Mié, 08/14/2019 - 11:03
- Educación
Es hora de romper con ese paradigma de que si el niño no es bueno en matemáticas, no va a ser alguien en la vida; o que si decide ser artista se “va a morir de hambre”, como muchas veces he escuchado por ahí.
Si bien sabemos, todos debemos ir al colegio para aprender, y luego crecer para tener un trabajo y “éxito” en la vida. Al menos es lo que todo el mundo dice.
Ahora bien, nos hemos preguntado ¿Cómo aprende cada uno de nosotros? Crecemos escuchando que el proceso de enseñanza- aprendizaje se da a lo largo de nuestra vida cuando vamos al colegio y obtenemos buenas calificaciones; sin embargo, es favorable mencionar que este aprendizaje debe ser significativo.
Se preguntarán ¿Cómo logramos esto? Bueno, es aquí donde quiero hablarles de las inteligencias múltiples. En mis artículos anteriores ya que las he mencionado, pero esta vez procederé a explicarles cada una de ellas.
Las inteligencias múltiples no son lo mismo que los estilos de aprendizaje, no obstante, están relacionados y suelen confundirse.
Los estilos de aprendizaje son todos aquellos rasgos cognitivos y fisiológicos por los que los alumnos perciben e interactúan dentro de los procesos de aprendizaje. Con esto quiero decir que cuando queremos aprender algo, cada uno de nosotros utiliza su propio método o estrategia.
Por otra parte, existen ocho tipos de inteligencias, las cuales fueron propuestas por el psicólogo Howard Gardner. Todos desarrollamos las ocho inteligencias, pero cada una de ellas en distintos grados y momentos de nuestras vidas. Esto también dependerá de la estimulación que les demos. Los tipos de inteligencia son: lingüística o verbal lingüística, lógico matemática, viso-espacial, corporal o kinestésica, musical o rítmica, intrapersonal o individual, interpersonal o social y la naturista.
Inteligencia lingüística: Es la habilidad que presenta un individuo para expresarse, ya sea de forma verbal o escrita. Quien posee esta inteligencia puede usar las palabras de manera efectiva. En ella se desataca en la literatura, escritura, narración de historias, memorización de fechas, etc. A las personas con esta sapiencia les gusta escribir, contar cuentos y leer; y aprenden mejor leyendo, escuchando y debatiendo.
Inteligencia lógico-matemática: Habilidad para el razonamiento complejo y resolución de problemas. Quienes desarrollan esta inteligencia tienen la capacidad de usar los números de manera efectiva. Les gusta resolver problemas, cuestionar y trabajar con números. Aprenden mejor clasificando y trabajando con lo abstracto.
Inteligencia viso-espacial: Los individuos con esta inteligencia poseen la capacidad de percibir el mundo y crear imágenes mentales a partir de la experiencia visual. Se destacan en la lectura de mapas, dibujando, imaginando etc. Aprenden mejor haciendo dibujos, colores y visualizando.
Inteligencia corporal-kinestésica: La personas kinestésicas se expresan a través de su cuerpo, es decir utilizan su cuerpo para mostrar ideas y sentimientos. Se destacan en el baile, el atletismo, la gimnasia, etc. Aprenden mejor tocando, moviéndose y procesan la información a través de sensaciones corporales.
Inteligencia musical: Capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales. Incluye la sensibilidad al ritmo, tono, melodía, etc. A las personas con esta inteligencia les gusta cantar, tararear, tocar un instrumento y escuchar música. Aprenden mejor escuchando melodías y música.
Inteligencia interpersonal: Quienes desarrollan esta inteligencia interactúan y comprenden a las personas y sus relaciones. Se destacan por liderizar y escuchar a los demás, resolviendo conflictos y vendiendo. Aprenden mejor compartiendo, entrevistando, comparando y cooperando.
Inteligencia intrapersonal: Habilidad para comprenderse a sí mismo. A esta persona le gusta trabajar sola, reflexionar, seguir sus intereses. Aprende mejor haciendo proyectos a su propio ritmo y teniendo espacio.
Inteligencia naturalista: Habilidad para observar la naturaleza, identificar patrones y utilizarla de manera productiva. Se destaca entendiendo la naturaleza e identificando la flora y la fauna. Aprende mejor trabajando en el medio natural.
Ahora que conocemos cuáles son las inteligencias múltiples, es hora de romper con ese paradigma de que si el niño no es bueno en matemáticas, no va a ser alguien en la vida; o que si decide ser artista se “va a morir de hambre”, como muchas veces he escuchado por ahí.
Nosotros como docentes, padres y madres de familia, ahora somos los encargados de potenciar estas inteligencias en nuestros niños y enseñarles a identificarlas, para orientarlos a tener un mejor futuro. ¡Y qué mejor que haciendo lo que más les guste!
Si su hija es buena dibujando, oriéntela a desarrollar esa inteligencia; o si su hijo es bueno expresándose o debatiendo, empodérelo a seguir haciéndolo. Todos aprendemos de diferentes formas, y todos merecemos hacerlo de la forma en la que nos identifiquemos mejor.
Leer más: Por qué es importante la educación sexual en la edad preescolar