4 consejos dietéticos para disminuir el hambre emocional

Dom, 05/23/2021 - 12:00
Existe un tipo de ansiedad que nos hace comer, no porque tengamos hambre, sino por problemas personales que no sabemos gestionar.

¿Durante el transcurso del día notas que hay momentos en los que te dan ganas de comer algo, aún cuando no tienes hambre? Esto tiene que ver con el llamado hambre emocional, el cual suele aparecer cuando sufrimos estrés, ansiedad y tristeza; pero también, por mero aburrimiento.

 

El hambre emocional se caracteriza porque la persona que la padece siente una gran necesidad de comer, que aparece de forma impulsiva e incontrolada.  Sientes que necesitas comer para poder satisfacer ese “algo” que te está perturbando. Y ese “algo” no es nada más que un conflicto emocional que no se está resolviendo de forma adecuada.

 

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Características del hambre emocional

  • Necesidad de comer aunque no se sienta hambre fisiológica: necesitas introducir alimentos en tu cuerpo aunque no experimentes el hambre común.
  • Comer de forma impulsiva: además, este tipo de hambre emocional se caracteriza porque se desconoce el origen de esa necesidad, pero no se puede controlar. Esto hace que el acto de comer se haga de forma impulsiva y descontrolada.
  • Sentimiento de culpa: suele ser muy común que, después de este ataque de hambre, las personas se sientan culpables porque siguen sin sentirse bien ni satisfechas. Esto es porque el origen de su problema no se ha resuelto con la comida.
  • Comer para estar mejor: hay un trasfondo en esta conducta que persigue un sentimiento de mejora y bienestar por el hecho de comer. Sin embargo, al no resolverse, es habitual que la persona se sienta triste y decepcionada después del atracón.

 

¿Cómo controlar el hambre emocional?

 

La nutricionista Ana Alexandra Arosemena (@anaalexandra18) nos enseña 4 consejos dietéticos para disminuir el hambre emocional.

 

  1. Bebe más agua: Muchas veces se confunde la sed con el hambre. Cuando el cuerpo pide hidratación cometemos el error de no beber agua y en su lugar acudir a bebidas como el café o bebidas azúcaradas que pueden empeorar esta situación. 
  2. Añade fibra a tus comidas: Estas son fundamentales, te ayudarán a sentirse más satisfecho a la hora de comer, con menos ansiedad y hambre. Ingiere vegetales y frutas.
  3. Consume proteínas: Las proteínas animales como carne, pescado, pollo, huevos y otros complementos como lácteos; frutas como piña, frutos secos, contienen un nutriente en específico que es el triptófano. Este tiene un efecto tranquilizante, es un aminoácido, que después de unos complejos cíclicos metabólicos en el organismo se transforma en serotonina, por lo tanto debemos asegurarnos de tener un correcto aporte de triptófano. Esto puede ayudarnos a regular los niveles de serotinina, un neurotransmisor que participa en el control del apetito y está relacionado con el estado de ánimo.
  4. Consume carbohidratos complejos: El arroz integral, las galletas, las lentejas, menestras en general, también colaboran con el aumento de serotonina en el cuerpo. Siempre es más recomendable que sean integrales.

 

Conoce más en el siguiente video.

 

 

 

 

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