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Este ha sido el tema polémico desde antes de que comenzase esta conferencia
La Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD25) finalizó hoy en Nairobi con la controversia del aborto acaparando la atención, después de tres días de casi un centenar y medio de debates sobre derechos sexuales y reproductivos y violencias machistas. "Es muy difícil entender cómo alguien puede estar en contra del derecho de cada persona a decidir sobre su cuerpo", clamó la parlamentaria danesa Karen Ellman durante la ceremonia de clausura del evento, entre vítores y aplausos de los miles de asistentes. Organizada por Dinamarca, Kenia y el Fondo de Población de la ONU (UNFPA), la CIPD25 ha tenido lugar desde el martes en Nairobi con las participación de más de 9.500 personas de más de 160 países.
El aborto ha sido el tema polémico desde antes de que comenzase esta conferencia, que ha pretendido acelerar la acción global para conseguir los tres ceros: cero muertes maternas prevenibles, cero necesidades insatisfechas del acceso a la planificación familiar y cero violencias y prácticas dañinas como el matrimonio infantil o la mutilación genital femenina (MGF) contra la mujer. En ese sentido, gobiernos de todas partes del mundo, sociedad civil, sector privado, organismos y ONG han adquirido más de 1.250 compromisos, de los que el UNFPA ha prometido hacer seguimiento y evaluar su avance a nivel nacional mediante un anunciado nuevo "Foro Político de Alto Nivel".
Compromisos como el del presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, de acabar con la MGF para 2022, pero también económicos. De esa forma, doce países, entre los que figuran Dinamarca, Canadá, Alemania o Reino Unido, han comprometido 1.000 millones de dólares y empresas privadas y organizaciones no gubernamentales, otros 8.000 millones de dólares para estos fines. "Hemos escrito compromisos para los que tendremos que rendir cuentas. Vamos a actuar", expresó la directora ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem, en el acto de clausura, donde intervinieron el vicepresidente de Kenia, William Rutto, una decena de líderes juveniles de todas partes del mundo y actuó la cantante nigeriana Yemi Alade, una de las voces femeninas más actuales de África.
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A pesar de que no es una reunión intergubernamental y no se esperaba ningún acuerdo vinculante, de la conferencia ha salido la "Declaración de Nairobi", que básicamente reafirma el programa de acción tomado hace 25 años en la histórica CIPD de El Cairo, y se compromete a "intensificar los esfuerzos para la financiación e implementación efectiva, acelerada y plena" del mismo. Una declaración que diez países, liderados por Estados Unidos y que incluyen a Brasil, Senegal, Egipto o Polonia, han rechazado al pedir que no se tenga en cuenta en el futuro.
El "elefante" del aborto
"No hay un derecho internacional al aborto. De hecho, las leyes internacionales dicen de forma clara que todo el mundo tiene derecho a la vida", aseguró hoy a la prensa la jefa de la delegación de Estados Unidos, Valerie Huber, al leer un comunicado conjunto firmado por los diez países. Consideran que, a pesar de que creen válido la CIPD de El Cairo, ahora se está usando los términos de "derechos sexuales y reproductivos" o la "educación sexual comprensiva" de forma "agresiva para promover ciertas prácticas como el aborto".
"Creo que la declaración ha sido un malentendido", justificó el delegado danés para la Conferencia, Ib Petersen, en una rueda de prensa en la que insistió en que esta no es una cumbre oficial de la ONU ni tampoco una reunión "pro aborto". Aunque no estuvo presente en las reuniones de alto nivel de la conferencia, donde participaron figuras como la expresidenta chilena y alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, o la reina Mary de Dinamarca, en otras sesiones "se ha sacado de una esquina el elefante del aborto y se ha puesto en el centro", como manifestaba la activista keniana Naisola Likimani, durante el acto de clausura.
"No vamos a conseguir la meta de cero muertes maternas si no nos ocupamos de las necesidades de los abortos inseguros", dijo Likimani, activista del movimiento "She decides" ("Ella decide"). Se calcula que 25 millones de abortos inseguros se practican en todo el mundo de forma clandestina. Algo más de un centenar de personas, agrupadas por la organización ultraconservadora y de extrema derecha CitizenGo, celebraron una cumbre paralela "pro vida", y amenazaron con manifestarse hoy en frente del Centro de Conferencias Internacional Kenyatta, que ha acogido la cumbre, protesta que finalmente ha sido sustituida por un acto de rezo en una iglesia cercana.
"Los derechos sexuales y reproductivos son básicamente aborto", consideró la portavoz de los manifestantes pro vida, Ann Kioko, quien cree que la conferencia refleja "el mundo de la ONU del aborto". Sin embargo, durante la CIPD25 decenas de representantes de "grupos de fe" de todas las religiones - cristianos, hinduístas, musulmanes - han subrayado la importancia de los derechos sexuales y reproductivos y han dado la cara por la salud y la vida de las mujeres.
"Los derechos sexuales y reproductivos son una victoria para todos", alegó la arzobispo de Uppsala (Suecia), Antje Jackelén, primera mujer en ese cargo, que consideró que "hay que involucrar a las comunidades de fe porque la mayoría de la población es religiosa". La duda ahora es qué habrá sobre la mesa en 25 años, si se tendrá que seguir debatiendo sobre los mismos asuntos o buscando formas de acabar contra la violencia y los abusos a mujeres. Antes, a apenas diez años de distancia, muchos de los temas que se han tratado estos tres días tienen un examen crucial en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la agenda de desarrollo de la ONU.
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