- Para Padres
Además de afrontarlo con positividad, debes adoptar ciertas pautas para que el proceso de adaptación sea más fácil.

No queda dudas y así lo ha mostrado la historia, las mamás han trabajado siempre, pero la sumatoria de maternidad y trabajo son un campo de reflexión minado de contradicciones. Y es posible de que cada una de estas surjan por pautas culturales que, sobre todo en los inicios del siglo XX, promovieron la visión de que una buena mujer era aquella que se quedaba en casa cuidando a sus hijos.
En Panamá, según la encuesta del Uso del Tiempo, presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría de la República de Panamá, de 2011, las mujeres trabajan más que los hombres: ellas dedican en promedio 38.49 horas semanales a su labor en el mercado laboral, 10.24 horas a actividades culinarias, 5.94 horas al aseo del hogar, 4.28 horas al arreglo de ropa, y 18.47 al cuidado de adolescentes y niños. Mientras que los hombres dedican en promedio 45.17 horas semanales a su oficio en el mercado laboral, 4 horas a actividades culinarias, 3.12 horas al aseo del hogar, 1.94 hora al arreglo de ropa, y 9.97 al cuidado de niños y adolescentes.
Convertirse en mamá por primera vez es un acontecimiento que cambia radicalmente la vida y para siempre. Pero cuando recién comienzas a adaptarte a tu rutina de madre, te das cuenta de que ya es hora de volver a trabajar. La angustia se apodera de hasta la mujer más organizada, y es que tendrás que dejar a tu indefenso bebé en manos ajenas y pasar gran parte de tu tiempo en el puesto de trabajo. Para cumplir con todo y lograr ser una profesional feliz, tienes que tomar cartas en el asunto, no es nada fácil.
Para no morir en el intento
Te miras en el espejo mientras te maquillas, algo que no hacías desde hace meses, y apenas te reconoces. Es el primer día de vuelta al trabajo, después de tu licencia maternal, y tienes emociones contradictorias: te sientes fatal por “abandonar” a tu pequeño, aliviada por perder de vista los pañales, enfadada por sentir que en tu vida hay algo que sobra, el niño o el trabajo...
Según el psicólogo Eduardo Escobar, la culpabilidad es un sentimiento normal en las madres, a esto se le tiene que sumar el miedo a que debido a la maternidad su vida profesional acabe. Pero todo tiene solución, el experto mencionó algunas etapas por las que pasa la nueva madre y cómo superarlas.
- Alivio y tristeza. La mayoría de las madres, antes o después de regresar a trabajar sufren de depresión, pero también pueda que se sientan aliviadas y vean el lugar de trabajo como una vía de escape a tantos compromisos maternales. En este caso, el psicólogo aconseja pensar en los aspectos positivos de la reincorporación: recursos económicos, experiencias nuevas, realización personal.
- Culpa. Los primeros días, la madre siente que abandona a su hijo; sin embargo, Escobar dijo que la mujer debe de estar convencida de que su bebé estará bien y lo mejor es dejárselo saber al pequeño también, “siempre debe despedirse del niño con una sonrisa, así este entenderá que aunque ella se vaya, volverá”.
- Ansiedad. La madre alimenta sus temores anticipando situaciones de desastre. Para evitar este tipo de acontecimientos, el experto recomienda organizar el tiempo con antelación y tomar las riendas de la crianza del hijo, es decir, debe explicar a todos (al bebé, a la niñera, a la abuela, a todos) que ella y su pareja son los responsables de cuidar, educar y establecer las normas de su hijo y la casa.
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