Retrospectiva y prospectiva: el inventario para cerrar 2020

Mar, 11/17/2020 - 10:36
Busca tu cuaderno y haz tu inventario de aprendizajes y logros durante este año 2020. Hoy te voy a invitar a rescatar lo mejor de él, y con humildad y agradecimiento hacer tu propio inventario de ganancias y aprendizajes.

Hola MUJER,

¿Cómo te sientes hoy mientras lees estas líneas? ¿Qué deseas en este momento que ocurra en tu día? ¿De qué te vas a hacer cargo hoy que no tenga que ver con nadie más?

 

Yo amanezco con esas preguntas. Temprano, antes de salir de la cama, imagino mi día y sus resultados. Eso me ayuda a enfocar mi energía y mi tiempo.

 

Ya casi llegamos al final de este año 2020 y existen diversas perspectivas y maneras de verlo. Hoy te voy a invitar a rescatar lo mejor de él, y con humildad y agradecimiento hacer tu propio inventario de ganancias y aprendizajes.

 

Para eso voy a compartir los escritos de algunos de los participantes de Café Escritura y las 21 meditaciones que iniciaron en marzo.

 

Leer más: ¿Qué es la escritura reconstructiva y cómo influye en tu bienestar?

 

Te presento a Víctor, de ciudad de México, quien participó en varias sesiones de las meditaciones de los martes

 

  1.  Entendí que la ansiedad no puede ni debe dominarme.
  2. ¡Qué hermoso poder compartir la mesa nuevamente con la familia!
  3. Ayudar a los demás y poder apoyarlos en solucionar sus miedos.
  4.  Siempre hay alguien por quien y a quien darle las gracias (en este caso a ti por tu ayuda y tu guía)
  5. Aprendí que se puede comenzar de nuevo

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

Te presento a Fabiola, ella es una joven artista de Perú:

 

Antes que nada, siempre agradecerte por todo lo que al conocerte pude vivir desde el taller de Café Escritura, las sesiones, las meditaciones y todo lo que compartes.

"No creía en nada y menos en nadie, había perdido la fe, sentía que no había razones para confiar más. Por un buen tiempo caminaba buscando algún rastro que la hiciera revivir, que la hiciera creer, no encontró nada ni en su propia casa.

Un día alzó la mirada y miró por la ventana y ante sus ojos estaba esa luz brillante morada, miró al cielo y agradeció por esta respuesta que pidió, por esa fe que perdió y por la bendición que se le dio.

Hoy debo agradecimiento a la vida por cruzarme en tu camino, por la riqueza que encontré en las sesiones, por la calidez que encontré en tu voz, por lo valiosa que me hiciste sentir al dejarme entrar en tu "casa".

 

Floreció mi creatividad, mi espíritu bailó después de mucho,

mi alma cantó y mi lado frágil se levantó y volví a creer en mí misma.

 

Tribu: unidas en un solo sentir, unidas para expresar y unidas para decir lo que hay en nuestros corazones a través de nuestras manos.

Yo te escucho, tú me escuchas y nos escuchamos y nos admiramos, cada vez que nos juntábamos y nos atrevíamos a contarnos y cantarnos, a darle paso a lo que había en conexión entre el corazón y cerebro.

Abrazarnos a través de las letras nos hizo más fuertes para el nuevo camino que vamos a recorrer desde ahora, el amor que aprendimos hacia nuestras letras y escritos, hacia nuestras historias y relatos nos mantendrá en vida.

Espero haber ayudado con mis escritos, te agradezco demasiado y el primer párrafo te lo dedico a ti Cristina".

 

Te presento a  Seul-ki, una de las “escrituristas” de las sesiones de Café Escritura

 

Durante esos meses restantes de confinamiento, iría descubriendo novedades de la vida que ya había descubierto y que se me había olvidado. Comienzo por aquellas que me llenan de entusiasmo y energía.

  1. Descubrí que es posible desconectarme de la negatividad exterior y transformar la mía a través de un proceso de continua auto-observación; sí, es incómodo al principio, porque la mente se aferra al no cambio; afortunadamente, luego se transforma en una práctica agradable de generación energética.
  2. Reorganicé cosas físicas y estancadas, desde libros, papeles, zapatos y ropa, hasta comida. Ahora sé que puedo vivir con menos. Lo más importante de ese proceso fue haber organizado mis prioridades de vida que habían quedado rezagadas para darle paso a las de otros.
  3. Aunque he sentido frustración, envidia, enojo, impotencia y todas esas emociones que te drenan, sé que siento compasión, amor, alegría, regocijo por las historias heroicas y sencillas contadas por sus gestores o por otros, y que puedo contribuir desde ese espacio de compasión a la consciencia colectiva para que otros estén bien.
  4. Aprendí a escribir crónicas y a disfrutar del proceso creativo de contar historias reales con humor y veracidad.
  5. Me inscribí en seis cursos que estoy terminando a mi propio paso, sin el apuro de los horarios ni la presión de presentar resultados. En el camino, recordé lo mucho que disfruto aprender, así que esos son mis cursos que deseo saborear a mi propio ritmo.
  6. La tapa del coco ha sido la simpleza de enriquecer mi vida desde marzo con la presencia de una gata, a quien le cocino comida real 5 veces al día y mimo lo más posible para borrar los traumas de haber vivido en la calle por 9 meses.

 

Ahora te cuento algunos de mis aprendizajes y logros

 

  1. Compartir y aportar a personas en diversos países a través de 21 meditaciones.
  2. Aprender que existe “literatura para oír” y poder disfrutar, cerrar mis ojos y apreciar los grandes clásicos a través de mis oídos.
  3. Aprender a organizar material estudiado y experimentado y convertirlos en mis contenidos de escritos, charlas y cursos.
  4. Conocer a personas expertas en diseño gráfico, FB ads, edición de videos, manejo de campañas de emails y muchas otras áreas del marketing digital.
  5. Dirigir y disfrutar 21 programas en OM radio de “Tus Actos de Poder”.
  6. La oportunidad de escribir para esta columna y hacerme cargo del valor y la necesidad de auto expresoin.

 

 

Ahora te toca a ti, estimada lectora. Busca tu cuaderno y haz tu inventario de aprendizajes y logros durante este año 2020.

 

Nos vemos la próxima semana…
Te abrazo,
Cristina Raquel

 

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