La pollera montuna es una de las indumentarias más utilizadas en los diferentes eventos folklóricos, junto a la pollera de gala y la camisola. Aunque no existe un código como tal para el uso “correcto” de esta indumentaria tradicional, sí es ideal tener presente algunas consideraciones de estudiosos a la hora de lucir el traje. Por ejemplo, el investigador de indumentarias tradicionales, Eduardo Cano Espino, sugiere utilizar la montuna de forma sencilla. “Según la región, se atavía de diferentes formas, ya sea con sombrero o tembleques de colores. Se utilizan de uno a dos pares de peinetas y no se debe poner peinetas robacorazones”, dice. Agrega que el vestuario se debe complementar con zapatos de pana negros o del color del enjaretado.
Cano también aconseja ser muy cuidadosas al momento de escoger el largo, color y grosor de los moños, si se va a usar cabello artificial. “Lo preferible es utilizar el cabello corto suelto con sombrero, usar joyas mesuradamente, no llevar tembleques blancos ni rebozo de rayas estilo hamaca”, dice. Tampoco se puede usar gargantillas ni zapatos de satín con hebillas; y en caso de optar por accesorios tejidos, estos siempre deben ir en blanco.
En este caso, Tayra Gissel de Bryon arregla a Verónica Raquel Santos, quien luce una pollera montuna santeña, una de las variantes a nivel nacional. El atavío de una dama que porta este tipo de indumentaria (que se caracteriza por tener una estructura adornada con labores corridas trabajadas a mano y con encaje de mundillo artesanal) es muy llamativo, según señala Tayra, ya que además de lo vistoso que resulta el traje por sus labores y tejidos artesanales, el arreglo de la cabeza se realiza con tembleques (o tocados) de colores.
El arreglo con tembleque de colores no es exclusivo de la pollera montuna santeña. También se utiliza con las otras variantes de montuna, excepto los pollerines de Chorrera, las montunas de pajonal, las de Coclé del Norte, las ocueñas y la de Veraguas, tal como indica Cano.
En cuanto a las joyas, según el profesor Cano no existe un reglamento sobre las cantidades, pero Tayra aconseja usar pocas, entre ellas: tapa hueso o cinta negra con medalla; cadena chata, guachapalí y cola de pato. En las orejas se colocan zarcillos, dormilonas o tangos, y en las manos, anillo de manito o lisos ( no se utiliza piedra).
De Bryon insiste que al arreglar a una mujer que lleve puesta una montuna, es fundamental “siempre hacer un 'check list' de los accesorios a utilizar, por más pequeño que sea el arreglo, así se evita demoras y retrasos al momento de ataviarse”. De igual modo, recomienda no combinar estilos de diversas regiones y si se lleva rebozo, este debe ser con las labores de la camisa o blanco.
Aunque Cano expresa que el folclor evoluciona y que el uso de la vestimenta tradicional queda a discreción de cada quien, sí opina que las personas deben informarse y que se deben hacer acciones para educar a la población y no caer en estilizaciones que desvían el uso de los diferentes trajes tradicionales.
A continuación un paso a paso para colocarte los tembleques de colores:
1. Antes de colocar los tembleques, la mujer debe peinarse dividiendo en dos el cabello y con la partidura centrada. Se forman dos trenzas que deben ser fijadas detrás de la orejas, formando cocas o cebollas. También debe estar maquillada lo más suave o natural posible. Se coloca la camisa, la enagua (en este caso también colocamos la falda), las cadenas y zarcillos.
2. Alrededor del moño se colocan las trenzas artificiales del mismo tono del cabello. Deben quedar parejas en la terminación, donde se ponen moños del color del enjaretado.
3. El arreglo de la cabeza propiamente comienza colocando dos pares de peinetas de balcón. Nunca se usa la robacorazón.
4. Los primeras tembleques que se ubican son los tapaorejas (uno de cada lado). La función de este adorno es tapar las orejas, no los zarcillos.
5. Luego se colocan dos pares de tapamoños (tembleques más largos) de cada lado. Se ponen encima de los moños, como lo indica su nombre.
6. Por último, las flores o rellenos indivuduales, que se usan para cubrir los espacios que quedan visibles. Se ponen de 7 a 8 pares, dependiendo del tamaño de la cabeza y la abundancia del cabello.
Ten presente: Es importante siempre dejar visible el partido de la cabeza y algo de cabello. Además, los tembleques no se deben colocar apiñados para que se pueda apreciar el detalle de cada flor. Los tembleques de la mantuna son confeccionados con perlas. Los capullos (que simula la flor cerrada) pueden ser de satín o de organza. Hoy en día, según el gusto de la mujer, se les coloca un toque de piedras con brillo, como cristales de swarovski para hacerlos más llamativos. Para evitar dolor al momento de colocar los tembleques, puedes usar ganchos abiertos de cabello que embonan más fácilmente.
Mira el video del atavío: