
Si bien al tomar café todos los días muchos dicen crear cierta dependencia a la popular infusión (experimentan síntomas del Síndrome de Abstinencia como fatiga, dolores de cabeza, irritabilidad si no consiguen su taza con rapidez), la verdad es que esa dependencia no está catalogada como un trastorno. Pero sí lo está la abstinencia de cafeína (está regulada por el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM) de EE. UU.), pero también debemos aclarar que figura como un trastorno siempre y cuando afecte significativamente la vida cotidiana de la persona (no llegues a esos extremos, estar peleando con tu entorno por una simple falta de la dósis diaria de cafe no es una buena señal).
Pero la buena noticia es que, incluso si sientes que debes dismunuir tu consumo diario de cafeína, un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Consulting and Clinical Psychology encontró que el tratamiento de la dependencia de la cafeína es sencillo. En el estudio, 33 personas que habían estado ingiriendo un promedio de 666 mg de cafeína por día (esa medida equivale a cerca de siete tazas de café) asistieron a una sola sesión de la terapia cognitivo-conductual. Después, continuaron con tres rápidas citas de seguimiento sólo para asegurarse de que estaban todavía en camino. Al final del estudio, fueron capaces de reducir su consumo de café en un 77% - a menos de 200 mg por día.
¡Cero excusas entonces y prohibido gritarle a nadie por tu falta de dósis diaria de café! Si bien el café nunca será tan adictivo como una sustancia o droga química, eso no significa que sea 100% inofensivo. Sin embargo, ya sabes cuál es la recomendación internacional para su consumo, y si te mantienes dentro de ella, no hay ninguna razón para sentirse culpable por caer en la deliciosa bebida.