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Las noches sin dormir son un rito de iniciación por el que atraviesa la mayoría de los nuevos padres, pero no te desanimes. Puedes ayudar a tu bebé. ¡En serio!
Si no has podido dormir bien ni una sola noche desde que nació tu bebé, no eres la única. Las noches sin dormir son un rito de iniciación por el que atraviesa la mayoría de los nuevos padres, pero no te desanimes. Puedes ayudar a tu bebé a dormir toda la noche. ¡En serio!
El desarrollo de un ritmo
Los bebés recién nacidos duermen 16 horas o más por día, pero a menudo en períodos de tan solo unas cuantas horas por vez. Si bien el patrón puede resultar errático al principio, un horario de sueño más uniforme surgirá a medida que el bebé madure y pueda pasar más tiempo sin alimentarse.
A los 3 o 4 meses, muchos bebés duermen al menos cinco horas seguidas. En algún momento durante el primer año del bebé (cada bebé es diferente) comenzará a dormir durante aproximadamente 10 horas por noche.
Haz que tu bebé duerma en tu habitación
Lo ideal es que tu bebé duerma en la habitación contigo, pero solo en una cuna, un moisés u otra estructura diseñada para el sueño infantil, durante al menos seis meses y, si es posible, hasta un año. Esto podría ayudar a reducir el riesgo del síndrome de muerte infantil súbita.
Las camas para adultos no son seguras para los bebés. El bebé puede quedar atrapado y sofocarse entre los listones de la cabecera, en el espacio entre el colchón y la estructura de la cama o en el espacio entre el colchón y la pared. Un bebé también puede sofocarse si uno de los padres dormido se mueve por accidente y cubre la nariz y la boca del bebé.
Estímulo para buenos hábitos de sueño
Durante los primeros meses, la alimentación en el medio de la noche seguramente interrumpirá el sueño tanto de los padres como de los bebés, pero es una buena idea ayudar a que tu bebé duerma bien desde el comienzo. Ten en cuenta los siguientes consejos:
- Sigue una rutina uniforme y tranquila para la hora de irse a la cama. La sobreestimulación por la noche puede dificultar que tu bebé se tranquilice para dormir. Prueba bañarlo, acurrucarlo, cantarle, tocar música tranquila o leerle, con un punto final claramente definido cuando sales de la habitación. Empieza estas actividades antes de que tu bebé esté demasiado cansado en una habitación tranquila y con poca luz.
- Lleva al bebé a la cama cuando esté somnoliento, pero despierto. Esto ayudará a que el bebé asocie a la cama con el proceso de quedarse dormido. Recuerda colocar al bebé boca arriba para que se duerma y quitar de la cuna o del moisés frazadas u otros elementos blandos.
- Dale tiempo a tu bebé para que se acomode. Es posible que tu bebé esté inquieto o llore antes de encontrar una posición cómoda y quedarse dormido. Si el llanto no cesa, controla al bebe, ofrécele palabras reconfortantes y sal de la habitación. La tranquilidad de tu presencia puede ser todo lo que necesita el bebé para quedarse dormido.
- Considera el uso de un chupete. Si tu bebé tiene problemas para acomodarse, un chupete puede ser la solución. De hecho, se ha sugerido en investigaciones que usar un chupete durante el sueño ayuda reducir el riesgo del síndrome de muerte infantil súbita.
- Haz que el cuidado durante la noche no sea muy exagerado. Cuando el bebé necesite cuidados o que se lo alimente durante la noche, mantén las luces atenuadas, habla bajo y muévete con tranquilidad. Esto indicará al bebé que es momento de dormir y no de jugar.
- Respeta las preferencias de tu bebé. Si el bebé se duerme tarde o se levanta muy temprano, es recomendable que regules las rutinas y los horarios según estos patrones naturales.
Sin perder la perspectiva
Recuerda que hacer que tu bebé duerma toda la noche no es una medida de tus habilidades de crianza. Tómate el tiempo para entender los hábitos de tu bebé y su manera de comunicarse para que puedas ayudarlo a dormir mejor. Si tienes inquietudes, habla con el médico de tu bebé.
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