La actitud, clave principal

Mié, 01/13/2016 - 19:05
Fuerte impacto emocional es lo que sienten los familiares de las personas que padecen enfermedades incurables. ¿Qué se debe hacer?

La fase terminal de la vida es cuando el médico juzga que las condiciones del paciente han empeorado y que ya nada podrá parar el curso de la enfermedad. En estas condiciones surge una serie de controversiales dilemas que afectan no solo al paciente, también a sus familiares más cercanos.

Sin embargo, los psicólogos afirman que se puede convivir con una enfermedad de estas características, solo hay que superar las etapas que se presentan por la negación de la situación, en primer lugar.

La psicóloga Magali Dunn explicó que nadie está preparado para este tipo de situaciones, pero todo dependerá de la actitud con la que se afronte la noticia. “Es muy importante ser positivos”, dijo.

Dunn aconseja que en estos casos se deben compartir los cuidados del enfermo con otros familiares, la carga o dolor se hace más pesada si se está solo. “No solo hay que apoyar de manera económica, el paciente espera por ejemplo: compañía, un apretón de manos o un abrazo”, aseguró la experta.

La ayuda espiritual nunca está de más, al contrario. La psicóloga mencionó que siempre es recomendable refugiarse en Dios, “él tiene una respuesta para todo”.

¿Cómo prepararse?

Aquí algunos consejos para familiares de enfermos terminales que pueden ayudar a hacer más soportable esta fase:

  • Informarse sobre la enfermedad. Esto facilitará comprender al enfermo.
  • Reclamar todo el apoyo posible al equipo médico del hospital en el que esté.
  • Si la situación se vuelve muy difícil de sobrellevar, hay que buscar ayuda psicológica.
  • Hablar en familia abiertamente de los sentimientos y conflictos internos de cada uno de los miembros.
  • Acordar con el enfermo las condiciones para sus cuidados y asistencia, para que esté conforme con las mismas y no se sienta agobiado.
  • Escuchar al doliente, dejándole expresar todo lo que siente con respecto a su padecimiento.
  • Evitar hacer comentarios negativos o llorar enfrente del enfermo, no es beneficioso.

Una vez el enfermo fallece, a los familiares les toca afrontar el duelo, la parte más difícil según los expertos de la Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz -ayuda a superar pérdidas físicas-. Y es que en esta etapa surge una serie de sentimientos (negación, culpa, rabia, depresión, aceptación y esperanza, entre otros) que deben superarse; para lograrlo están las terapias.

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