La leche materna es el mejor alimento para un bebé, pues fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una recuperación más rápida de las enfermedades.
La Organización OMS recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida. A los seis meses deben introducirse alimentos sólidos, como purés de frutas y verduras, a modo de complemento de la lactancia materna durante dos años o más. El organismo sugiere, además, que la lactancia debe comenzar en la primera hora de vida; que el amamantamiento debe hacerse "a demanda", siempre que el niño lo pida, de día y de noche; y deben evitarse los biberones y chupetes.
En el pasado, llegar a los seis meses de lactancia materna exclusiva era muy difícil por las condiciones de la época. La buena noticia es que hoy esta situación está cambiando, para bien, según afirma el doctor David Méndez, pediatra de Centro Médico Paitilla.
Actualmente, en Panamá existen leyes que apoyan la lactancia materna con el fin de que las madres puedan elegir cómo cuidar a su bebé. Lo ideal es que todas las madres, junto a sus pediatras, puedan decidir qué forma es la adecuada para alimentar a sus bebés. Siempre que las condiciones sean favorables para la lactancia materna exclusiva, esta opción será la mejor para la madre y el bebé. El doctor Méndez menciona los beneficios claves de por qué elegir la lactancia materna exclusiva.
"Con el esfuerzo tecnológico de la industria farmacéutica, encontramos un catálogo de fórmulas de leche para suplir la lactancia materna, a través de esta práctica se ha elevado las enfermedades en el desarrollo y crecimiento de los niños", apunta.
El especialista indica que el útero materno es el primero que nutre al bebé. Expresa que desde hace cinco años se ha estudiado el concepto de los primeros 1000 días del bebé, que abarca desde los nueve meses que está dentro de la madre hasta dos años después, y muestra información de cómo se adapta los macro-micro nutrientes al cuerpo. "Desde el momento de gestación la madre junto a su médico tiene que observar el grado de nutrición que lleva, para lograr un resultado óptimo".
Los primeros cuatro meses del niño son importantes y tienen mucha relación con la nutrición. "Es el periodo donde la madre debe asegurarse que el método de alimentación que eligió es el ideal, ya que de esto dependerá el rápido crecimiento, el desarrollo cerebral para crear una capacidad cognitiva, composición corporal ósea y evitar enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras", agrega, esclareciendo que los pediatras siempre recomiendan la lactancia materna, "ya que este es el medio que enlaza el sistema de defensas del infante con el materno, para crear una memoria inmunológica que protegerá al bebé contra las enfermedades infecciosas".
Durante el embarazo muy pocos anticuerpos e inmunoglobulina pasan de la madre al bebé. "Es prácticamente después del nacimiento, con la lactancia materna, que algunos anticuerpos y la inmunoglobulina E logran llegar al bebé", asevera el galeno.
Y prosigue: "Los linfocitos, macrófagos y todas las células que están en la sangre, que deben proteger al bebé contra las infecciones, no funcionan al 100%, por esto se recomienda la lactancia materna, ya que pasan células vivas que van a colonizar todo el intestino del niño para convertirlo en un intestino seguro".
"Es importante mencionar que a través de la lactancia materna aplicada al niño por cuatro meses de forma exclusiva, se logra comprobar, por medio de pruebas espirométricas de función pulmonar, una capacidad de flujo respiratorio elevado, lo que sería una respuesta positiva para evitar las enfermedades respiratorias como alergias y asma", puntualiza Méndez.
Los estudios que revelan los beneficios de la lactancia materna, cada vez más dejan en evidencia los resultados positivos tanto para la madre como para el niño.
Algunos beneficios para la madre son:
• Mejora la figura, reduciendo el peso adquirido por el embarazo.
• Menor riesgo cardiaco
• Menor riesgo de cáncer de mamá y ovarios.
• Ayuda a eliminar la depresión post parto.