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Para pronunciar el "sí quiero", la novia actual busca un vestido (o varios) afín a su personalidad, con ciertos detalles que impriman carácter, pero sin excesos ni apuntes barrocos: lo que prima es la comodidad para disfrutar de su boda.
"Es la propia novia quien me inspira", dice el diseñador Jorge Vázquez quien considera que es fundamental que el diseño nupcial no esconda la personalidad de la novia.
"Es clave que la novia confíe en el diseñador y que también se deje asesorar", añade Vázquez quien dice que a la hora de elegir el diseño nupcial también hay que analizar el sitio en el que se va a casar o el tipo de boda que desea celebrar.
Para pronunciar el "sí quiero", la novia actual huye del disfraz y busca un vestido (o varios) afín a su personalidad, con ciertos detalles que impriman carácter, pero sin excesos ni apuntes barrocos: lo que prima es la comodidad para disfrutar de su boda.
"La novia actual decide lo que quiere y cómo lo quiere", explica Susana Hidalgo, diseñadora con gran experiencia en el sector nupcial.
"La novia busca confort, quiere un diseño cómodo para disfrutar de su boda, un evento que ahora se ha convertido en una gran fiesta en la que se suele lucir más de un vestido", señala Hidalgo.
"Hay mujeres que quieren un vestido para todo el día, pero otras escogen dos o más para lucir a lo largo de la jornada", añade la diseñadora, que apuesta por diseños sexi, livianos y que se puedas transformar en función de las necesidad de las novia.
"El blanco sigue siendo el color nupcial por excelencia, aunque sea la segunda, tercera o cuarta boda", dice entre risas y también propone tonos tan elegantes y sutiles como el rosa o el celeste empolvado.
No se ciñe a las tendencias del momento, prefiere trabajar un vestido nupcial personalizado con detalles artesanos "con el que la novia se sienta cómoda", detalla Hidalgo.
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Diseños sexi, ceñidos y más opulentos
Otros diseñadores prefieren diseños más recargados con bordados, largas colas, volantes, chales o abrigos como es el caso de Inmaculada Rodríguez, que se inspira en la opulencia de corte de Versalles para crear vestidos de novia originales con grandes capas, vistosos abrigos e incluso atractivos pantalones combinados con tops.
"La novia busca su mejor versión con un vestido nupcial que sea elegante, sobrio y con un toque sensual", dice Inmaculada Rodríguez que apuesta por patrones con cortes profundos y atractivos que adorna con pétalos de diferentes tejidos sobre los hombros, el cuello o los puños.
El diseñador Zuhair Murad se olvida de los diseños velados o envolventes y apuesta por vestidos nupcial con corpiño o "bustier" que enmarca la figura de la novia sin tapujos.
Leandro Cano propone en su colección "Silencio Blanco" creaciones de moda nupcial inspiradas en la cultura andaluza.
Son vestidos que "huyen de lo convencional y que abrazan tejidos como la mezcla del algodón y el lino, el satén, la sarga, el crep, la organza, el jacquard con hilatura dorada y el tul más refinado", explica Cano.
Hannibal Laguna propone diseños que esculpen la figura femenina con precisión. Tejidos de gran caída y monumentales colas de hasta cuatro metros de largo convergen con escotes pronunciados, mangas abullonadas y organzas traslúcidas así como cinturas perfiladas con cuidados bordados en hilos de seda y cristales.
La firma Svetchi Couture, en la que su directora creativa, Svetlana Savitchi, propone diseños con grandes aberturas y pronunciados escotes que se intercalan con tejidos semitransparentes.
"Se llama así porque es una propuesta destinada a la mujer del siglo XXI, hemos hecho catorce vestidos que alternan una novia atrevida y propuestas de gala", cuenta la diseñadora.
El rojo y el negro también están presentes
Jordi Dalmau, uno de los diseñadores de moda nupcial más rompedor del momento, ha presentado en esta pasarela una colección para novias originales, desenfadadas, atrevidas, diferentes y que buscan sorprender en su boda.
El rojo y el negro se mezcla con el blanco en diseños con cortes desiguales, piezas con escotes en la espalda, faldas abullonadas, románticas mangas transparentes o vestidos de tul, tejido que se ha convertido en una seña de identidad desde sus inicios hace más de doce años.
Flores en versión XXL adornan algunas de las creaciones confeccionadas en tejidos tales como guipur, seda, encaje chantilly o brocados de la mejor calidad.
Dalmau, que cuenta entre sus clientas a Mónica Naranjo o Chenoa, apuesta por la diversidad de estilo con el objetivo de resaltar la belleza de las novias en una fecha tan señalada.
"Cada proyecto se trabaja con ilusión, mimo, originalidad y de manera artesanal”, advierte el diseñador, que empezó siendo mecánico de coches y ahora es toda una referencia en el sector nupcial.
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"Presento una colección que bebe de la figura histórica de las clavariesas o amas de llaves", cuenta la creadora Esther Noriega quien apuesta por el color negro para las invitadas, una opción "elegante y segura con la que acertar en eventos de noche".
Con escotes muy pronunciados y mangas que se transforman en capas, las propuestas de Noriega incorporan tendencias como plumas de marabú en mangas y grandes lentejuelas que salpican crepes en las voluminosas faldas.
Otros costureros, como Monique Lhuillier, salpican el blanco con potentes tonos o motivos bucólicos florales.