Las mujeres que demuestran enojo suelen perder las discusiones

Jue, 01/28/2016 - 17:23

¿Alguna vez has estado en esa situación en la que estás tratando de probar tu punto en una discusión y simplemente el tema saca tus más bajas pasiones hasta que quizás terminas expresando lo que piesas de una manera no agradable? Después llega el silencio incómodo y te cae la piedra allí en la consciencia: "no debí haber reaccionado de esa manera". 

Pues al parecer es más común esto entre las mujeres de lo que pensamos, y un artículo en la revista Derecho y Comportamiento Humano lo demuestra. Lo que trata de demostrar el estudio es que cuando las mujeres expresan la ira durante la deliberación de grupo, termina echando a perder su argumento, y las personas son menos propensos a ser influenciados por su opinión. Para los hombres, por otro lado, lo contrario es cierto.

"Estas consecuencias divergentes podrían dar lugar a las mujeres potencialmente tener menos influencia en las decisiones socialmente importantes que los hombres, como los veredictos del jurado", escriben los autores, Jessica Salerno, de la Universidad Estatal de Arizona y Liana Peter-Hagene de la Universidad de Illinois en Chicago.

En el estudio las encargadas hicieron lo siguiente. Le dieron a 200 estudiantes detalles sangrientos de un juicio verdadero. El caso era que la fiscalía reclama que un hombre degolló a su esposa, por supuesto, mantándola. La defensa del acusado había argumentado que la mujer estaba deprimida y se suicidó. Los estudiantes que participaban del estudio recibieron las descripciones escritas de las declaraciones reales de testimonios de testigos, y dos fotografías de la escena del crimen real.

Lo siguiente fue que los estudiantes pudieron ingresar a una sala de chat por medio de las computadoras, donde también participaban otros estudiantes del campus. Antes de sentarse a chatear con otros estudiantes sobre la deliberación que se iba a tomar en el caso, cada estudiante había señalado lo que consideraba y su grado de confianza en ello acerca del caso. Pero, aquí viene lo interesante. Después del chat volvieron a dar su consideración y su grado de confianza. 

El truco del estudio fue el siguiente: en la sala de chat cada grupo tuvo un disidente, es decir, un personaje que argumentaba lo contrario de los participantes. Por supuesto, esto estaba programado. Para algunos grupo este disidente era hombre (Jasons) y para otros era una mujer (Alicia). Los participantes del estudio observaron que algunas veces estos dos personajes comunicaban su opinión con ira, y otras veces sin ningun tipo de emoción. 

Los resultados arrojaron los siguiente: Cuando Jason argumentaba su opinión con ira, los participantes tendían a a perder la confianza en su decisión inicial. En cambio, cuando Alicia expresaba las cosas de manera enojada, los participantes ganaron confianza en su propia opinión contraria. 

Ya saben chicas, la próxima que estén en una discusión de pareja, traten de mantener los aires calmados... ¡van a ganar! 

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