- Sexo y Pareja
En nuestra cultura puede resultar un poco difícil hablar abiertamente de la sexualidad, pues desde pequeños aprendemos todo lo contrario, no hablar de sexo y ni siquiera imaginarlo.
Una de las preocupaciones femeninas más frecuentes en consulta es ¿cómo decirle a mi pareja qué es lo que más me excita sin que se sienta ofendido? Sí, las mujeres nos lo pensamos mucho antes de abordar estos temas y la tendencia es “dejar pasar” hasta que la frustración hace estragos y saltamos el paso del sano diálogo para aterrizar en la cruel ofensa.
Justamente, uno de los pilares de la inteligencia sexual es desarrollar la capacidad de abordar temas que activan nuestro estrés físico y psicológico, tal como la vida sexual con nuestra pareja y el conocimiento de nuestro “yo erótico”. La sexualidad, es una felicidad casi obligatoria que deberíamos poder experimentar sanamente; sin embargo, en nuestra cultura puede resultar un poco difícil hablar abiertamente de ella, pues desde pequeños aprendemos todo lo contrario, no hablar de sexo y ni siquiera imaginarlo.
Esta dificultad para mantener una comunicación sexual, puede ser un factor negativo para la pareja a medida que pasan los años. Por lo tanto, vamos a acostumbrarnos a la idea de expresar nuestros gustos para que nuestro amante sepa de qué manera puede elevar nuestro placer. Para ello, tengamos en cuenta los siguientes factores:
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Los patrones conductuales de cada uno: Los cuales varían de acuerdo a si eres hombre, mujer, edad, ciclo vital en el que se encuentran, cultura, creencias religiosas, etc. Todo esto va a determinar el tipo de comunicación sexual que te gustaría tener con tu pareja.
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El tipo de relación: Si es una relación formal, cantidad de tiempo que llevan juntos, otros aspectos y proyectos que comparten. Si es una relación “pasajera” seguramente a tu pareja no le va a importar mucho satisfacerte. A veces pretendes demasiado con personas que no te toman en serio.
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El lenguaje que usas para conversar temas sexuales: Si tu lenguaje no verbal transmite estrés, rabia, decepción, reclamo, rechazo, lo más seguro es que el mensaje no sea tomado de forma positiva. Recuerda que los hombres identifican con más exactitud algunas emociones como la ira y la agresión, pero más difícilmente otras como la tristeza o el temor.
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La asertividad es fundamental: ¿Estás teniendo en cuenta el momento en que se encuentra tu pareja? A veces no expresamos problemas cotidianos para no preocupar a nuestra pareja. Por ello, antes de abordar temas sexuales asegúrate que todo esté marchando lo mejor posible en otras áreas de la vida de tu pareja.
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Apertura a escuchar y a los cambios: ¿Está tu pareja dispuesta a tener una vida placentera contigo? ¿Cómo reacciona ante una petición sexual? ¿Manifiesta sentirse halagado, humillado, controlado, feliz? ¿Cómo te sientes tú, con pena, vergüenza, desestresada?
Teniendo en cuenta los factores anteriores te recomendamos:
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Los temas sexuales no se conversan en contextos sexuales. Por eso es necesario que aproveches otros espacios de relajación y esparcimiento como la hora del café, una caminata en la tarde, un baño en la piscina, ir a comer helado, o cualquier otro momento en el que no haya estrés de por medio.
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Recuérdale los encuentros sexuales más excitantes que han tenido. Quizás tu pareja ya olvidó lo bien que te hizo sentir en una o en varias ocasiones, porque lo considera “sexo de rutina”, pero si tú lo traes a colación en el presente el halago hace maravillas en el “yo erótico” de tu pareja. Va a querer hacer eso y más.
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Utiliza espacios inusuales para escribirle mensajitos sexys. En la nevera, en la pantalla del televisor, debajo de la almohada, en el computador, en una puerta, clóset, entre otros. Déjale un papelito pegado, o en el caso del espejo del baño escríbele con pintalabios lo que te gustaría hacer, cómo, cuándo y dónde. Recuerda que es un ejercicio de apertura en la comunicación.
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Y por supuesto, estando en la cama refuerza todo lo que han conversado guiando su mano, hablándole al oído, reaccionando positivamente a las caricias con gemidos o murmullos.
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Después de cada encuentro sexual conversen y agradézcanle a su pareja cada momento de placer que se ofrecieron mutuamente.
Finalmente podemos decirte que, un sistema sexual sano y funcional requiere de confianza para expresar lo que nos gusta y cuando algunos de esos gustos van cambiando al pasar el tiempo. A veces no cambian las personas, cambian sus gustos; pero una buena comunicación sexual será lo que nos permitirá crecer y madurar psicosexualmente en pareja.
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