Cuando era pequeña, me quería subir, como todas las niñas, a los zapatos de tacón de mi madre. Ella se reía mientras mi abuela le decía, “enséñale a esa niña a andar con zapatos para que no haga el ridículo”. Mi tía también contó en varias ocasiones que mi abuela las hacía caminar con los zapatos de tacón por toda la casa durante horas, con libros en la cabeza para que supiera caminar recta y de manera elegante. Mamá, que era una rebelde, siempre se negó. Al menos se negó a hacerlo delante de mi abuela, pero a mí me confesó que lo hacía cuando ella no estaba porque obviamente necesitaba aprender a caminar con tacones, en aquella época se usaban unos muy finos y altos.
En fin, yo no tuve que practicar con libros en la cabeza, pero sí me quedó muy grabado lo importante que es saber caminar bien con tacones, ya que eso puede hacer que la ropa que llevas se luzca o que parezcas un pato pisando huevos.
Es una tristeza ver a algunas niñas, que se hacen llamar modelos, tratando de moverse con unos tacones. Lo más importante para ser modelo es saber caminar, es mucho más importante que ser linda, porque saber caminar es lo que las prendas necesitan para lucirse, y creo que eso es algo que deberían de enseñar de manera más estricta a todas las mujeres en general. Me parece que deberían volver a implementar algún tipo de clases para que las chicas aprendan a caminar desde jovencitas con los tacones. Hoy día salimos a la calle y vemos a chicas con plataformas de 10 cm, y tacones de 30 cm que casi no pueden hacer otra cosa más que arrastrar los pies.
Queda claro que nos ponemos tacones para parecer más estilizadas, para parecer más altas y porque a la hora de caminar— cuando una mujer sabe caminar bien con unos tacones— el movimiento del cuerpo es muy sensual, y mucho más elegante que cuando llevamos un zapato plano, pero como pasa con todo en la vida, si nos pasamos de la raya y no sabemos usar esta herramienta de la manera correcta, en lugar de ser más sensuales parecemos un robot, y en lugar de parecer más altas, evidenciamos lo bajito de nuestra estatura, ya que cuando una mujer no puede caminar y arrastra los pies, automáticamente nuestra mirada se posa sobre ellos, y allí es cuando aparece la verdad: lleva agregados 20 cm de altura que no le corresponden.
Por otro lado, es importante que la selección del tacón sea lógica y proporcional, y también es muy importante que evaluemos y sepamos a dónde vamos a ir y qué vamos a hacer para realizar una correcta selección. Es sorprendente cuando voy a un concierto, y veo a las mujeres tratando de sobrevivir entre las calles, llamémoslas cariñosamente empedradas por no decir llena de agujeros. O cuando voy al supermercado y encuentro a una mujer tratando de empujar un carrito, con unos tacones de infarto. Esas son las situaciones en las que el tacón, en lugar de favorecernos, nos coloca en una situación de ridiculez.
Por último, les dejo un consejo: cuando caminamos, nuestro pie hace un movimiento de flexión para levantarlo del suelo y volver a pisar. Cuando se prueben un zapato de tacón y se den cuenta de que su pie no puede flexionar el zapato hacia delante para levantarlo del suelo y volverlo a apoyar quiere decir que ese zapato es demasiado alto para ustedes.
Se acercan las fiestas, así que recuerden que es mejor ser 5 cm más bajita y caminar de manera sensual que ser más alta y arrastrar los pies.
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