Vie, 09/28/2018 - 15:13
- Mente y Cuerpo
Descubre los síntomas menos comunes del cáncer de mama
Por: Dra. Lonzetta Neal
El cáncer de mama no siempre viene acompañado por un bulto en el seno. Muchas mujeres diagnosticadas con cáncer de mama nunca presentan ningún signo ni síntoma y el cáncer se descubre en un examen de detección, como la mamografía. Entre las mujeres que presentan signos de advertencia, la señal de alarma más común es la presencia de un bulto en el seno o la axila. Sin embargo y según un estudio reciente lo revela, algunas mujeres descubren el cáncer porque presentan otros signos y síntomas menos comunes.
En una presentación realizada en el año 2016 durante la conferencia del Instituto Nacional de Investigación Oncológica, los investigadores británicos observaron que entre más de 2300 mujeres estudiadas y diagnosticadas con cáncer de mama, el 83 por ciento buscó atención médica debido al descubrimiento de un bulto en el seno. En otras mujeres, en cambio, los signos y síntomas que las alertaron respecto a que algo andaba mal fueron otros, tales como anomalías en el pezón (secreción o inversión del pezón), dolor en la mama, dolor no relacionado con la mama (dolor de espalda) y pérdida de peso no intencional.
El cáncer de mama también puede provocar cambios en la piel del seno, en el pezón o en la areola, por ejemplo, hoyuelos y hendiduras (de apariencia similar a la cáscara de la naranja), engrosamiento, enrojecimiento, descamación, comezón e hinchazón, con o sin la presencia de un bulto. Según los síntomas, estos cambios pueden atribuirse a otros tipos de cáncer más raros, como la enfermedad mamaria de Paget o a un tipo poco común pero agresivo de cáncer de mama conocido como cáncer de mama inflamatorio.
El cáncer de mama también puede provocar un sarpullido en la piel de apariencia similar a la mastitis, o infección del tejido mamario que suele atacar a las mujeres que amamantan. Si usted se descubre un sarpullido nuevo o un enrojecimiento en la mama y no está amamantando, vaya al médico porque es necesario evaluar la situación. Si está amamantando y presenta enrojecimiento constante, vaya igualmente a que la evalúen.
Vale la pena anotar que los cambios en los senos, incluidos los bultos, a menudo resultan ser benignos (no cancerosos). Además, muchas mujeres presentan ligeros cambios en los senos en el transcurso del mes, especialmente durante los ciclos menstruales que es cuando los senos tienden a volverse más sensibles o granulosos. Dichos cambios se conocen como cambios fibroquísticos y, generalmente, abarcan todo el seno. Esa sensibilidad y granulosidad no se relacionan con el cáncer y pasan después del ciclo menstrual. Por otro lado, el tejido mamario también cambia a medida que la mujer envejece y, con el tiempo, se vuelve menos denso.
El estudio británico antes mencionado asimismo descubrió que las mujeres con signos y síntomas que no incluían bultos demoraron más en buscar atención médica que las que se descubrieron un bulto. Por tanto, lo mejor es familiarizarse con la apariencia y sensación normal de los senos para poder advertir al médico respecto a cualquier cambio, que si no se resuelve en cuestión de pocas semanas, amerita realizar la evaluación correspondiente.
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