El porqué los vínculos tóxicos son tan difíciles de cortar

Vie, 01/19/2018 - 12:51
Un nuevo estudio da algunas razones...
Photo by Priscilla Du Preez on Unsplash

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¿Alguna vez te has preguntado por qué mantienes a tu alrededor gente tóxica? Puede ser una de las preguntas sociales más extrañas sobre las relaciones humanas: cuando las personas son tóxicas, miserables, negativas o psicológicamente malas para nosotros, ¿qué nos motiva a mantener nuestros lazos con ellos?

Una nueva investigación publicada en American Sociological Review revela parte del razonamiento detrás de por qué es tan difícil dejar una relación tóxica, y no tiene nada que ver con la pareja no tóxica. 

El nuevo estudio, que fue una colaboración entre la Universidad de California Berkeley y los investigadores de la Universidad Bar-Ilan, utilizó datos de 1,150 adultos en el área de San Francisco que detallaron el estado de sus relaciones personales con más de 11,000 personas, desde familiares hasta amigos y conocidos, y hablaron sobre si estos vínculos eran "exigentes o difíciles". Los investigadores estaban muy interesados ​​en tratar de descubrir por qué las personas mantenían esas conexiones en sus vidas, y descubrieron que uno de los mayores problemas es algo que todos hemos experimentado: las presiones sociales y las restricciones de poder que rodean a ciertos tipos de relaciones que los hacen muy, muy difícil de cortar.

"Los vínculos difíciles", escribieron los investigadores, "tienen más probabilidades de estar presentes en contextos en los que las personas tienen una capacidad limitada para ejercer la elección al seleccionar a sus asociados o se ven presionadas para participar socialmente con ellos".

Si bien podemos romper con amigos y reorientar los viernes por la noche para evitar verlos, es mucho más difícil romper con familiares o compañeros de trabajo sin incurrir en grandes costos, ni social ni financieramente. 

Las familias eran particularmente propensas a este tipo de problema. Entre los jóvenes de 21 a 30 años, los hermanos eran uno de los grupos con más posibilidades de ser vistos igual de difíciles, sin características de redención en la relación; entre los 50 y los 70 años, las madres y las hermanas tendían a obtener la etiqueta "simplemente difícil". Como cualquier persona con dinámicas familiares tóxicas reconocerá, los valores culturales en torno a la santidad de la unidad familiar hacen que dividirlo o cortar una relación problemática con un miembro de la familia sea muy tabú, y pueden dejar entrar a las personas por años de recriminación y culpa.

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