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Los bocadillos nocturnos agregan calorías adicionales, lo cual puede llevar al aumento de peso. Y, si comes un bocadillo después de la cena, especialmente alimentos con carbohidratos, puedes despertarte a la mañana siguiente con un nivel alto de glucosa sanguínea.
Si tienes diabetes, los bocadillos nocturnos no están necesariamente prohibidos, pero es importante tomar decisiones saludables.
Los bocadillos nocturnos agregan calorías adicionales, lo cual puede llevar al aumento de peso. Y, si comes un bocadillo después de la cena, especialmente alimentos con carbohidratos, puedes despertarte a la mañana siguiente con un nivel alto de glucosa sanguínea.
Si tienes hambre después de la cena, prueba beber un vaso de agua primero. A veces la sed imita el hambre. Si todavía tienes hambre, tu mejor opción es un bocadillo bajo en carbohidratos y calorías, preferiblemente uno que sea alto en proteínas o fibra, como el yogur griego o un puñado de nueces.
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Otras opciones incluyen las siguientes:
- Una paleta sin azúcar
- Un palito de queso liviano
- Una cucharada de mantequilla de maní (15 gramos) y apio
- Un huevo duro
- Cinco zanahorias pequeñas
- Palomitas de maíz livianas, 3/4 de taza (aproximadamente 6 gramos)
- Ensalada de verduras con pepino y una pizca de aceite y vinagre
Si tomas insulina u otros medicamentos para la diabetes, algunas veces puedes necesitar comer un bocadillo antes de acostarte para tratar o prevenir el nivel bajo de glucosa sanguínea (hipoglucemia) durante la noche. Si esto sucede con frecuencia, habla con el médico. El especialista puede recomendarte que ajustes la dosis de tus medicamentos para prevenir la necesidad de un bocadillo nocturno.
Escrito por Dra. M. Regina Castro de Mayo Clinic, Rochester, Minnesota
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