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Vivir sin el servicio de agua 24/7 es real para miles de ciudadanos del área Oeste. El problema ya es conocido, pero la pandemia llegó para avivar aún más su calvario.
Desde antes de la pandemia por COVID-19, varios sectores de la provincia de Panamá Oeste vivían con el constante problema de la falta de agua, un dilema ya conocido por todos que se atribuye en ocasiones al aumento de la población, y que aviva comentarios en redes sociales y manifestaciones; acciones que al parecer, no han conseguido un resultado favorable y duradero.
Ahora, en medio de la crisis sanitaria, el problema se ha intensificado, pues muchos siguen realizando teletrabajo, lo que les lleva a estar más tiempo en sus hogares, o por el recuerdo constante del lavado de manos para evitar el contagio del virus. Pero, tener agua potable las 24 horas al día, los siete días a la semana, sigue siendo un sueño para algunos residentes de estas zonas.
Para Iván Cano, director de Operaciones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), el problema de la falta de agua en Panamá Oeste se debe a la oferta y demanda, pero menciona que ahora, en esta época de covid se ha incrementado, porque las personas usan más el agua.
“Si la demanda por persona antes era de 80 galones diarios, ahora la gente está usando 100, por eso se ha intensificado el problema. Las personas que recibían de 24 a 20 horas al día el servicio de agua ahora solo reciben 16, los que recibían 8 ahora solo 4, y los que recibían 4 solo reciben una hora o a veces inclusive nada”, explica Cano.
Por su parte, los residentes de los corregimientos de Arraiján, Burunga, La Chorrera, y otras áreas de Panamá Oeste, consideran que las autoridades ya ni se preocupan por brindar una solución permanente, porque han convertido el problema de la falta de agua potable en algo común y corriente.
De hecho, en la plataforma 311.gob.pa Centro de Atención Ciudadana llegan aproximadamente 300 reportes por falta de agua al día (algunos repetidos), según datos suministrados por Cano.
Los afectados, cansados de la problemática, además de enviar sus reportes, tienden a manifestarse y cerrar calles para que el personal del Idaan resuelva el daño cuanto antes, y así ellos poder llevar una higiene adecuada, tanto del cuerpo como del hogar.
Algunos residentes de Panamá Oeste compartieron su vivencia con la falta de agua potable en sus hogares.
Juan: “El agua no llega, y si llega es solo por 35 minutos. Este problema siempre ha sido frecuente en la comunidad donde vivo (Arraiján Cabecera). Hay días e incluso semanas que el agua no llega, y entonces nos debemos abastecer con cisternas. Con la pandemia, el problema se ha empeorado, porque inclusive los carros cisternas no se aproximaban a las barriadas cuando inició la crisis sanitaria por COVID-19”.
Jesús: “Llevo más de 20 años viviendo en Arraiján y la falta de agua siempre ha sido un problema persistente. Antes de la pandemia, yo me quejaba de la situación, porque se iba el agua todos los fines de semana, pero desde que empezó la pandemia, la problemática se puso peor, porque ahora no existe día que no se vaya el agua, y cuando regresa solo es por algunas horas (que realmente no alcanzan para hacer todo lo que uno debe hacer, como lavar, recoger agua y limpiar el hogar). Las autoridades hasta ahora no dan una solución duradera, porque cuando se va el agua por varios días ni siquiera envían cisternas”.
Eric: “En Burunga tenemos problemas con el agua desde hace aproximadamente tres años y medio. Todo empezó cuando empezaron a construir las barriadas nuevas en Nuevo Chorrillo, desde ese entonces empezó a disminuir la presión del agua. Antes del proyecto, nosotros teníamos agua 24/7, pero ahora solo llega el agua en horas de la madrugada, y a esa hora es que uno tiene que aprovechar para lavar, recoger agua en los tanques… Hay veces que el agua ni siquiera llega en las madrugadas, y estamos hasta dos o tres días sin agua; por ello también hemos tenido que recurrir a comprar tanques de reserva”.
Ana: “El problema del agua siempre ha sido recurrente en nuestra comunidad, nosotros vivimos en Arraiján Cabecera desde 1998, y ese problema siempre se ha mantenido. Hablando solamente de este último año, el agua casi siempre viene dos o tres veces a la semana en la madrugada. Tenemos que estar pendientes para llenar los tanques y todas las vasijas que se puedan. Debido a eso también hemos tenido que comprar tanques de reserva para tener un poco más en los siguientes días. Cuando consultamos a qué se debe el problema, nos comunican que es debido a fallos en las turbinas o que está en reparación, sin embargo, nunca vemos mejoría”.
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Ante los comentarios de los residentes de Panamá Oeste, el director de Operaciones del Idaan dice que la institución se encuentra trabajando en soluciones que brinden ayuda a la población, no solo del área Oeste; una de ellas ha sido la perforación de 10 pozos en el sector de Arraiján; la reparación de fugas con ayuda de empresas privadas; el proceso de la operación de la planta en Howard, en el cual se prevé el ingreso de cuatro millones de galones de agua; y por último, el diálogo y la coordinación con la Autoridad del Canal de Panamá para el uso de más agua de la potabilizadora de Miraflores y Mendoza.
Además, Cano menciona que para ellos no ha sido nada fácil, pues desde que inició la pandemia, el personal del Idaan nunca ha dejado de trabajar, incluso con las dificultades que se presentaron, se contagiaron del virus e incluso algunos murieron, pero indica que el distanciamiento ha sido uno de sus mayores problemas, pues en los carros no podían estar la misma cantidad de trabajadores que antes, y eso complicó un poco la logística de la producción, pero poco a poco han ido mejorando, ya que el Estado les ha brindado vacunas para estar un poco más protegidos a la hora de realizar las labores en la institución.
Cano dice comprender la molestia de la ciudadanía por la falta de agua, por ende, en la entrevista ofreció disculpas a todos, y mencionó que el Idaan está haciendo su mayor esfuerzo (financieros y operativos) para mejorar el servicio. También hizo un llamado a aquellos que sí cuentan con agua 24/7, a que hagan un buen uso de ello.
Datos
Hace aproximadamente once años, la falta de agua no era un problema tan frecuente para la provincia de Panamá, según un censo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Inec) en el año 2010, en el que se muestra que el 91.7 % de la población panameña disponía de agua potable a través de conexión domiciliaria, como acueductos públicos del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), acueductos de la comunidad o particular.
Las únicas áreas afectadas por la falta de agua en ese año eran las zonas rurales con un 48.6%, seguido de las comarcas indígenas con un 45.9 % y por último, el área urbana con un porcentaje mínimo del 5.5%, de acuerdo al censo de 2010.
El estrés hídrico (cuando la demanda es más alta que la cantidad disponible) afecta a más de dos mil millones de personas a nivel mundial, y se proyecta que la cifra podría aumentar con el pasar de los años, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.