Qué hacer cuando tu plan no está funcionando

Triunfar es bonito, pero detrás de ese triunfo siempre habrá intentos fallidos. Una de las maneras en las que veo los intentos fallidos es que, al contrario de lo que normalmente pensamos, son momentos en nuestra historia en los que avanzamos más de lo que retrocedemos. Por ejemplo, cuando tropezamos con algo solemos caer para el frente, no para atrás. Igual sucede en la vida, a la hora de fallar estamos llegando poco a poco a la meta que tanto queríamos y aprendemos una manera más de no hacerlo. 

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Muchas veces es más fácil verlo así, pero al estar en el momento del intento fallido todo puede parecer nublado y pensamos que no saldremos de ahí. Todos hemos pasado por esta etapa de la vida y muchas veces nos estancamos y no sabemos qué hacer. Por eso te dejaré unos tips que puedes seguir cuando estés en medio de ese “intento fallido” que seguramente te estará llevando al lugar que soñabas.

Hacer networking 

Hagamos una red de contactos, conozcamos persona que han pasado por nuestro camino de maneras similares, hagamos lluvias de ideas con estas personas y estemos abiertos a aprender de nuevas perspectivas para así poder avanzar. Muchas veces es importante cambiar de plan, pero no de meta (si esta es la que realmente has anhelado y trabajado mucho por lograr). Sal de tu zona de confort, aprende de temas nuevos para poder reinventarte y resurgir de una manera más notoria que antes.

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Cambia tu relación con las equivocaciones

Cuando empezamos a ver la equivocación como un aliado del cual podemos aprender el panorama empieza a cambiar. Recuerda siempre que si no te estás equivocando es porque no estas intentando nada nuevo. Aprende de tus errores y de los fallos que vas teniendo en el camino; esto es algo que se tiene que hacer intencionalmente, aunque muchas veces nos cueste y no querremos saber nada de lo sucedido es importante sacar la parte positiva y crecer de ello desde la compasión.

Cuidar de nosotras mismas

Tómate el tiempo que necesitas para volver a empezar. Está bien hacer una pausa para agarrar aire fresco y volver a empezar de cero con más energías; ve a tu ritmo, no te presiones. Lleva tu proceso de volver a levantarte lo más amable que puedas contigo misma y así, con salud, podrás alcanzar la meta que te habías fijado.