- Sexo y Pareja
En casi todas las zonas erógenas de ambos hay terminaciones nerviosas que, al ser estimuladas con cambios de temperatura, juegan un papel de acelerador de orgasmos.
Todos sabemos que el mundo está atravesando por una crisis debido a la pandemia de Covid-19, que tal vez no te permitió escoger entre muchas opciones para disfrutar del día de San Valentín con tu pareja.
Si este es tu caso, ¡no te preocupes! Recuerda que todos los días se vale celebrar el amor. Por ello, te voy a dar algunos consejos para disfrutar con tu pareja un día espectacular, lleno de creatividad y explosión erótica, con elementos e ingredientes fáciles de conseguir e incluso sin necesidad de salir de casa a buscarlos. ¡Anímate cualquier día y ponle chispa a tu relación!
Teniendo en cuenta el calor que ha hecho en estos días, puedes tener un encuentro sexual “pasado por hielo”. Quizás puedas pensar que esto no es posible porque relacionamos sexo con calor y sudor, pero justamente el darle un giro inesperado a la temperatura corporal, es lo que les puede ayudar a disfrutarse más.
En casi todas las zonas erógenas de ambos hay terminaciones nerviosas que, al ser estimuladas con cambios de temperatura, juegan un papel de acelerador de orgasmos. Por instinto de conservación y de supervivencia el cuerpo reacciona ante el frío, enviando más sangre caliente, siendo la irrigación sanguínea supremamente importante en el período de excitación.
¿Cómo lograr este encuentro excitante? Puedes poner a congelar unos cubitos con agua, con jugo, con aperitivos o con cualquier bebida que desees para posteriormente colocarlos en una hielera, consumirlos poco a poco, enfriar tu boca y darle besos apasionados a tu pareja.
Puedes besar los lóbulos de la oreja, cuello, pecho y abdomen, para luego volver a introducir cubitos en tu boca. Si prefieres, puedes alternar entre acariciarlo con tu boca fría o pasar directamente los cubitos por su piel delicadamente.
En la medida en la que gracias a los “bes-ice” se vaya calentando el momento, puedes acariciar su pene oralmente; enfría tu boca con los cubitos que te quepan, saca los cubitos y acarícialo hasta que necesites enfriarla nuevamente; vuelve a succionar los hielitos y continúa acariciándolo. Toma una pausa y succiona nuevamente los cubitos. Continúa acariciando esta vez sus testículos sin retirar los cubitos de tu boca. ¡Lo llevarás al cielo y lo traerás de vuelta! Claro está que, como toda nueva práctica sexual, es necesario que vayas observando sus reacciones e ir a avanzando si manifiesta agrado. Aunque muchas sorpresas pueden ser agradables, una buena comunicación sexual es fundamental.
Y en aras de la reciprocidad, puedes solicitarle que acaricie con un cubito tu clítoris o introduzca hielo en tu vagina cuando sientas que estás a punto de llegar al orgasmo. Muchas mujeres que se han atrevido a hacerlo, han experimentado orgasmos tan intensos que han eyaculado.
Importante no dejar de un lado una zona erógena que es común a ambos: los pezones. Si aún conservan cubitos de hielo, pueden enfriar sus bocas para acariciarlos o directamente pasar los cubitos de forma circular de afuera hacia el centro. Y si continúa alguna zona seca en el cuerpo, atrévanse a explorarla continuando con los cambios de temperatura, o si prefieren pasar a caricias más tibias, también son bienvenidas.
Para seguir jugando con los sentidos, pueden acariciar sus cuerpos también con flores o peluches, comer chocolates fríos o derretidos y tomar una copa, si así lo desean. Como puedes observar, hasta este punto solamente hemos hablado de un encuentro sexual basado en caricias eróticas; pero si quieren ir más allá, los límites los pone cada pareja.
Las circunstancias pueden favorecer la creatividad y de igual forma aumentar el deseo de cercanía física con el ser amado. Entonces, las caricias no tienen que ser siempre las mismas, con un poquito de esfuerzo se hacen diferentes y esta inversión nos ayuda a mucho a descubrir nuestros gustos sexuales.
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