Las funciones de Instagram que dañan la salud mental de adolescentes

Vie, 10/27/2023 - 16:18
Estas cinco funciones de Instagram ayudaron a Meta a enganchar de forma engañosa a los adolescentes y perjudicar su salud mental, alegan las demandas presentadas por 42 estados de EE UU contra Meta.

En 2019, Adam Mosseri, un alto ejecutivo de Instagram, apareció en televisión para describir el modo en que la aplicación de redes sociales, propiedad de Meta, estaba “replanteándose toda la experiencia” para priorizar el “bienestar” de los usuarios por encima de todo lo demás. Ayer, un grupo bipartidista de fiscales generales que representan a 42 estados de EE UU alega en una serie de demandas que las declaraciones de Mosseri formaban parte de un patrón de engaño de más de una década por parte de Meta, que sostenía que Instagram y Facebook eran seguras, cuando en realidad perjudicaban a los jóvenes.

Las demandas reclaman que Meta antepuso la participación de los usuarios a su seguridad. “A pesar de la abrumadora investigación interna, el análisis de expertos independientes y los datos disponibles públicamente de que sus plataformas de redes sociales dañan a los usuarios jóvenes, Meta sigue negándose a abandonar el uso de funciones perjudiciales conocidas y, en su lugar, redobló sus esfuerzos para tergiversar, ocultar y restar importancia al impacto de esas prestaciones en la salud mental y física de los jóvenes”, señala la denuncia principal, liderada por Colorado y Tennessee. Según esta, unos 22 millones de adolescentes de Estados Unidos utilizan Instagram cada día.

Liza Crenshaw, portavoz de Meta, declara que la compañía introdujo más de 30 herramientas, como controles parentales y límites de uso, para apoyar a los usuarios jóvenes que, según observa, también sufren una creciente presión académica, un aumento de la desigualdad de ingresos y unos servicios de salud mental limitados. “Compartimos el compromiso de los fiscales generales de proporcionar a los adolescentes experiencias online seguras y positivas”, afirma Crenshaw. “Nos decepciona que, en lugar de trabajar de forma productiva con empresas de todo el sector para crear normas claras y adecuadas a la edad para las numerosas aplicaciones que utilizan los adolescentes, los fiscales generales hayan elegido este camino”.

La demanda, presentada ante un tribunal federal de Oakland (California) donde un juez ya está resolviendo un caso similar, interpuesto por consumidores contra varias compañías de redes sociales, pretende prohibir a Meta que continúe con las prácticas supuestamente engañosas y obligarla a pagar multas que aún no se han especificado. En la denuncia se exponen cinco funciones que, según se argumenta, son “perjudiciales y psicológicamente manipuladoras” porque “inducen a los jóvenes a un uso compulsivo y prolongado” de Instagram.

Los estados manifiestan que Meta diseñó los algoritmos de Instagram, que determinan qué contenido ven los usuarios en sus feeds, para mantenerlos expresamente enganchados. Al presentar las publicaciones por orden de interés esperado, en lugar de hacerlo cronológicamente, Meta se beneficia de lo que los psicólogos describen como “programas de recompensa variable”, que convierten los feeds en algo parecido a una máquina tragamonedas. Los usuarios están condicionados a volver y desplazarse sin cesar, con la esperanza de recibir descargas del neurotransmisor dopamina cuando encuentran contenido que les produce placer, según la demanda.

De acuerdo con la acusación, los investigadores que trabajaban para Instagram descubrieron en un momento dado que la forma en que la aplicación anima a los adolescentes a compararse con sus compañeros y a cuestionarse a sí mismos era “más perjudicial para la salud mental” que el ciberacoso. Esa conclusión se hizo pública en 2021, cuando Frances Haugen, exempleada de Facebook, filtró miles de documentos de la compañía y contribuyó a acelerar la investigación de los estados.

Likes

El recuento visible de los “Me gusta” o “likes” en las publicaciones de Instagram proporciona a la gente una forma fácil de compararse con los demás. Instagram ofrecía la opción de ocultar ese recuento, pero lo mantenía a la vista por defecto. “Meta podría, como mínimo, haberlo ocultado para los usuarios jóvenes de Instagram y Facebook, pero se negó a hacerlo”, reclama la demanda.

Rob Bonta, fiscal general de California, informó ayer a la prensa que el estado sabe que Meta mantuvo conversaciones internas sobre el impacto negativo del botón “Me gusta”, pero decidió conservarlo de todos modos. “Hoy establecemos el límite. Debemos proteger a nuestros hijos en internet y no retrocederemos en esta lucha”, destacó.

Notificaciones

Al incitar a los usuarios con alertas a lo largo del día para que consulten su app de Instagram, Meta se aprovecha deliberadamente de los jóvenes, que son “particularmente susceptibles a estas técnicas y les resulta difícil resistirse”, resaltan los estados. Aunque la red social incorporó funciones que permiten a los usuarios desactivar y pausar las notificaciones, las opciones se diseñaron de forma manipuladora, alega la demanda y asegura que la redacción de las opciones en la configuración de Instagram está pensada para presionar a los usuarios para que mantengan las notificaciones activadas incluso después de haber intentado apagarlas.

Filtros

Gran parte de la evidencia de los estados relacionada con los filtros virtuales de imagen, que los usuarios emplean para adornar sus fotos y videos, está censurada dentro de la demanda porque se sustenta en información confidencial de la compañía. Los estados solicitan permiso al tribunal para hacer públicas sus reclamaciones concretas. Lo que sí está claro es que los denunciantes consideran que los filtros de retoque de la apariencia, como los que alisan arrugas y eliminan manchas, promueven ideales problemáticos sobre el cuerpo y contribuyen a los conflictos relacionados con la imagen corporal y a los trastornos de la alimentación entre adolescentes.

Historias

La última acusación de los estados es que si los usuarios jóvenes intentan autorregular su uso de las redes sociales, Meta les desalienta con funciones que les mantienen adictos a ellas. Por ejemplo, el contenido efímero, como las Historias (Stories) de Instagram, que solo se muestran durante 24 horas antes de desaparecer, provoca que los usuarios sientan que deben conectarse constantemente para ver las novedades antes de que sean borradas. Los estados también están en desacuerdo con el sistema de desplazamiento (scrolling) infinito de los feeds de Instagram, que sigue cargando contenido nuevo a medida que los usuarios se deslizan por la app. “Como no hay un punto final natural para la visualización de nueva información”, los usuarios vuelven a temer que se perderán algo si no siguen buscando nuevos contenidos, de acuerdo con la demanda.

Andrea Joy Campbell, fiscal general de Massachusetts, declaró a la prensa que, aunque buscar ganancias no está mal, hacerlo con una “conducta sin escrúpulos y desmedida” se convierte en algo ilícito. Meta “sabía exactamente cómo estas decisiones de diseño contribuían y conducirían a los jóvenes hasta llevarlos a la adicción y, sin embargo, continuó utilizándolas y, en muchos casos, rechazó el uso de alternativas viables que sabían que mitigarían el daño a nuestros jóvenes”, subraya.

Todavía está en debate si servicios como Instagram son de verdad perjudiciales para los usuarios jóvenes. En mayo, una recomendación de Vivek Hallegere Murthy, cirujano general de EE UU, llegó a la conclusión de que se necesita más investigación, aunque reconoció que “existen numerosos indicadores” sobre el grave riesgo de las redes sociales para la salud mental de los niños. En definitiva, el caso de los estados dependerá de si Meta prometió más de lo que ofreció y no cumplió en cuanto a la protección de los menores, e incluso si pierden la demanda, las nuevas leyes que se están aplicando en otros estados y países obligarían a la compañía a limitar tales funciones.

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