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Tener sobrepeso dificulta los tratamientos de reproducción asistida. Además, afecta de manera drástica el ciclo ovulatorio, también la calidad del ovocito y hasta el entorno uterino, por lo que es más difícil quedarse embarazada.
La obesidad es una enfermedad que va en aumento, convirtiéndose en uno de los más grandes problemas de salud de las últimas décadas a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 la obesidad se ha triplicado en todo el mundo y cada año mueren, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso. En Panamá, los resultados del Primer Censo Nacional de Salud Preventiva 2015 – 2017 arrojaron que el 43% de los panameños padecen esta enfermedad.
Esta enfermedad también está asociada con dificultades para concebir. "La infertilidad es tres veces más alta en mujeres obesas, quienes por lo general necesitan un mayor plazo de tiempo para conseguir un embarazo de forma espontánea. Asimismo son más propensas a fracasar en los tratamientos de reproducción asistida como consecuencia de anomalías endocrinas y metabólicas", explica el doctor Saúl Barrera, director de IVI Panamá.
El especialista detalla que la obesidad afecta de manera drástica el ciclo ovulatorio, también la calidad del ovocito y hasta el entorno uterino, por lo que es más difícil quedarse embarazada si se tiene sobrepeso. "Las mujeres con obesidad también responden de muy mala manera cuando se someten a una estimulación ovárica antes de una fecundación in vitro", según el doctor Barrera, y tienen más posibilidades de sufrir complicaciones durante el embarazo.
Además, el síndrome de ovario poliquístico y la obesidad tienen una estrecha relación. "Las mujeres que padecen de Síndrome de Ovario Poliquístico, en la mayoría de los casos, presentan desequilibrio hormonal, como ciclos menstruales irregulares, y en los casos más extremos, la ausencia de este, trayendo como resultado que no ocurra la ovulación y que no se consiga el embarazo", enfatiza.
La obesidad también es un factor de riesgo para otras condiciones médicas como diabetes que también están asociadas a infertilidad.
"Efectivamente, el riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces superior en obesas, se acrecientan las tasas de aborto, existe un riesgo mayor de parto prematuro y tienen el doble de riesgo de muerte fetal que las mujeres con normopeso". La obesidad, además, incrementa el riesgo de todas las complicaciones que se pueden dar en el embarazo como la diabetes gestacional, pre-eclampsia y hemorragia post parto, por lo que el doctor Barrera recomienda que las mujeres deberían tratar de concebir en un peso normal para alcanzar los mejores resultados obstétricos.
Un estudio interno de IVI Panamá realizado entre 2549 mujeres, durante el año 2018 reflejó que el 49% de las mujeres que visitaron la clínica para someterse a un tratamiento de reproducción asistida para formar una familia tienen problemas de sobrepeso. “Cabe destacar que esta cifra ha aumentado un 4% desde el 2012” apunta el Barrera.
De esta muestra se extrajo que el 97% pertenecían a la ciudad capital, un 2% al interior de la república y 1% del exterior. No se registró ningún caso de bajo peso extremo.
Obesidad y fertilidad masculina
En el caso de los hombres, la obesidad está asociada con mala absorción de micronutrientes, lo que genera mayor cantidad de radicales libres que pueden alterar la calidad y funcionabilidad de los espermatozoides, viéndose disminuidas las probabilidades de fecundación.
Según el estudio "Influencia de la Obesidad masculina sobre las tasas de gestación en ciclos de ovodonación”, realizado por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), los hombres con obesidad tienen 9 millones (por militro) de espermatozoides menos que los hombres con un Índice de Masa Corporal (IMC) normal.
A pesar de que el estudio demuestra una relación entre obesidad y baja calidad del semen, las tasas de embarazo fueron semejantes entre los distintos grupos que fueron estudiados, al utilizar la inyección intracitoplasmática (ICSI) como técnica del tratamiento de fecundación in vitro.
Obesidad y descendencia
Barrera indica que los niños nacidos de madres obesas tienen un riesgo mayor de padecer cardiopatías, síndrome metabólico y diabetes tipo II, no solo en la adolescencia sino también durante la adultez; de igual forma tienen un 40% más de probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad.
Los hijos de mujeres con obesidad también presentan constantemente defectos congénitos del sistema nervioso central fetal, la pared abdominal y el intestino. Esto posiblemente se deba a una absorción o distribución insuficiente de nutrientes esenciales como el ácido fólico. “Todas estas malformaciones están aumentadas alrededor de dos veces con respecto a mujeres con peso normal”, apunta el galeno.
Recomendaciones para pacientes con obesidad que se encuentran en la búsqueda de un embarazo
“Hago hincapié en lo importante que es buscar el embarazo en un peso normal para poder sobrellevarlo con menos riesgos y no incidir negativamente en la salud del niño por nacer”, destaca el Dr. Saúl Barrera.
El especialista menciona que la mayoría de los problemas de infertilidad tienen solución, pero se debe buscar ayuda. “Si la pareja tiene más de un año de tener relaciones y no ha logrado el embarazo y, aunado a esto, alguno de los dos presenta alguna condición de sobrepeso u obesidad, le aconsejo a la pareja que acuda a un especialista, ya que puede existir algún problema de infertilidad”, recomienda el Dr. Barrera.
Según el especialista, también es importante que los pacientes consulten con un nutricionista y realicen ejercicio bajo la supervisión de un entrenador, ya que el ejercicio moderado (tanto en el hombre como en la mujer) mejora los resultados en tratamientos de reproducción asistida. También es importante que consulten con un psicólogo para que pueda acompañarlos durante todo el proceso.
Acerca de la obesidad y el sobrepeso
El Índice de Masa Corporal (IMC) es el parámetro más utilizado para determinar si el peso corporal de una persona es adecuado. El mismo se calcula dividiendo el peso en kilos entre la talla en metros al cuadrado (peso/talla2). Teniendo en consideración los valores que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera saludables, el IMC debe de estar entre el rango de 18,5 y 24,9. Las personas que se encuentren por debajo de este rango, se les considera con bajo peso y las que se encuentran por arriba pueden tener sobrepeso o incluso obesidad (de 25 en adelante).
El sobrepeso y la obesidad reflejan un desequilibrio entre la ingesta de alimentos y el consumo energético, con una subsecuente acumulación de grasa corporal que representa un riesgo para la salud. "Las consecuencias que acarrean el sobrepeso y la obesidad son graves: mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas, que representan la primera causa de morbimortalidad en países desarrollados", alerta el doctor.
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