Las casadas son más adúlteras

Fugaces besos porque tanto la prisa como la culpa no tardan en llegar. Hoteles desde los más costosos hasta los más discretos; restaurantes caros, maletas que se cierran muy rápido y la promesa de volverse a ver cuando coincidan las agendas o cuando no haya reunión familiar...

Horas extras en el trabajo, reuniones importantes a la hora del almuerzo, salir de “shopping” con las amigas. Definitivamente, un plato muy completo, pero cargado de muchos ingredientes que no siempre resultan ser los mismos en una receta tan difícil de preparar: la infidelidad.

Sobre el tema, la historia indica que el hombre lo ha hecho durante toda la vida, pero en la actualidad, la mujer también es infiel y mucho más frecuente de lo que imaginamos. Y es que, ahora ellas han decidido buscar afuera lo que por alguna razón no encuentra en la casa.

A Lía (nombre falso) solo le pregunté por qué una mujer le es infiel a su pareja, y con esa misma simplicidad respondió que -en su caso- solo por sentirse atractiva ante otros hombres. Ya tenía muchos años con su esposo y una hija de tres años, la rutina se había colado entre su pareja y ella; deseaba experimentar ciertas emociones que desde hacía un tiempo se habían ido de su cuerpo... Se es infiel por la curiosidad de probar otros besos y de disfrutar de la adrenalina que brota al saberse en otros brazos, es lo que dejó entrever esta mujer profesional de 32 años, guapa y muy elegante.

Lía, después de tener que esconderse y de descubrir que aún sigue siendo atractiva, aseguró que al final se dio cuenta de que podía encontrar esas mismas emociones en su esposo, a quien solo debía pe dir lo que quería. “Me dí cuenta de que yo estaba errada; supe que solo estaba perdiendo el tiempo. La edad también me ayudó y me llevó a madurar y a enfocarme en otras cosas”, dijo la joven mujer, quien con una pícara sonrisa reveló que aprovechaba las horas de almuerzo o la salida para encontrarse con su amante. “El trabajo siempre es una muy buena excusa; en casa solo decía que tenía muchas cosas que hacer”, aseguró.

Liberación femenina

La infidelidad es un tema del que no se gusta hablar mucho debido a que, por largos años, ha sido vista como un acto comúnmente relacionado a los hombres. Sin embargo, los últimos estudios revelan que el porcentaje de mujeres que engañan a sus parejas va en considerable aumento.

Tal es el caso de una investigación realizada en 2010 por el Centro de Investigación en Reproducción Humana del Instituto Conmemorativo Gorgas, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas e instituciones estatales, que reveló que el 48.9% de las panameñas casadas o que viven con pareja han tenido “dos o más compañeros sexuales en el último año”, frente al 46.4% de los hombres que fueron infieles en ese mismo periodo.

La sexóloga Yunilca Brett explicó que este aumento de infidelidad femenina se debe a la liberación que estas tienen, a que cada vez más mujeres son independientes económicamente. “La mujer ahora se ha preocupado por estudiar, por prepararse, por aportar en el hogar y eso las hace sentir libres e independientes”, dijo la experta.

Y es que antes era el hombre quien salía a trabajar para cubrir los gastos, mientras la mujer se quedaba en casa cuidando a los hijos y realizando todas las tareas del hogar, no tenía mucha oportunidad para buscarse un amante. Sin embargo, eso no significa que no lo hacía, la diferencia en este caso era el panorama, es decir, los amantes eran el vecino, el compadre o un amigo... Ahora son el compañero de trabajo o estudio o clientes.

La infidelidad, a lo largo de la historia, ha sido concebida de formas muy variables; por ejemplo, el dramaturgo Alejandro Dumas tuvo una concepción muy particular en la que supo explicar el porqué de la infidelidad: “Las cadenas del matrimonio son tan pesadas que hacen falta dos personas para soportarlas... e incluso a veces tres”. Dumas siempre tuvo debilidad por los romances con mujeres de otros hombres.

Otro caso se dio en Grecia, allí los hombres imponían las reglas, tal es el caso de Demóstenes, quien hizo su propia clasificación: “a las amantes las mantenemos por puro placer; a las esclavas, para la atención diaria de nuestra persona, y a las esposas, para que nos proporcionen hijos legítimos y sean nuestras amas de casa”.

¿Quién es la mujer infiel?

Para que haya infidelidad, tiene que haber una relación firme y seria previamente. No estamos hablando aquí de las chicas que tienen varios novios, de las que tienen varias citas a la semana o de las que prefieren no comprometerse con un hombre en particular.

Se trata de una mujer que, una vez comprometida emocional o legalmente con un compañero, mantiene una relación sentimental con una tercera persona, así lo expresó la sexóloga Yunilca. Y aunque no hay una edad específica para que la mujer sea infiel, sí existen algunos factores que influyen en esta: “Se da cuando esta tiene libertad (se ha graduado, trabaja y ya no depende de nadie), se casa, tiene hijos y después de algunos años se siente emocionalmente insatisfecha. Es en ese momento cuando la mujer decide autenticar su autoestima y sentimientos”, aseguró la experta.

Según la especialista, esta crisis ocurre entre los 35 y 37 años de edad. “La mujer busca sentirse querida y atractiva ante otros hombres que no sean su esposo o pareja. Necesitan sentir lo mismo que experimentaron a los 20 años”.

Lo cierto es que, ya sea por desamor, insatisfacción, por venganza o simplemente por experimentar, las mujeres suben los números de las estadísticas de infidelidad en casi todo el mundo.

Según Yunilca Brett, la infidelidad es una decisión personal, por lo que todo lo demás es excusa. También agregó que las féminas son muy organizadas, planifican las cosas, son analíticas, razón por la que no hablan de sus aventuras, mientras que los hombres, al no medir las consecuencias, muchas veces se desbocan con sus amigos.

Los peligros

Sean cuales sean las razones para tener un romance por fuera de una relación establecida, lo que deben tener claro las mujeres son los riesgos que corren cuando se deciden a ser infieles, pues las consecuencias no solo implican un daño irreparable para su relación de pareja y la salud emocional de sus hijos, sino consecuencias en su salud física y emocional.

• Divorcio: ha quedado demostrado, según varios estudios, que por ego, a los hombres les cuesta perdonar.
• Embarazos no deseados: algunas mujeres quedan embarazadas sin desearlo mientras mantienen una relación paralela, lo que añade más confusión e inestabilidad.
• Enfermedades de transmisión sexual: muchas creen que por tratarse de una aventura ocasional, no necesitan protegerse contra enfermedades de transmisión sexual. Brett aseguró que el 56% de los hombres infieles usa condón, mientras que a las mujeres adúlteras pareciera no importarles su salud, solo el 44% utiliza protección.

Una infidelidad puede acabar de muchas maneras; sin embargo, el perdón puede ocurrir. “Yo creo en el perdón, las personas tienen derecho a equivocarse y mejor aún, a ser perdonadas si se arrepienten de verdad”, dijo la sexóloga Brett. El perdón es el único final feliz de una infidelidad. Perdonar no significa forzosamente reconciliarse. Se puede perdonar y seguir; perdonar y romper. Disculpar significa hacerse un regalo a uno mismo. Quitarse el resentimiento de encima. El resentimiento no superado convierte la infidelidad en un dolor crónico.

A quererse una misma

El “amor eterno”, la pareja para toda la vida o la convivencia hasta que la muerte los separe suelen ser demasiado compromiso para muchas personas que buscan excusas y maneras de escapar de tales presiones; sin embargo, dicen los expertos que es posible prevenir una infidelidad. Aquí algunos consejos de la sexóloga Brett:

• Las mujeres son infieles por emociones, pero estas pueden encontrarse en casa.
• Hay que madurar en todos los aspectos.
• Aceptar la realidad. Mírate al espejo y dí “esto es lo que hay y lo que soy, al que le gusta bien y al que no, también, lo siento”. 4
• No hay que compararse con nadie.
• Ama tu celulitis y tus arrugas.
• Tener claro que ninguna persona es un proyecto para decir que lo vas a cambiar o remodelar.
• Cuando se es infiel, quienes más sufren son los hijos. A los hombres, valoren más a sus mujeres.