Sin duda los protagonistas de la segunda jornada de desfiles en la ciudad italiana fueron las transparencias, los estampados y los colores amarillo y naranja fluorescente.
El día lo abrió la pasarela de Max Mara, donde las estrellas —de grandes y pequeños tamaños— y las rayas horizontales y anchas fueron las protagonistas. La firma, conformada en 1951, presentó una colección con piezas como jerséis, chaquetas, vestidos de corte amplio y pantalones amplios en tonalidades claras como blanco y beige, y colores oscuros como el negro y el azul marino.
Algunos de los accesorios estrella utilizados por la directora creativa Laura Lusuardi fueron las gafas de sol con cristales circulares y negros, y los bolsos también negros de cuero y de asas largas.
La apuesta de calzado femenino presentado por Max Mara —las sandalias cerradas hasta el empeine y de tacón bajo— también fueron una tendencia en la pasarela de la casa Fendi, con la única diferencia que los pies se dejaron ver únicamente por unas aperturas en la zona del empeine.
Fendi revolucionó la pasarela con dos prendas muy fuertes en personalidad: Las chaquetas bolero en rojos pasión y los pantalones bombacho en verde militar. La casa también apostó por blusas de mangas ‘bishop’ y por vestidos con profundo escote, transparencias, brillantes y tejidos.
Otra de las casas presentadas en la segunda jornada del Milán Fashion Week fue Emilio Pucci. La firma apostó 100% por la tendencia bohemia. Rayas horizontales, verticales, brillos, estampados geométricos y dibujos animales se combinaron para demostrar que el ‘mix and match’ continua vigente, siempre y cuando sea de manera equilibrada.
Pucci también optó por complementar sus looks con gafas de cristales grandes, traslúcidos en tonos rojos, y bolsos de asas cortas con muchas plumas.
Prada presentó su colección en antesala a Moschino, quien cerraba la jornada. En su pasarela nos dimos cuenta que las transparencias y los estampados seguirán siendo los protagonistas del guardarropa femenino. Los looks se conformaban por piezas como faldas de oficina, totalmente transparentes, sobre camisas oscuras, o se adornan con bordados, lentejuelas e incluso esmeraldas falsas.
También estuvieron presentes los textiles como el cocodrilo y el astracán, estampados en prendas como camisas y faldas. Como complemento, Prada escogió unos imponentes aretes rojos y morados berenjena.
Como dijimos, la pasarela la cerró Moschino, que presentó una colección muy original, inspirada en la carretera. Señalizaciones de tráfico adornaron el ambiente junto a textiles en color amarillo y naranja. Bañadores marrones con estampados de señales circulares de prohibición compartieron escenario con los pantalones de talle alto y botas naranjas y blancas, y faldas abiertas hasta el muslo y ligeramente más largas por detrás.
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