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¿Se debe comer o no algún snack previo a una sesión de entrenamiento físico y, sobre todo, qué opción es la mejor? ¡Toma nota!
La alimentación juega un papel clave cuando se trata de mejorar tu rendimiento en energía, flexibilidad, fuerza, y tu recuperación muscular al ejercitarte. Es importante aclarar que no es solo lo que se come justo antes o después del entrenamiento, sino también lo que comemos durante el día.
Si tu última comida previa a tu sesión de ejercicios fue hace más de cuatro horas, probablemente sentirás una falta de energía en algún momento del entrenamiento. Por eso, te recomiendo que pruebes algunos de estos snacks. ¡A darle con todo!
Los carbohidratos son macronutrientes que, en este sentido, ayudan a genera glucógeno, una sustancia que funciona como combustible cuando realizamos ejercicios de alta intensidad y por corto tiempo. Pero es limitada y llega a agotarse en un periodo determinado. Es por esto que los snacks que contengan altos porcentajes de este nutriente deben ser parte de tus sesiones de entrenamiento que duren aproximadamente 60 minutos.
Estas son algunas opciones:
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Trozos de manzana verde u otra fruta con canela en polvo
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Smoothie de fresas u otra fruta, en agua o bebida vegetal
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Yogurt natural con avena integral o muesli o granola casera
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Arepita de maíz asada
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Avena cocida en agua
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Tostada de pan con mermelada casera o con rodajas de guineo
Sin embargo, cuando la intensidad del ejercicio sea de moderada a baja, pero la duración sea mayor, será necesario combinar otros nutrientes como proteínas y grasas para asegurar una mejor recuperación (menos dolor post entreno) y menor riesgo de que perdamos masa muscular.
Por ejemplo:
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Una tostada con aguacate majado o mantequilla de maní.
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Yogurt natural griego con frutos secos como almendras o nueces y canela.
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Tostaditas de maíz con atún o queso blanco
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Smoothie de fruta con yogurt griego natural.
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2 onzas de pechuga de pollo a la plancha con ½ banano
Estos snacks te ayudarán a tener mayor saciedad durante el tiempo de entrenamiento, pero sin que sientas molestias a nivel digestivo. No esta de más elegir alimentos que sean más rápidos de asimilar en lugar de otros más complejos. Lo ideal es comer ese snack de 1 a 1.5 horas antes de la sesión. No existe una porción exacta que te pueda recomendar, ya que esto depende enteramente de la persona y características del entrenamiento como tipo de deporte, duración, intensidad, entre otros.
Hay momentos en que quizás no necesites esta merienda; por ejemplo, si realizas una comida principal (desayuno, almuerzo o cena) 1, 2 o hasta 3 horas previas al entrenamiento y ha sido equilibrada y completa. Probablemente te sientas a tope; por eso siempre recomiendo “escuchar tu cuerpo". Así como hay varias personalidades, existen diferentes organismos.