Si eres madre, seguramente habrás pasado o estás por pasar por esa situación incómoda en la que tu hijo(a) comienza a experimentar y presenciar manifestaciones sexuales y, como nadie te dio un manual de reglas cuando diste a luz, la mayoría de las veces no sabes cómo actuar.
¿Debemos regañarlos? ¿Es normal que tengan comportamientos que involucran su sexualidad siendo tan pequeños? ¿Debo hablar con él (ella)? En fin, son muchas las preguntas que surgen a la hora de tratar este tema. ¡Acompáñanos a despejar algunas!
Hace más de un siglo, el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, postuló una teoría que causó polémica en la sociedad puritana de Viena, esta se basaba en el desarrollo psicosexual de los niños, y postulaba que cada uno de nosotros somos motivados por un deseo sexual que al paso del tiempo se ve transformado. Según la Psicóloga Alayza Escudero, la sexualidad es una cualidad inherente del ser humano y se va transformando y desarrollando en cada etapa distinta de crecimiento de una persona. “Conforme nuestros pequeños crecen, pasan por diferentes fases. Nuestra actitud y conducta como padres influirán mucho en su buen o mal desarrollo sexual”, explicó la psicóloga.
¿Qué debo esperar como madre?
El proceso de explorar la sexualidad comienza desde que nacemos. Psicológicamente existen distintas etapas identificadas por ciertos patrones. ¡Veamos cuáles son algunos de los comportamientos normales para que, cuando lleguen, estés tranquila!
- Hacia el año: según la psicóloga Escudero, “los niños descubren que tienen pene y las niñas que tienen vulva”.
- De dos a tres años: comienza la etapa de exploración. Los niños descubren que frotando sus partes obtienen sensaciones placenteras. “Nadie se sorprende cuando el niño descubre sus manos, cuando descubre sus pies, pero… ¡ay, que ha descubierto los genitales!”, comentó Escudero, “es una parte más de su cuerpo, y no es lo mismo frotarse un pie que los genitales”.
- De tres a cinco años: es la plena etapa de la autoexploración, por lo general, esta está enfocada en su propio cuerpo y no tanto en el entorno que los rodea. Comenzarás a notar que observan y tocan sus genitales. Según la psicóloga Alayza Escudero, es importante que evites expresiones como: “¿qué haces?”, “eso no se toca”, “eso huele mal”, “ahí no te toques que es feo”, o cosas parecidas. Según la psicóloga, podrás observar además que este comportamiento de autoexploración se nota en sus juegos también: juegan a tocarse o rozarse con muñecos, con cojines o almohadas.
- De cuatro a cinco años: esta etapa se resume a conocimientos más intelectuales. Es la etapa de las preguntas, y los infantes suelen enfocarse entre las diferencias de sexo, femenino y masculino. Según la psicóloga Escudero, en esta etapa debes responder todas las preguntas que te haga, pero no debes darle mayor información de la que te ha pedido.
Identificando estímulos tempranos
Existen ciertos niños que durante su niñez presentan comportamientos un poco más agudos que los mencionados anteriormente. Si esta situación se llega a dar, la experta recomienda “investigar si están expuestos a estímulos sexuales inapropiados para su edad, como programas de TV o imágenes con contenido erótico, conversaciones de adultos en su presencia y, naturalmente, indagar acerca de juegos entre niños y niñas de toqueteo, que son cada vez más frecuentes”. Escudero explicó que la autoexploración del niño se debe intervenir cuando encubra otra situación, como puede serlo un abuso. Agregó que esta intervención es mejor realizarla con ayuda de un especialista.
Importancia de la educación sexual
La educación sexual debe formar parte integral del sistema de valores y educación de una familia. A través de ella se crean personas seguras y con buena autoestima. Además de proveer herramientas útiles contra el abuso, también forma seres integrales e inteligentes con suficiente información para tomar decisiones responsables en un futuro.
La educación sexual debería ser una continua actitud de diálogo y apertura para resolver dudas y brindar información fidedigna en casa. Es importante conocer que esta no se reduce a una charla familiar en un momento determinado. Es un conjunto de enseñanzas que se dan a lo largo del proceso de desarrollo de un individuo.
En el libro “Sexo… ¿y ahora qué digo?” la sexóloga Alessandra Rampolla planteó que la educación sexual comienza desde que tu hijo nace, desde la primera vez que nombras sus genitales hasta la contestación de la pregunta más rara o difícil que haga el niño.
Para poder entrenarte de manera correcta y manejar este tema sin pelos en la lengua, te brindamos estos consejos:
- Las cosas por su nombre. Es importante que trates de normalizar los términos que uses y darles los nombres correctos a las partes del cuerpo y, sobre todo, a los genitales. La sexóloga Rampolla aconseja decir los nombres correctos en voz alta, hasta que nos parezca normal su pronunciación y estemos cómodos al oírlos.
- Comunicación abierta. Debes estar preparada para responder preguntas espontáneas que ellos realicen. Según Escudero hay algunos niños que a veces presentan vergüenza de preguntar o sacarse una duda con respecto al tema, como madre debes estar atenta y en esta situación, facilitarle el camino a tu hijo (a).
- Clases de anatomía general. Utiliza ocasiones diarias para comenzar a brindarles información biológica, puedes ayudarte de láminas, dibujos o videos apropiados a la edad de tu niño(a).
- Etiquetas:
- Familia
- Niñez
- Niños
- Sexualidad