- Nutrición
Además de alimentar bien a los peques en casa, es importante ofrecerles meriendas saludables. Ambas acciones ayudarán al menor en su crecimiento, concentración y rendimiento
Una alimentación balanceada, que aporte energía, es indispensable para que los niños y jóvenes se concentren es sus estudios y eviten el cansancio. Tanto las comidas que se le proporcionan en casa al menor, como las meriendas que toma en la escuela, son fundamentales para su crecimiento, concentración y rendimiento.
La buena nutrición comienza por casa. Débora Arosemena, especialista en nutrición del Centro Médico Paitilla, señala que es importante que los niños salgan desayunados de sus casas. "Preferiblemente deben comer alimentos integrales, ya que contienen alto contenido en fibra", especifica.
Leer más: Verdades del desayuno: si estás tratando de bajar peso deberás modificarlo
Avena, lácteos, pan integral, guineo y huevos, son algunos de los alimentos para el desayuno que sugiere la doctora, pues "proporcionan energía y concentración de manera saludable para sus hijos", indica.
El almuerzo también debe ser balanceado. La especialista en nutrición explica que el plato debe tener arroz o pasta (en pequeñas porciones), vegetales y proteínas (preferiblemente blancas como el pescado o el pollo).
Lonchera saludable
En general, los niños deben comer cinco veces al día, incluyendo sus dos meriendas. La calidad y variedad de alimentos que se colocan en la lonchera son fundamentales para los niños y adolescentes, debido a que se encuentran todavía en etapas de crecimiento y desarrollo.
"En estas etapas, las necesidades nutricionales están aumentadas, por tanto, la cantidad de alimento demandada es y debe ser mayor, comparada a otras etapas de la vida', señala la licenciada en nutrición y dietética Giselle Núñez.
El rendimiento académico también está relacionado con una alimentación equilibrada. ‘No podemos dejar de lado el mayor esfuerzo físico y mental al que están expuestos los estudiantes en las jornadas escolares, por lo tanto, la merienda permite mantener estables los niveles de azúcar en sangre, recargando la energía para continuar con el proceso educativo', indica Núñez.
Basada en la lista de alimentos permitidos dentro de los centros educativos que el Ministerio de Educación (Meduca) estableció en 2017 (el cual comenzó a regir en 2018), la nutricionista Núñez opina que entre el grupo de carbohidratos para la merienda se pueden incluir alimentos como palitroques, pan integral, pan tipo pita, pan michita, pan flauta, galletas de sal, galletas de avena, palomitas de maíz natural y tortillas de maíz. Entre los lácteos, menciona el queso, el yogurt, la leche y leches saborizadas.
"También se pueden considerar complementos de proteína para emparedados como torta de huevo con vegetales, huevo con trocitos de queso, quesos en rebanadas, quesos untables y tuna", agrega.
Aunque Núñez advierte que en la lonchera no se deben incluir golosinas, frutas confitadas, chocolates con adición de azúcares ni bombones, expresa que sí es recomendable incluir algún tipo dulce. ‘No debemos olvidar que son niños', expresa. Sugiere las galletas de pasitas, un trozo de dulce casero preparado el fin de semana en casa, una pequeña porción de mantequilla de maní, duros de frutas o paletas de fruta, barritas de cereal e inclusive, esporádicamente, una bola de helado.
Las bebidas gaseosas (sodas) y las aromatizadas, que tienen un elevado contenido de azúcares; al igual que las frituras y los 'snacks' envasados, dulces o salados, con un alto contenido de sodio, azúcares y grasas, están en la lista de alimentos no recomendados.
Más creatividad
Para Núnez es fundamental que la merienda sea práctica de comer y llamativa. "Podríamos jugar con las formas en el pan y las frutas para que sean atractivas a los más pequeños; combinar salado con dulce y utilizar envases originales".
Por su parte, Arosemena expresa que es importante que se le inculque a los infantes a comer todo tipo de alimentos. "Esto se puede lograr perfectamente con la ayuda de los pediatras y nutricionistas para que siempre tenga una alimentación balanceada con todos los nutrientes que aportan la avena, las carnes, los vegetales y las frutas", sustenta.
Arosemena recalca que es importante que los niños tomen agua constantemente para que se mantengan hidratados. Los jugos, advierte, no son convenientes por tener alto contenido de azúcares.