Vie, 03/22/2019 - 09:00
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El Día Mundial del Agua es oportuno para pensar sobre la importancia del recurso, al que muchas personas en el mundo y Panamá no tienen acceso.
El agua es un derecho y es fundamental para la supervivencia de los seres humanos. Influye en la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas saludables y forma parte crucial de la adaptación al cambio climático, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La importancia del recurso en el desarrollo socioeconómico es tal, que constituye el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS). La consecución de este objetivo se ha planteado para que contribuya en el progreso de otros ODS, principalmente en salud, educación, crecimiento económico y medio ambiente.
A pesar de tratarse de un recurso imprescindible, muchas personas no tienen acceso al mismo, lo cual desmejora y pone en riesgo sus vidas. La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, entre los desafíos del agua que la ONU enumera está que 2.1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura.
Precisamente, para llamar la atención sobre la importancia del agua dulce, los problemas relacionados con esta y tomar medidas para cambiar la situación, cada año (desde 1993), el 22 de marzo, se celebra el Día Mundial del Agua, destacando un aspecto particular relacionado con el recurso. Este año el lema es "No dejar a nadie atrás", con el fin de resaltar que el agua es un derecho humano para cualquier persona, sea quien sea y esté donde esté.
“Los beneficios del agua no se ven, sino que se sienten cuando no la tienes”
Panamá, un país impulsado por el agua
Según el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos, Panamá es un país con un importante patrimonio hidrológico, sustentado en una precipitación media anual de 2,924 litros de lluvia por metro cuadrado; con más de 500 ríos que dividen el territorio naturalmente en 52 cuencas hidrográficas (fuente principal del agua dulce que consumimos).
"El país cuenta con buenos recursos hídricos; sin embargo, estos se distribuyen de manera desigual a lo largo del año. Entonces, el reto para nosotros es manejar esa cantidad de agua que tenemos, de modo que podamos tener más agua en la estación seca y menos efectos por la lluvia cuando hay un exceso de agua", señala la ingeniera Julia Guardia, secretaria técnica del Consejo Nacional del Agua (Conagua), entidad que coordina el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos.
El Istmo tiene una disponibilidad total de agua dulce de 119 mil millones de metros cúbicos —de los cuales se utiliza solo el 25.8%— , pero hay situaciones ambiguas: mientras una parte de la población la derrocha (el país lidera el consumo per cápita de Latinoamérica con 370 litros diarios), hay comunidades que carecen del suministro.
Según el Censo (de 2010), 53 mil 161 panameños dependían de la lluvia o el carro cisterna; más de tres millones disponía de acceso a agua potable a través de conexión domiciliaria y alrededor de 222 mil tenía acceso sin conexión domiciliaria.
Sobre este tema, Guardia explica que el hecho de que algunas comunidades no tengan agua, se debe principalmente a un tema de distribución. No obstante, recalca que el actual gobierno ha hecho una inversión importante de 2,700 millones de dólares, a través del plan nacional, de los cuales el 92% ha sido para mejorar la infraestructura y garantizar el acceso universal al agua potable y el servicio de saneamiento.
Además de ser un recurso abundante en el Istmo, el agua representa un elemento estratégico, debido a que el Canal de Panamá depende de este para el funcionamiento óptimo y eficiente de sus operaciones.
“Hay muchos factores que influyen en la falta de agua, desde el cambio climático hasta el exceso en el consumo”
Un plan para lograr la seguridad hídrica
Para lograr una gestión sostenible del agua, se creó el Consejo Nacional del Agua (Conagua), entidad que coordina el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos, el cual contiene 5 metas derivadas de un diagnóstico sobre la situación de los recursos hídricos en el país y los retos que se debe enfrentar en el tiempo para garantizar la provisión de agua en cantidad y calidad aceptable para los usuarios, es decir, para que haya seguridad hídrica.
El “Acceso universal a agua de calidad y servicios de saneamiento” es una de las metas (la primera) del Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos. Guardia esclarece que de la inversión de 2,700 millones de dólares, “tenemos más de 448 millones en obras finalizadas y 1,755 en ejecución. También hay 1,225 millones en obras en planificación”.
Respecto a las otras cuatro metas del plan también se ha avanzado, según Guardia. Con relación a la segunda meta “Agua para el crecimiento socioeconómico inclusivo”, se están implementando proyectos con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para establecer espacios de depósito en tres zonas del Pacífico del país y garantizar la disponibilidad del agua en momentos de sequía. También se están desarrollando estudios de prefactibilidad y factibilidad en sitios estratégicos como el lago Bayano, y los ríos Indio, Santa María, Perales, Parita, Ocú y La Villa, como potenciales reservorios multipropósitos.
En la meta dos, de igual forma “se está trabajando para llevar adelante el Sistema Nacional de Información del Agua, que consiste en un sistema de información colaborativo en el que diferentes entidades aporten información del agua”, menciona. Además, se han hecho balances hidrológicos en cuencas hidrográficas prioritarias, estudios para delimitación de acuíferos y se han identificado zonas de recargas por donde los acuíferos absorben las aguas.
En el tema de la “Gestión preventiva de riesgos”, la tercera meta del plan, existe una iniciativa junto a Etesa, Cathalac y universidades, para tener mejor información hidrológica y climática. Así mismo, “el Ministerio de Finanzas está trabajando en tener un seguro país para prevenir sequías e inundaciones”.
Sobre la cuarta meta, tener “Cuencas hidrográficas saludables”, dice que se trabaja el programa Alianza por el Millón. “Al inicio de nuestra república teníamos un 87% de cobertura y hemos bajado a través de los años… Queremos recuperar esa cobertura boscosa para ayudar a prevenir los riesgos relacionados con el agua, tener una mayor sostenibilidad hídrica y, sobre todo, cuencas saludables. Hasta ahora hay un 70% de sobrevivencia en los plantones sembrados y se han repoblado aproximadamente unas seiscientas hectáreas”, asevera.
También se ha trabajado mucho en el programa de fortalecimiento de comité de cuencas, como otra de las tareas importantes del plan. “Durante este gobierno podemos decir que se han formado más de 30 comités”, ilustra.
Respecto a la “Sostenibilidad hídrica” (quinta meta), las 17 instituciones que conforman Conagua trabajan en impulsar leyes, como el proyecto de ley 42, que regula los recursos hídricos, pero que después de muchas vueltas y discusiones, aún no ha sido aprobado en la Asamblea Nacional.
Todos debemos aportar
Según la ingeniera Guardia, el agua es un recurso finito, por lo cual todos los actores de la sociedad deben protegerlo. "En la escuela te dicen que el agua no se agota en el sentido que se recicla, pero ese reciclaje es el ciclo hidrológico del agua, que está siendo afectado por el cambio climático; y si bien hay un ciclo hidrológico, no es como una máquina que te está produciendo todo el tiempo al mismo ritmo, sino que depende de la estación del año y del cuidado de la cuenca para poder usarlo adecuadamente", subraya. Entonces, es menester manejar adecuadamente y cuidar las cuencas y los recursos naturales, ya que de allí proviene el agua que consumimos.
“Cada uno de nosotros tenemos que poner nuestro granito de arena y ser conscientes de que el agua la necesitamos todos; por eso, es deber de todos cuidar nuestra agua y nuestros recursos naturales”, exhorta.
Para la secretaria técnica de Conagua también hace falta trabajar más en la gobernatura del agua, es decir en las leyes y regulaciones, para que todas las instituciones estén comprometidas en el manejo eficiente del recurso. "Conagua reúne a 8 entidades que tienen que ver con el manejo del agua... Son las que más proyectos de inversiones tienen en agua; pero hay muchas entidades, como por ejemplo, el Ministerio de Educación, que tiene que buscar una cultura mental e ir incorporando programas de educación ambiental para poco a poco incluirlos en todas las materias", recalca.
Critica que la gente no tenga conciencia del agua. "No tenemos una cultura del agua. Para el panameño el agua no escasea", expresa. Exhorta a pagar la factura y tener un consumo responsable del líquido: "Tenemos que ser solidarios en el sentido de que hay mucha gente que no tiene agua por el exceso del consumo de otras personas".
Recuerda que el uso responsable del líquido se trata de aplicar sentido común. "Es sencillamente conciencia y seguir recomendaciones que todos sabemos como: lavarte las manos y bañarte en un tiempo corto, lavarse los dientes y afeitarse con el grifo cerrado, tratar de lavar con la lavadora lo más llena de ropa posible, reutilizar el agua con que lavaste las verduras para regar las plantas... Todos lo sabemos, el asunto es ponerlo en práctica, tomando conciencia de que el agua es un recurso que no es infinito", reflexiona.
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