- Mente y Cuerpo
Cuando compras prendas de vestir también adquieres bacterias y productos químicos que se anidan en ellas. Por ello, nunca las uses sin lavar.

Cuando compramos esa camisa que tanto deseábamos o aquel jeans que por días veíamos a través de la vitrina, lo primero que queremos es lucirlo y presumirlo. Sin embargo, no es lo correcto, al hacerlo se está atentando contra la salud, pues se puede decir que se está vistiendo una gran cantidad de gérmenes.
Y es que comprar ropa nueva no es sinónimo de que esté limpia. Sin importar el lugar donde la adquieras, hay muchos detalles que debes tomar en consideración antes de ponerla con el resto de tu ropa.
Toma nota:
- Tus prendas nuevas son manipuladas por muchísimas personas: las que la elaboran, las que las transportan, las que la venden…
- Mucha ropa ha sido tratada con productos químicos (como el formaldehido) o pesticidas, con el objetivo de mantener intacto los textiles, que pueden provocar reacciones alérgicas bastantes severas o en el mejor de los casos, ronchas, comezón o ardor.
- Se ha comprobado que en la ropa nueva puede haber bacterias y gérmenes que viven en las fibras durante meses.
- Hay ciertas telas y estampados que tienen mayor riesgo de contener residuos que te pueden hacer daño, especialmente si sufres de alergias o la piel es muy sensible.
- No sabes qué personas e la probaron antes que tú.
Como ves, la ropa nueva no está para nada limpia, al contrario, es cuando más contaminada está, por ello es muy importante lavarla cuidadosamente. Tampoco se debe poner en la cesta de la ropa sucia, de esta manera, se evita que las bacterias se pasen a estas.
María Luisa Ávila, infectóloga, comentó que es sumamente necesario lavar la ropa nueva, sobre todo cuando se trata de la ropa interior. Advirtió que se debe tener mucho cuidado con las prendas que se compran en tiendas de ropa americana, porque aunque estas aseguran tener un buen manejo con sus productos, es mejor evitar problemas.
Es importante tener mayor precaución al comprar ropa para bebé, recuerda que la piel de estos es demasiado delicada y es más fácil que adquieran algún tipo de alergia. Por ello, hay que lavarlos con detergentes y secarlos al sol, así se eliminarán ácaros, gérmenes y los químicos que tenga la prenda.