- Sexo y Pareja
Es fundamental que tomes conciencia de que acceder a tu disfrute sexual mejorará la calidad de tu relación, no solamente en lo sexual sino también en lo emocional. Todo el tiempo y energía que dedicas a fingir un orgasmo, mejor inviértelo en lograr vivirlo realmente.
Fingir orgasmos no es una práctica exclusiva de estos tiempos. Por siglos se ha dado como un recurso que a la larga ha logrado salvar relaciones de pareja. Por lo tanto, cualquiera que sea la causa, un gran número de mujeres en algún momento de sus vidas lo ha hecho.
A veces fingimos por desconocimiento de nuestro cuerpo y nuestras necesidades sexuales reales, porque no sabemos qué tipo de estimulación necesitamos, en qué zonas y con qué frecuencia o en qué parte de la secuencia sexual necesitamos que nos dediquen más tiempo. La mayoría de mujeres no alcanza el orgasmo tan rápido como el hombre, su respuesta sexual casi siempre es más lenta y esto suele llenarnos de ansiedad, por lo cual pretendemos acelerar el proceso para “quedar bien ante él”, pero con una sensación de vacío.
Recordemos que la principal relación que debemos alimentar y cuidar es aquella con nosotras mismas. Hay que perder el miedo, la culpa y la vergüenza a auto explorarse. A veces tener frustraciones sexuales nos impide abrirnos a nuestra pareja y pedirle que nos haga lo que realmente nos satisface.
Cuando no estamos disfrutando nuestros encuentros sexuales, nos asfixian pensamientos como que no somos normales, que es nuestra culpa, que si se lo decimos se acabará la relación, entre otros. Realmente es un riesgo que pocas quieren asumir y prefieren responsabilizarse totalmente de la vida sexual de la pareja, quitándole a él su parte de responsabilidad.
Es un temor bastante real, pues en muchas ocasiones cuando una pareja funciona mal en el área sexual al hombre le cuesta aceptar que es un amante poco satisfactorio para su mujer y tiende a pensar que ella tiene problemas porque “este mismo pene ha puesto a brincar y jadear a muchas”. Entonces no acepta que le digan que no están satisfaciendo a su pareja, pone resistencia y empieza a rechazar a su mujer o la abandona. La mujer lo sabe y por conservar la relación se reprime y prefiere fingir.
La mayoría de las mujeres, sin embargo, sí logran tener orgasmos con auto estimulación y muchas acuden al uso de vibradores con excelentísimos resultados; en este caso la ofensa y la frustración para la pareja puede ser doble.
Es fundamental que tomes conciencia de que acceder a tu disfrute sexual mejorará la calidad de tu relación, no solamente en lo sexual sino también en lo emocional. Todo el tiempo y energía que dedicas a fingir un orgasmo, mejor inviértelo en lograr vivirlo realmente. Hablar te ayudará a ti y a él a tener conductas sexuales más efectivas.
Hay que respirar profundo y tomar valor para manifestarle a nuestra pareja nuestros sentimientos sexuales, para mostrarnos tal cual como somos, con nuestras virtudes, defectos y, ¿por qué no?, con nuestras rarezas. Es un tipo de conversación difícil, pero el poder liberador de ser honestos realmente vale la pena. Principalmente cuando las frustraciones han salido de la alcoba.
Simplemente hay que arriesgarse. En el mejor de los casos, él se esforzará por ayudarte mejorando sus técnicas o aprendiendo otras, se volverá más cariñoso y detallista sexualmente, etc. En el peor de los casos se ofenderá y se irá de tu lado, entonces descubrirás que estuviste con una persona que no estaba interesada en conocerte íntimamente y mucho menos dejar que lo conozcas.
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