Jue, 09/12/2019 - 14:39
- Destinos
Un festivo paseo sobre coloridas barcas por los últimos restos de un enorme sistema para transportar agua que construyeron los aztecas.
Texto y fotos: Andrés Villa
Xochimilco está en las afueras de la Ciudad de México. Sus canales de aguas fluviales son los sitios para que el turista encuentre el corazón de la Ciudad de México DF. Es allí donde gente humilde lucha día a día para procurarse el sustento. Todas las ocupaciones están relacionadas con la navegación sobre esas vías acuáticas.
Las embarcaciones más populares son las trajineras. Hay cientos de ellas. Según los remeros, llegan a dos mil. Tienen el fondo plano y están hechas con tablones e impermiabilizadas con técnicas tradicionales. Todas tienes arcos coloridos con nombres de mujer. Están decorados al gusto del propietario. Son impulsadas con pértigas que el conductor hunde en el fondo de los canales.
Estas barcas pueden transportar por las tranquilas aguas de 20 a 25 turistas, quienes disfrutan tomando cervezas, refrescos o comiendo populares tacos y elotes que les acercan otros remeros en botes pequeños. Son muy habilidosos, pues transportan fogones donde hierven los elotes y otros donde los asan.
En los canales se oye música de decenas de conjuntos de mariachis, que aportan uno de los mejores atractivos que México ofrece: su repertorio musical. Una de las canciones más populares es el “Mariachi loco”. De ritmo rápido que pone a todos a bailar.
Los mariachis son un elemento fundamental de la cultura del pueblo mexicano. Estos conjuntos de trompetas, violines, guitarra y guitarrones, y con voces extraordinarias, son capaces de complacer cualquier recuerdo o situación amorosa. Son tradicionales y surgieron en el siglo XIX para celebrar bodas.
Por todo eso Xochimilco es una revolución de color y notas musicales. Las trajineras abundan, así que se chocan continuamente; pero eso está en el juego y sus conductores no se enfadan. La gente canta, compra coronas de flores, bebe... Los mexicanos son actores de segundo plano: trabajan y hábilmente se ganan la vida.
Estos canales recuerdan viejas técnicas agrícolas, la de las chinampas. Desde antes de la llegada de los españoles, se llenaban de tierra barcas o armazones de madera y allí se cultivaba. Se aprovechaba el lodoso y fértil fondo de los canales. Eran tan efectivas que se daban tres cosechas al año.
El sitio también es testigo de los recuerdos de una ciudad fantástica, Tecnochtitlan, palabra nahualt, que significa “el tunal divino donde está el ombligo de la luna”. Esta fue la capital del imperio Azteca conquistada por Hernán Cortés entre 1519 y 1521. Una gran ciudad sobre un gran lago del que solo queda los canales de Xochimilco.
El sitio es muy reconocido. Su diversidad de recorridos turísticos (de una hora, de medio día, con almuerzo, con bebidas, fiestas de grupos, etc.) se puede reservar por medio de agencias de viajes. Se llega en buses turísticos desde los hoteles de la ciudad de México en un viaje de 45 minutos.
Xochimilco es, sin duda, un emblema de la historia y del folclore mexicano.
Leer más: Marvel, Frozen y Star Wars se apoderan de Disneyland en París
- Etiquetas:
- Viajes