- Entrevistas
La productora del Fashion Week Panamá nos habla sobre la industria de la moda en el país y los obstáculos que debió superar para subir su nivel.
Marie Claire Fontaine de Bueno es uno de los rostros más representativos de la industria de la moda en Panamá. Ella, junto a su colega Astrud Cordero son el dúo dinámico de la moda. Ambas son precursoras del evento de moda más importante del país, vitrina de disñeadores nacionales e internacionales: El Fashion Week Panamá (FWP), que este año celebra su 17 edición.
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No obstante, la relación de estas visionarias comenzó desde antes: Se conocieron en Physical, donde Marie Claire había entrado (un año después de que la stylist Nikki de Roy la fundara como una escuela de aeróbicos) para abrir la escuela y agencia de modelos. Astrud entró a Physical siendo una jovencita rebelde de 18 años, que escaló hasta ser pieza importante del engranaje de la agencia, que produce la semana de la moda panameña.
A partir de allí se hicieron un camino juntas en la industria, como Marie Claire describe "siempre juntas en las buenas y en las malas". Y es que precisamente, elevar el nivel de la moda local y posicionarla en la región no ha sido una tarea fácil. A continuación Fontaine nos cuentan cómo lo han logrado y qué retos aún se deben superar.
¿Cuáles han sido tus pasos junto a Astrud en el mundo de la moda?
Mucho recorrido juntas. Desde los tiempos de Chica Modelo (1996-2008), Miss Panamá (1985-2003), Días de Moda (2001-2008) y FWP (2010-2018). Somos Autodidactas y creativas. Nos fuimos poniendo exigentes con nosotras mismas, peregrinamos por muchos fashion weeks del mundo para aprender y reinventarnos. Fuimos a Londres, Berlín, NY, Sao Paolo, Miami, Dominicana, Colombia, Nicaragua. De todos lados uno aprende tanto, solo mirando, experimentando. Pero el mayor aprendizaje ha venido de la experiencia, de las equivocaciones, los aciertos y de atrevernos.
¿Cuáles han sido los mayores retos que han tenido que superar en esta industria y cómo lograron superalos?
El mayor reto para nosotras como productoras del FWP es hacer un evento que proponga un deseo de consumo de lo nacional, darle valor a lo que hay detrás del trabajo de cada diseñador panameño. Las redes sociales han servido para eso, pero sobre todo los comunicadores, la prensa, que han apostado a dar contenido relacionado a esto en sus medios, que han apoyado el proyecto.
En cada diseño, hay procesos de pensamiento, trabajo, creatividad y búsqueda, que a veces el cliente potencial no conoce, por eso el valor de cada pieza.
El mayor reto actual es sostener el evento como FWP en un país en donde la economía está medio detenida. El mayor reto será reinventarse. La estructura actual del evento va a cambiar mucho para futuras versiones.
Por otro lado, los propios diseñadores tienen sus retos aún mayores en una demanda cada vez mayor, gracias a eventos como este. Ellos no encuentran mano de obra capacitada, los costos de producir en Panamá son elevados, no hay insumos suficientes. Se está viendo posibilidades de outsourcing por poder producir y comercializar fuera del país.
¿Cuál crees ha sido el mayor aporte que junto a Astrud han hecho a la moda panameña?
Al tener una plataforma con FWP, que pide calidad en la propuesta de colecciones, y donde participa la prensa foránea y diseñadores internacionales con trayectoria, se ha generado una competencia muy positiva y de crecimiento entre los diseñadores. A través de los años, se ha logrado que estos talentos se unan para trabajar por un país y una industria que está comenzando, aun después de tantos años. El gremio de los diseñadores se une con más fuerza cada vez, y crece fortalecido por el trabajo de todos para capacitar, educar y conseguir juntos la posibilidad de desarrollar una producción de confección adecuada y una posible comercialización en otros países.
¿Qué logros has tenido a través del FWP?
A nivel personal, pensaría que ha sido poder descubrir talentos que despegan gracias a esta plataforma que los expone, tanto en Panamá como en la región. FWP es la ventana para que reconozcan a los creativos que se dedican al diseño. El evento es la vara alta que todos quieren alcanzar para tener el reconocimiento mediático y de potenciales clientes.
¿Crees que los panameños viven la moda?
Cada vez más. Todavía falta, pero para allá vamos.
¿Qué tanto ha evolucionado la moda panameña durante los últimos años?
Mucho.
¿Cuál ha sido la clave para darle una nueva oportunidad a la moda panameña?
La clave es que la propuesta debe tener una identidad creativa única. En FWP se busca un producto que sea auténtico, diferente, que tenga los requisitos de una propuesta a nivel internacional con acabados impecables y que sea coherente, pero a la vez con identidad creativa de algo que solo un panameño pudo realizar. En Panama hay varios ejemplos de diseñadores con procesos de pensamiento que acaban en una propuesta única que interesa al panameño, pero más al turista o comprador internacional.
¿Qué le falta al mercado local para posicionarse a niveles de otros países?
Si hay que resumirlo en pocas palabras, diría que capacitación de mano de obra y más capacidad de producción. Las escuelas de Diseño (Universidad Nacional, Usma, Ganexa) están formando chicos interesantes, buenos prospectos, ricos en propuesta creativa.
Fashion Week Panama, de la mano de los medios de comunicación, ha hecho su parte para que el panameño ponga atención y conozca la moda y el diseño nacional. Se necesitan ciertas políticas e incentivos gubernamentales para que se desarrolle aún más la industria.
Falta mano de obra; los talleres de capacitación son muy importantes por todo el país. El interior tiene gente muy hábil y con potencial increíble para entrar en la rueda de la confección. La Asociación de Diseño, Moda y Afines de Panamá (Adimap), está creando talleres puntuales sobre temas que son importantes para los diseñadores y que ayudan con temas importantes para la formación.
Llama la atención que en la industria de la moda, a diferencia de otras, hay muchas mujeres liderando. ¿Qué factor piensas ha sido determinante para que esto ocurra?
Pensaría que las mujeres amamos el arte, organizar y potenciar; somos solidarias con los artistas, sensibles. Sin embargo, en lo personal, creo que en tema diseñadores, los actores masculinos llevan más peso que las mujeres, o tal vez igual. Tocaría investigar.
También hemos visto que junto a Astrud has incursionado en otras actividades, como Macrofest, que mezclan la moda con el arte y la cultura. ¿Por qué decidieron hacer esta fusión?
Macro comenzó como un evento en el cual queríamos tener la música y la moda de la mano. Ya en los tiempos de Chica Modelo (año 2000), empezamos a incluir a Senor Loop en vivo como parte de los shows. Pero era un solo día de evento. Vimos crecer a los Loop, por unos 6 años consecutivos fueron nuestros músicos invitados y se llegaron a hacer pasarelas con ellos tocando mientras las modelos caminaban. Entonces nos dimos cuenta de que era una buena combinación.
Después vinieron otras disciplinas. Se hizo 'Armada de diseñadores'. Justine Pasek fue productora asistente en esos tiempos (2000-2002) y participaron artistas haciendo piezas, tipo performance. Una cosa llevó a otra... Cuando dejamos de hacer el concurso de modelos, decidimos hacer el festival uniendo disciplinas creativas. Luego, vinieron otros contenidos, como los Pop Up Markets de Macro (año 2011-12), y las conferencias que hacen parte del proyecto; se ha ido depurando el concepto con el paso de los años. Macrofest ha servido de referencia para otros eventos que se hacen parecidos, pero la esencia y espíritu de Macro son especiales.