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Aumenta el porcentaje de personas que huyen de la violencia en Centroamérica. ACNUR pide colaboración de gobiernos americanos.
GINEBRA, 5 de abril de 2016 (ACNUR) - El número de personas que huyen de la violencia en Centroamérica ha aumentado a niveles que no se conocían desde que la región fue azotada por los conflictos armados en los años ochenta y se requiere acción urgente para asegurar que los niños no acompañados y otras personas vulnerables reciban la protección que merecen.
Solamente el año pasado, 3.423 personas, la mayoría de El Salvador y Honduras, solicitaron asilo en México -con un aumento del 164% con respecto a 2013 y del 65% con respecto a 2014. Las solicitudes de asilo de salvadoreños sufrieron un incremento de cuatro veces en este período. México actualmente acoge a 3.448 refugiados, en su mayoría procedentes de Centroamérica.
El número de las solicitudes de asilo presentadas por personas que huyen de la violencia en El Salvador, Honduras y Guatemala -“Triángulo Norte de Centroamérica”- subió dramáticamente también en otros países de la región. Costa Rica, por ejemplo, registró 2.203 solicitudes de asilo en 2015 -con un aumento del 176% con respecto a 2013 y del 16% con respecto a 2014- sobre todo a raíz de las llegadas desde El Salvador. Costa Rica acoge actualmente a 3.616 refugiados.
En Belice, país que cuenta con una población de 400.000 personas, se registraron 633 solicitudes de asilo en 2015, con un aumento de diez veces con respecto a 2014. Los otros países de la región, es decir, Nicaragua y Panamá, también están registrando los mismos fuertes aumentos de las solicitudes de asilo de personas que huyen de los países del Triángulo Norte.
Confirmando la tendencia de los años anteriores, los datos preliminares de 2015 muestran que Estados Unidos continúa siendo el país que recibe el mayor número de solicitudes de asilo desde el Triángulo Norte. Al confirmarse los datos actuales, estaría registrando un aumento del 250% con respecto a 2013 y de casi el doble con respecto a 2014.
El ACNUR considera que la situación actual en Centroamérica representa una crisis de protección. Expresamos particular preocupación por el rápido aumento, entre los que huyen, de niños no acompañados y mujeres, quienes se enfrentan al reclutamiento en pandillas criminales, a la violencia sexual y de género y al asesinato.
La violencia a gran escala y la persecución a manos de actores criminales armados ya se han convertido, junto con la pobreza y la falta de empleo, en las causas principales de los movimientos migratorios desde el Triángulo Norte.
La creciente crisis en Centroamérica requiere con urgencia una intensa respuesta de protección y un enfoque regional hacia la responsabilidad compartida. El ACNUR está trabajando de cerca con los gobiernos de la región y los socios de la sociedad civil para mejorar la capacidad de identificación de las personas forzadas a huir de la violencia y la persecución en el Triángulo Norte. En el caso de los niños, quienes necesitan asistencia a la hora de tomar las decisiones adecuadas respecto a su solicitud de asilo, eso significa que deben existir procedimientos para la determinación del interés superior del niño para garantizar que no sean devueltos adonde sufren riesgo de persecución.
También estamos trabajando para aumentar la capacidad de recepción, mejorar la asistencia a los solicitantes de asilo, y crear cupos adicionales en los albergues para migrantes de las organizaciones de la sociedad civil, para que también puedan acoger a solicitantes de asilo. La agencia también está instando a los gobiernos a que faciliten vías legales para la admisión de los refugiados, para que ya no tengan que recurrir a traficantes y tratantes de personas, exponiéndose así a explotación y abusos.
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