecuencia es aquella que te mantiene en bienstar mental y emocional: la alegría, la gratitud, la paz, la armonía, la generosidad, la aceptacion y el gozo.
Tal vez ya haces esto cada mañana en tu vida. Si no es así, estoy segura que la imagen de lo sagrado y la emoción de alta frecuencia son una buena práctica de bienestar para las próximas semanas y tal vez meses.
No me cabe la menor duda de que este es el momento para revivir y abrazar lo sagrado en nuestra vida. Requerimos de una pausa y espacio de impecabilidad y ecuanimidad para invitar y permitir lo sagrado.
Desde lo sagrado en mi corazón, te abrazo,
Cristina Raquel Sesiones de “Escritura Reconstructiva”