Cómo mantener una alimentación equilibrada de por vida: La regla 80/20

En la vida las cosas no son blancas o negras, hay matices. Esto aplica para todos los aspectos de nuestro día a día. Si te mantienes viviendo en los extremos, acabarás frustrado.

Si estás decidida a comer sano, hacer ejercicios y cambiar tus hábitos, ¡este es el momento! Te propongo que inicies poniendo en práctica la regla del 80/20. Básicamente consiste en cuidar muy bien el 80% de tus comidas y permitirte ciertas flexibilidades en ese 20%.

Más adelante te explico el detalle de este método, que busca lograr un equilibrio en tu estilo de vida y te demuestra que debes ser más realista en cuanto a las metas que te propongas.

Pensar que puedes estar 100% a dieta, o que estarás el 100% de tu tiempo enfocada, o que tu motivación la vas a poder mantener siempre al 100%, es una idea equivocada. Además, las posibilidades de fracaso aumentan en la medida en que intentes alcanzar la perfección. ¿Por qué? ¡Ya lo sabes! La perfección no existe.

Si por el contrario te enfocas en alcanzar un 80% de todo lo que te propones, ten por seguro que en la mayoría de los casos lo conseguirás.

No me mal interpretes, no es mediocridad. Es una estrategia para que el factor psicológico no juegue en contra. Esto es parte de un plan de superación. En la medida en que vayas cumpliendo con el 80%, vas a ponerte metas más exigentes y te vas a obligar a alcanzar de nuevo el 80%. Y sin darte cuenta ya habrás sobrepasado tu 1er objetivo en más del 100%, sin frustraciones y con excelentes resultados.

Te voy a poner un ejemplo: Si eres una persona inconsistente con los ejercicios, y decides ponerte en marcha para mejorar tu salud y bienestar, te vas a plantear una meta. Si tu meta inicial es hacer ejercicios 5 días a la semana (digamos que ese es tu 100%), y solo logras hacerlo 4 días, te vas a sentir frustrada. Mientras que si te colocas como meta 3 días (60%), y logras ejercitarte los mismos 4 días, vas a sentir que sobrepasaste tu meta.

La primera recomendación 80/20 es asegurarte que el 80% de los alimentos que consumas sean naturales. Es decir que no vengan en un empaque, no hayan sido procesados por una máquina y que sean un solo ingrediente. Es decir, comida de verdad. Para aclarar: la avena, el arroz, la mantequilla de maní, son alimentos que vienen en empaque, pero son naturales porque están casi en su estado natural. Por el contrario, la proteína en polvo que muchos utilizamos como herramienta para llevar un estilo de vida “fitness”, puede ser muy buena, pero es un alimento procesado por lo tanto lo contabilizamos dentro del 20%.

Para llevarlo a la práctica en términos cuantitativos, hagamos este cálculo: Si comes 5 comidas al día (3 comidas completas y 2 snacks), son 35 comidas a la semana. El 20% de ellas es 7. Eso quiere decir que puedes permitirte flexibilidad y cubrir tus antojos en esas 7 comidas. Contabiliza en ellas las salidas sociales, ocasiones especiales y eventos. Ten cuidado con el alcohol, eso no es comida. Si vas a tomar el cupo de flexibilidad para un par de copas, elige las opciones con menos calorías como vino tinto o espumante y olvídate de los cocteles.

Es importante que no te excedas, controles porciones y mantengas la lógica en todo momento. No malinterpretes esa flexibilidad y eches por la borda todo el esfuerzo que has hecho. Si en un snack te comes 4 donas, debes estar consciente que eso no es flexibilidad, es exceso.

Recuerda que el objetivo final es hacer de esto un estilo de vida y que no andes por la vida contabilizando tus comidas flexibles, sino que logres un equilibrio y mantengas una buena relación con la comida.

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