- Para Padres
“No quiero ir a la escuela” puede ser una frase reveladora, pero existen otros síntomas que dejan al descubierto la difícil situación por la que el joven o niño está pasando.
Lo ocurrido hace unos días con un menor de 9 años, procedente del Darién, quien ha sido víctima de “bullying” por compañeros de la escuela, y ahora está entre la vida y la muerte, ha desatado en las últimas semanas un intenso debate tanto por parte de la sociedad como de las autoridades, “es necesario combatir este fenómeno que ha existido desde siempre en todos los colegios del país” piden mucho padres de familia.
El acoso escolar (en inglés llamado bullying) es un tipo de violencia que se produce entre niños y adolescentes. Se caracteriza por el maltrato psicológico, físico o verbal dentro del colegio. Si bien no es un fenómeno nuevo, en la actualidad se muestra con mayor frecuencia.
Por lo general, el bullying se presenta en el nivel primario y en los primeros años del colegio secundario. No diferencia niveles socioeconómicos.
Jaime Retamal, experto en bullying dijo a través de un informe que “hay que utilizar metodologías más cualitativas que ayuden a comprender los contextos, los mundos escolares, las vidas de los alumnos y no simplemente que nos digan y nos entreguen frecuencias”.
Recomienda, además, que para enfrentar el problema de violencia escolar que existe en las escuelas en casi todo el mundo es adoptará medidas como: el nombramiento de un profesor responsable de recibir denuncias, un reglamento de convivencia escolar con los padres y un equipo especializado de sicólogos.
Por su parte, Ferran Barri psicólogo experto en acoso escolar, periodista y presidente de la Asociación SOSBullying, explica que los acosadores tratan de disfrazar las situaciones de acoso haciendo creer al resto del grupo que se trata de una broma. “Pero dejemos claro que en las bromas debemos reír todos, también quien las recibe y, en todo caso, que si uno recibe hoy una broma, mañana puede devolverla en un plano de igualdad”, aclaró.
¿Cómo se detecta?
Es difícil de detectar porque se caracteriza por la clandestinidad. El niño que acosa a otro suele estar acompañado de una “pandilla” o grupo y usan lugares estratégicos como el recreo, la salida del colegio o los baños, para que los adultos queden fuera del circuito.
Burlas, desprecio e insultos reiterados son algunas de las manifestaciones. Pero aquí algunos síntomas que te pueden alertar:
- No quiere ir a la escuela sin motivo aparente.
- Pierde el dinero dado para el almuerzo, merienda o para el transporte.
- Tiene frecuentes cambios en el humor.
- De pronto se manifiesta muy ansioso.
- Le cuesta conciliar el sueño.
- Está más sensible que de costumbre (llora o se queja).
- Aparecen dolores psicosomáticos de panza o de cabeza.
Efectos posibles del bullying
- Inseguridad.
- Ansiedad.
- Miedo.
- Baja autoestima.
- Disminución del rendimiento escolar.
- Aislamiento.
- Trastornos del sueño.
- Trastornos del humor.
Cómo actuar en estos casos
En muchas familias, algunos padres piensan: "son cosas de chicos", "qué quiere que haga, tiene alma de líder" o "los hombres se hacen a golpes". En estos casos, el trabajo con los padres es esclarecedor y los resultados son asombrosos.
Lo primero es hablar con el menor, y decirle que no se queden callados, hay que ganarse la confianza de los hijos y nunca pensar que es algo que va a pasar o sin importancia. Ruerda que no todas las historias tienen finales felices y se han dado casos de jóvenes y niños que no logran superar el acoso y toman la decisión equivocada...