¿Por qué a algunas mujeres les atraen los hombres casados?

Uno de los mayores prejuicios sociales que existe desde hace muchos años es juzgar a la mujer misteriosa, que tiene un hombre invisible, solo se le conoce el nombre -y en algunas ocasiones es falso-.

Esta mujer siempre está muy arreglada, llega tarde a casi todas las reuniones, nunca se le ha conocido una pareja estable y hasta llega a tener hijos con el desconocido. Normalmente, miente sobre sus relaciones anteriores y usualmente sale con el cuento de que estaba en una cita laboral o con un amigo de dudosa procedencia. Son muchas las cualidades de este tipo de mujer, pero mi pregunta es ¿por qué una mujer prefiere tener una relación con un hombre casado?

Desde el punto de vista psicológico, se le conoce como “El Síndrome de Fortunata” a la dependencia emocional en las relaciones que algunas mujeres sostienen de forma repetitiva con los hombres casados. Este síndrome tiene referencias literarias y culturales, por la novela de Benito Pérez Galdós “Las Féminas Fortunata y Jacinta” (1887).

El autor de esta obra narra los pensamientos, sentimientos, problemas y vínculos emocionales fuertes que las protagonistas tienen con sus relaciones, muy parecida a la realidad hoy en día. Desde entonces existen muchas obras acerca del tema como: “Beatti” (1992), “Peabody” (2005), “Norwood” (2009); en España se popularizaron “Catello Blasco” (2005), textos de Castanyer (2013) y Walter Riso (2014).

Cualquier mujer está a la merced de involucrarse con un hombre casado, deseo que puede solucionarse con terapia psicológica, porque muchas veces la fuerza de voluntad no basta. A estas mujeres se les llama coloquialmente “amantes o queridas”. Esta patología no se considera una enfermedad ni un trastorno psiquiátrico, pero sí requiere ayuda de un especialista en emociones fuerte, como un psicólogo.

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¿Cuáles son las consecuencias de una mujer con el “Síndrome de Fortunata”?
 

A continuación enumero una lista consultada con psicólogos y terapeutas:

• Enamoramiento platónico con el hombre casado.
• Idolatría hacia él.
• Justifican el engaño como algo que no pueden cambiar de ninguna manera, por los hijos, etc., ¡Pobre hombre con dos novias!
• Sumisión a todo lo que pida, ¡corriendo!
•  Creencia de que ese hombre debe estar con ella de cualquier manera y no con la esposa.
• Deseo de tener hijos junto a él, y si ya los tienen, se mantienen escondidos.
• Poner el amor por delante, para justificar sus acciones.
• Falta de sentido de la vida por su ausencia.

Pero también cabe mencionar algunas explicaciones populares. Ciertas mujeres solteras caen en estas relaciones con casados por la habilidades que algunos hombres tienen, tales como  la capacidad de seducción, inteligencia emocional, destreza para ocultar su estado civil y su poder de convicción cuando dicen cualquier excusa, por ejemplo:

1. Dice que va a abandonar a su esposa, pero necesita tiempo.

2. Sus hijos están pequeños y lo atan por el momento.

3. La relación con su mujer es mala o viven ya puramente como amigos o hermanos.

4. No tiene relaciones sexuales con su esposa.

5. No desean hacer daño a su mujer porque está enferma.

6. Trabajan juntos pero su vínculo es únicamente económico.

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Estas son unas de las mentiras más comunes de algunos hombres casados infieles.

Es bien complicada la vida de las féminas con el “Síndrome de Fortunata”, las historias son muy parecidas a la actualidad en diferentes mujeres, en donde ellas también justifican su situación con el hombre casado, dicen cosas como:

1. Sufro mucho cuando desaparece varios días, pero sé que está con su familia y pronto va a volver a mí, ahí estaré muy feliz, me olvido de todo lo demás.

2. Nunca había sentido por nadie lo que siento por él.

3. Lo necesito porque es el único que me comprende.

4. Tenemos los mismos gustos y el sexo es muy intenso, nos volvemos uno solo.

Causas del Síndrome

Es importante señalar que a pesar de que no es bien visto que una mujer quiera adquirir una vida como “amante o querida” por toda la vida, hay factores que, sin saber, provocan que se desarrolle este famoso síndrome:

1. Nivel educación y cultura. La mujer adopta un rol de dependencia hasta para respirar hacia el hombre porque ni intenta conocer a otra persona que le corresponda.
2. Sacrificio por amor. Las responsabilidades del hombre con su familia son prioridad y la de la mujer pasan a segundo plano.
3. Lástima. Sentimiento de culpa por dejarlo “solo”.
4. Idealización de amor. Dejan de ver todo lo malo por el “amor” que sienten.
5. Mentira social. Las fotos que sube a las redes sociales con cara de felicidad según ella son falsas, porque le cree a él.
6. Autoestima baja. Acepta ser el segundo plato.

El tratamiento psicológico adecuado para las mujeres con este síndrome es el siguiente:

• El profesional ayuda al paciente a ser consciente de su situación y del daño que se ha hecho a sí misma para romper la dependencia.
• La terapia recomendada es la cognitiva conductual, para ayudarla a conocerse a sí misma, aceptarse y valorarse.
• Durante este proceso, la mujer no debe tener ningún tipo de contacto con el hombre. El especialista ayudará a la mujer a desvincularse de él, apoyándola para que no tenga recaídas.

Cuando conoces a un hombre recuerda que cara vemos y corazones no. En realidad, existen más hombres casados de los que te imaginas y, en ocasiones, se valen de una que otra mentira para hacerte creer que son libres. No caigas en sus redes, toda mujer se merece una pareja honesta que le corresponda y pueda brindarle un amor verdadero. “Nunca te conformes con menos”.

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