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Eventualmente se transforma en el "cuerpo de Cristo", sin embargo, hoy día están al alcance de un clic.
El sistema de producción es igual en la mayoría de los países. Un grupo de monjas en claustro son quienes, por años, se han dedicado a la creación de las hostias que eventualmente se transforman en el “cuerpo de Cristo” cuando reciban la bendición de los sacerdotes.
Desde inicios de la Iglesia católica, la elaboración de la hostia ha pasado siglos sin ningún tipo de variación; sin embargo, en los últimos años ha llamado la atención la manera como se distribuye en ciertos lugares, para los más católicos resulta demasiado moderno.
Y es que ya parece algo normal que “el cuerpo de Cristo”, que antes solo se recibía durante la misa o ceremonia religiosa, ahora con tan solo dar un clic lo puedes tener a tu alcance. En sitios como Amazon es muy fácil hacer la compra de las hostias como si se tratara de una caja de galletas…
Respecto al tema han surgido muchos foros en los que muchos católicos muestran su descontento y preocupación, ya que les resulta inquietante ver cómo promocionan las hostias junto a chocolates y galletas.
En sitios como Amazon es posible comprar, con tarjeta de crédito una caja de 1,000 hostias por 18.81 dólares; mientras que una caja de 500 unidades puede costar 12.48 dólares o 50 hostias de las que usa el sacerdote en el altar, son más grandes, unos 9.41 dólares.
Monjas y maquinarias
La hostia está regulada por normas vaticanas al igual que otros elementos de los ritos católicos. En la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano dicen que la única normativa en este caso es que “sean de harina de trigo”.
Antes, hace muchos años, las monjitas se levantaban temprano por la mañana y luego de sus oraciones se disponían a la creación de las hostias, eso ha cambiado en diversos sitios debido a la gran demanda que hay. En la actualidad, es la maquinaria la que hace el mayor trabajo, como es el caso de las monjitas de la Orden de la Visitación de Santa María, congregación que lleva años en esta labor en Panamá.
La madre superiora dijo que en Panamá no es distinto a otros países “el proceso de producción es el mismo, aunque hace un tiempo tuvimos problemas cuando se nos dañaron las máquinas y se tuvo que traer de Guatemala”.
El proceso de fabricación de hostias consiste en utilizar trigo y agua, esta mezcla se procesa primero en una batidora, luego se pasa a un molde especial que se pone a hornear. Finalmente, la torta es cortada en pequeños pedazos que son las hostias que comulgan los panameños.
Según la entrevistada, aunque desconoce que en tierras canaleras se esté dando este negocio, sí es consciente de que en países como Estados Unidos, Colombia y Canadá se están vendiendo las hostias en la web como cualquier producto.
“En Estados Unidos, el costo de las hostias es el doble al de aquí en Panamá. Aquí desde hace muchos años se ha mantenido igual, aunque la demanda ha aumentado”, aseguró, a pesar de no darnos el precio de las hostias.
Según informes, las diócesis invierten en las máquinas para hacer las hostias, pero en el caso de nuestro país, todas las hostias se hacen en Las Cumbres, la fabricación está a cargo de un grupo de monjitas que nunca salen del convento, se dedican a la oración, se trata de las llamadas “panaderas benditas”, las hermanas de la Orden de la Visitación de Santa María.
En América Latina todavía hay muchos conventos, especialmente de monjas carmelitas, dedicados a la actividad.
Mayor productor
Actualmente existen algunas fábricas oficiales aprobadas por las diócesis, ya que garantizan que son hostias hechas de trigo y por eso les dan el permiso. Sin embargo, hay otras que son empresas o fábricas más grandes, hablamos de dos mil, diez mil hostias que entregan en cajas muy bonitas y ordenadas. Ejemplo de ello es la empresa basada en Rhode Island que ha sido bautizada como la “Microsoft del pan de altar”, hoy día es considerada la fábrica más grande de Estados Unidos, su nombre es Cavanagh.
A través de su página web, esta empresa asegura ser la mayor productora de hostias. “Las ventas de las hostias en la compañía han aumentado hasta un 10%”, dijo Brian Cavanagh, director general de Cavanagh Co.
Cabe mencionar que antes, hace muchos años, las hostias eran blancas y más delgadas que ahora, y se disolvían en la lengua. Cavanagh explica en el sitio web que su empresa ha patentado técnicas para producir obleas más gruesas, sin levadura y con bordes sellados para prevenir las migas.
Como leen, no solo se ha modernizado o cambiado la manera en que se venden las hostias, también el producto en sí está sufriendo algunas variantes.
Respecto a esto, sacerdotes y monjas dice que el problema no está en que hay fábricas que produzcan las hostias, sino el hecho de que se estén vendiendo en internet como si se tratara de un par de zapatos. Y es que la demanda, sobre todo en fechas especiales (Navidad, Semana Santa, eventos del papa, en fin) es superior y en los conventos las monjitas no dan abasto y esta es una buena opción para que las iglesias la obtengan.
También está el hecho de que las hostias no están consagradas. Esa condición sagrada la adquieren en la iglesia cuando el sacerdote pronuncia la oración consagratoria en la eucaristía. En ciertos lugares, también se da el caso de que las sobras o migajas son dadas a quienes más lo necesiten, al igual que se alimentan algunos animales con estas.
Dentro de la página web, la familia Cavanagh asegura ser católica, apostólica, romana, pero dejan claro que para laborar en su empresa, esto no es un requisito. “Somos una fábrica de pan comercial. No nos vemos como nada diferente. No tienes que ser católico para trabajar aquí”.
¿Cuánto cuesta “el cuerpo de Cristo”?
Hasta el momento, las estadísticas de comercio mundial de la ONU aseguran que "el pan de comunión" en la categoría de "panes, masas, tortas, galletas y otras mercancías de panadero", resulta imposible conocer o sacar el volumen del negocio a nivel internacional.
Y es que ni la página web de Cavanagh ni la propia madre superiora de la Orden de la Visitación, en Panamá, han respondido a esta pregunta, aunque según los datos, es significativo debido a la demanda hoy día.
La competencia es fuerte
En otra parte de Estados Unidos, en Misuri exactamente, también se encuentran las Hermanas Benedictas de la Adoración Perpetua, quienes han dicho en diversas entrevistas que los números que muestra la fábrica Canavagh no las acomplejan. Aseguran que son su competidor más cercano, aunque con un volumen de producción distinto.
Las monjitas confiesan estar felices por el trabajo que realizan, lo han estado haciendo por años y así seguirán, “nuestra dedicación hace el pan que se convertirá en el cuerpo de Cristo”, expresó la hermana Lynn.
“Ellos son el principal productor comercial. Nosotros somos los más grandes productores religiosos", manifestó a la BBC Mundo la hermana Lynn, a cargo de la fábrica de hostias del monasterio de Clyde.
"Hacemos nueve millones de hostias al mes, que distribuimos principalmente en Estados Unidos", explica la hermana, quien precisa que sus hornos trabajan 10 horas al día, cuatro días a la semana.
Lo cierto de todo es que la competencia está muy fuerte, y cada día la polémica sobre el tema es mayor, fieles católicos quienes, a través de foros expresan su desagrado respecto al “negocio” que hay detrás de las fábricas de producción de hostias que han surgido en los últimos años.
La molestia no es por la creación de estas, sino por la manera en que se venden en internet. Otros simplemente se han unido a la “moda” y, como es el caso de Venezuela, hacen sus pedidos y ofrecen en fiestas y reuniones (festejos de primera comunión, confirmaciones y bautizos) las hostias como si fueran boquitas.
No cabe dudas de que los tiempos han cambiado y todo se moderniza... En Panamá la fiebre aún no ha llegado como ha sucedido en otros países.
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