Mar, 10/15/2019 - 18:04
- Mente y Cuerpo
Pregúntate cuáles son las áreas o aspectos de tu vida en donde no estás siendo sincera contigo o con alguien más y por qué. El simple hecho de enfrentar a la verdad le quita poder al miedo y te acerca más a una vida más auténtica.
¡Una verdad! ¿Has sentido esa necesidad de decirle algo a alguien o a ti misma que no te deja dormir?
Siempre he pensado que la verdad te hace libre. Pero la verdad no solo implica no mentir de palabra sino que su práctica requiere de un sentido de entendimiento profundo, ser conciente y tener un balance delicado de honestidad. ¡No todo lo que piensas es verdad!
Gurudev Sri Sri Ravi Shankar explica esto muy bellamente: “Cuando te estableces en la verdad, tus acciones se vuelven fructíferas. Cualquier acción que hagas será fructífera. Muchas personas realizan sus acciones, pero sus acciones no producen resultados. No hay conciencia de verdad dentro. Cuando hay conciencia de verdad dentro, cuando estás establecido en la verdad, el fruto de la acción seguirá a la acción de inmediato. Es la calidad de la conciencia, de la franqueza. Incluso si estás diciendo una mentira, eres lo suficientemente valiente como para decir: "Estoy diciendo una mentira en este momento". Entonces estás diciendo la verdad. Cuando dices una mentira, tu conciencia no es sólida. No es directo. Todo es flojo. No hay fuerza detrás de esto. Una persona comprometida con la verdad está comprometida con la presencia del ser. Para ellos, el éxito llega fácilmente. No es que no encuentre el fracaso, pero finalmente ganará. El lema "Confiamos en Dios" está escrito en dólares estadounidenses. En la moneda india, está escrito "Satyameva jayate" - "La verdad sola triunfa". La verdad finalmente ganará aunque parezca que no está ganando ".
En la filosofía yogica de Patanjali y El Yoga de las Ocho Partes (ver artículo de Ahimsa), la práctica de Satya es la práctica de la verdad. Es el segundo Yama, restricciones o principios morales de conducta que sostienen el desarrollo espiritual. La palabra “Sat” significa literalmente “esencia verdadera” o “naturaleza verdadera”. También significa algo que es puro y que no cambia. En este punto se refiere a nuestra verdadera esencia espiritual, la forma más elevada de practicar Satya, lo que explicaremos más adelante.
“Antes de hablar, deja que tus palabras pasen por tres puertas.
En la primera puerta, pregúntate:‘¿Es cierto?
En la segunda puerta pregunte: ‘¿Es necesario?
En la tercera puerta pregunte: "¿Es amable?" -Texto Sufi
Satya, es el compromiso total con la verdad: en ser, de palabra, en acción, en intención. Para su mejor entendimiento, la práctica de la verdad según Patanjali se enfoca en lo que deberíamos abstenernos de hacer en lugar de con lo que específicamemte deberíamos hacer. Se refiere a ir más despacio con nuestras reacciones y a filtrar cuidadosamemte nuestras palabras para no entrar en conflicto con el primer Yama, Ahimsa o no-violencia. Para ello es importante y necesaria la práctica de la observación.
Satya, el lenguaje de la observación
En reiteradas ocasiones he planteado que la prática de yoga nos lleva a la auto-indagación. Es la única manera de mantenernos consicentes de los que hacemos y las razones, sin juzgarnos.
No es lo mismo decir “soy un desastre y mi vida un caos” a decir “ en estos momentos no estoy muy organizada, necesito tiempo para planear”. La primera frase es un juicio, la segunda una observación.
Ir más despacio, darte el tiempo y la quietud para tu mente, son maneras de hacer un alto para observarte. ¡Sí, observate!
Lo opuesto a la observación son las reacciones emocionales y primitivas a los estímulos del mundo exterior. Cuando reaccionamos o vivimos influenciados por estos estimulos no practicamos Satya o la verdad, somos esclavos de nuestros pensamientos y emociones actuando, hablando o reaccionando desde un lugar de miedo y acondicionamiento, lo que no nos da tiempo de procesar la situacion de una manera real y veraz.
Aprender y aceptar que todas las emociones y situaciones son pasajeras y cambiantes (muchas veces irreales), nos ayuda a entender que la vida no es tan complicada como parece.
Observar los motivos detrás de nuestras acciones: "¿realmente servirá a la otra persona, o estoy haciendo esto por la necesidad de probar algo o ganar algo?". Es una herramienta útil para ayudarnos a aplicar tanto Satya como Ahimsa a nuestras situaciones.
Reconocer tu verdadera naturaleza, la manera más elevada de practicar Satya
Según la escuela El Arte de Vivir: “En el nivel más alto, Satya es estar con lo que es ahora, estar conectado con algo que no está cambiando: su verdadera naturaleza. Tenemos una tendencia a identificarnos o etiquetarnos con cosas que son irreales como nuestros pensamientos, sentimientos, estados de ánimo, acciones, experiencias, juicios, opiniones, todas modalidades temporales y en constante cambio. Ir más allá de esta tendencia y saber que algo profundo en ti no está cambiando, algo que es real, es la práctica de satya. Satya está teniendo conciencia constante de esta realidad o verdad más elevada.”
¡La verdad no es lo que hablamos, sino lo que somos!
Entre otras enseñanzas del Arte de Vivir: “Estar con lo que es, ser sincero en la vida, en el corazón, en la presencia, en la mente, es seguir a satya. La claridad y pureza en su intención, la franqueza en su enfoque, es satya. Tu intención, ¿es veraz? ¿Es tu intención directa, es tu intención clara? ¿O hay algo más detrás de eso? ¿Hay algún otro gancho que guardes allí? Eso indica la verdad. La verdad no es solo lo que hablamos, sino lo que somos, nuestro estado de ser: integridad en nuestras palabras, hechos y lo más importante en nuestras intenciones. Se trata de ser genuino y auténtico. Cuando tenemos tal integridad, nos convertimos en la encarnación de Satya. Nuestro ser lo refleja, nos convertimos en Satya.”
La práctica de Satya requiere mantenerte abierta a la verdad, no solo hacia los demás sino hacia uno mismo. Encontramos allí el mayor reto. Es posible que al no estar alineada con tu verdad encuentres o sientas tu vida en desbalance, cuando no eres sincera contigo misma o no estás diciendo a las personas lo que necesitas de ellos.
Muchas veces no actuamos por miedo a las consecuencias, pero muchas veces nuestros miedos no son realidad, y entre más uno practica su verdad las consecuencias son menos graves en comparacion con las consecuencias de vivir en maya (ilusión).
Una buena manera de practicar este yama es dedicándole tiempo a la contemplación después de meditar o de tu práctica de yoga. Pregúntate cuáles son las áreas o aspectos de tu vida en donde no estás siendo sincera contigo o con alguien más y por qué. El simple hecho de enfrentar a la verdad le quita poder al miedo y te acerca más a una vida más auténtica. Recordando siempre tomar una pausa y filtrar tus palabras: ¿es cierto? ¿es necesario? ¿es útil? ¿no daño a nadie?