“Bailar para mí es amor en movimiento, es energía renovable, es fuerza, vida y pasión”, dijo Michelle, a quien todavía le tiemblan las piernas antes de una presentación.
¿Cuándo te nació la pasión por el baile?
Desde pequeña estudié ballet clásico, tap y jazz en la academia de Danzas de Ileana de Sola y Josefina Nicoletti, siempre me gustó la danza, luego estuve muchos años en el Inac con la profesora Joyce Vives, que en paz descanse, quien me exigió muchísimo y me enseñó el gran sacrificio de un bailarín. En el colegio María Inmaculada, en mi secundaria, formé parte del cuerpo de baile de porristas y un buen día a mi amigo Eric Chung, de Truenos y Relámpagos, se le ocurrió recomendarme con Ocean Pacific para que les coreografiara un “show” de modelaje, fue lo primero que hice en la escuela y me pagaron... A pesar de estudiar Mercadeo y Publicidad y haber trabajado en televisión por 10 años en el área de creatividad, publicidad, producción y ventas, la danza siempre estuvo presente.
Siempre combiné la danza con mi profesión hasta que un día esta me absorbió tanto que comenzó a sobresalir más mi pasión que mi real profesión y dejé las cámaras y la televisión por los salones de baile. Entregar mi alegría y mi energía a las nuevas generaciones de niñas y adultos hoy se contagian de la fuerza del baile: Tempo.
¿Antes de ser una bailarina profesional, sabías bailar o tenías dos pies izquierdos?
En realidad, nací con el gen de la motricidad gruesa bien desarrollado, digo yo porque desde pequeña bailé bien y me gustaba jugar a que hacía comerciales de televisión con mis hermanas y vecinas que casualmente salen en televisión ahora de grandes ( Karen Chalmers y Alexandra Ciniglio ) nos pasábamos la tarde jugando e imitando comerciales de TV y todas las coreografías de Greasse, lo más gracioso, éramos como 7 niñas y solo siempre el mismo Jhon Travolta para todas (risas), el hermano de Karen Chalmers.
¿Cómo y en qué momento creas Tempo?
Tempo nace de un cuerpo de baile creado para Telemetro. Al inicio cuando bailábamos para el Hot Control y el cuerpo de baile era de puras mujeres, luego a Luis Eduardo Quirós se le ocurrió llamarnos “Las Michelinas de Michelle”, pero cuando se sumaron al ballet hombres, ellos no estuvieron de acuerdo con llamarse así y decidimos buscar otro nombre y nos gustó Tempo que significa la máxima coordinación de los pasos en un tiempo de música específica. Y de ahí nació la escuela y ya en esto tenemos muchos años (risas). Con presencia en diferentes áreas de la ciudad San Francisco, Costa del Este y Condado del Rey.
Según tus conocimientos, ¿somos los panameños buenos bailarines?
Claro que somos buenos bailarines los panameños, por supuesto, tenemos influencia de todas partes: americana, afro, española y tenemos el sabor latino en la sangre mezclado con la influencia americana, caribeña, somos una mezcla de culturas por eso podemos bailar muchos ritmos bien, no solo uno.
¿Por qué recomendarías bailar?
Porque cuando bailas trabajas todo el cuerpo, adelgazas y te transformas... Te pierdes en la música, recargas energía y liberas endorfinas, lo cual te hace sentir maravilloso.
¿Además del baile tienes algún otro proyecto?
Siempre tengo muchos proyectos, no me aburro y me gusta la actividad y regalarle al mundo salud, siempre me gustó la rama del “fitness” y hoy incluyo en mis proyectos el boxeo, el cual practico un poco, también ejercicios funcionales y rutinas enfocadas en el acondicionamiento físico y el bienestar.
¿Qué beneficios da bailar?
Bailar para las mujeres es muy beneficioso, te resalta tu sentido femenino, te da mucha seguridad, y para mí lo más beneficioso es que te mantiene en forma y te ofrece un estilo corporal más femenino; a mi parecer, resulta más hermoso y delicado, que muchos cuerpos fabricados rudos con disciplinas muy exigentes que hacen perder la belleza y delicadas formas del cuerpo de la mujer.